29.☁︎ Las Extraño ☁︎

46 8 22
                                    

||Aiden Mateland /Madeline Van Zeller||

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

||Aiden Mateland /Madeline Van Zeller||

20 de septiembre del 2022

Después de colgarle a Chris, Nolan ya me había dejado en la casa, pero, lamentablemente, aún no se había marchado como yo deseaba.

—¿Hablaste con Chris? —Era evidente que esa sería su primera pregunta.

—Sí.

—¿Me va a incorporar a la empresa?

—No lo sé —respondí, dejándole claro mi fastidio. Sentí cómo su mano tomó mi rostro y me obligó a girarme para enfrentarlo.

—No me hables en ese tono —dijo, dejando caer la fachada del hombre bueno y generoso—. Si tu hermano no me acepta, tu querido Sebas sabrá todo. Verá que eres una mentirosa y te dejará. ¿Y adivina qué?

—¿Qué? —pregunté, intentando ocultar mi temor.

—Te quedarás completamente sola —dijo Nolan con frialdad, mientras su mano seguía sujetando mi rostro.

Sentí una mezcla de rabia y miedo, pero me obligué a mantener la calma. Sabía que si mostraba cualquier debilidad, él la usaría en mi contra.

—Nolan, ya no tienes ningún poder sobre mí —respondí, intentando que mi voz sonara firme, aunque por dentro la tensión me consumía. Intenté apartar su mano de mi rostro, pero él la mantuvo firme, sus dedos clavándose ligeramente en mi piel.

—¿De verdad crees eso?—preguntó con una sonrisa cínica, casi burlona—. Dependes de mí más de lo que te gustaría admitir.

—Estás equivocado —dije, logrando finalmente liberar mi rostro de su agarre—. He cambiado, y ya no soy la persona que podías manipular tan fácilmente.

Nolan dio un paso atrás, evaluándome con la mirada. Por un momento, pareció considerar mis palabras, pero luego esa oscura sonrisa volvió a aparecer en sus labios.

—Veremos cuánto has cambiado cuando Sebastian sepa la verdad. Y créeme, él lo sabrá, a menos que hagas lo que te digo.

Mi corazón latía con fuerza, pero no podía permitir que Nolan viera mi miedo. Lo miré a los ojos y le dije con firmeza:

—Haz lo que tengas que hacer, pero ya no voy a vivir bajo tu sombra.

—Está bien, supongo que no importa que tu padre también lo sepa—añadió Nolan, cargado de malicia. Mi expresión de seriedad se desmoronó por un instante, el miedo comenzó a colarse en mi interior. La verdad es que no podía dejar de pensar en lo que haría mi padre si me encontrara o si descubriera que sigo viva, si es que alguna vez creyó que morí—. Sería tan divertido ver su rostro. Además, creo que si le cuento la verdad, podría ayudar a mejorar mi imagen.

Mi preocupación era evidente, y aunque intenté disimularla, sabía que Nolan había notado el impacto de sus palabras.

—Ni se te ocurra.

The Girl Of My Dreams || Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora