33.☁︎ El Primer Baile ☁︎

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||Narrador Omnisciente||

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||Narrador Omnisciente||

21 de septiembre del 2022

Después de la comida que Chris tuvo con la madre de Sandy, decidió pasar su tiempo libre con Sandy. Ambos se encontraban en un bar que solían visitar con frecuencia, disfrutando de la comida y unas bebidas. Aunque el ambiente era relajado, Sandy no pudo evitar notar que algo pesaba en la mente de Chris.

—¿Pasa algo? —preguntó Sandy, con una preocupación sutil, tratando de no sonar alarmante.

—No, nada, todo está bien —respondió Chris, esbozando una sonrisa que no logró convencerla. A pesar de sus palabras, era evidente que su mente estaba en otro lugar.

Sandy lo observó por unos momentos antes de hablar de nuevo.

—¿Es por Madison?

Chris suspiró ligeramente antes de responder, con una mirada perdida en su vaso.

—En parte, sí. Ahora también necesito encontrar a alguien que pueda cuidar de James por las tardes. Madeline está ocupada con su corto y, aunque todavía no entiendo bien qué es lo que hace Sebastian, parece que no estará disponible todos los días. Aun así, le pediré ayuda cuando pueda.

Sandy, con su habitual disposición para ayudar, no tardó en ofrecerse.

—Si quieres, yo podría ayudarte a cuidar a James —dijo, con una sonrisa tranquila.

Chris la miró con gratitud, pero también con cierta duda.

—¿Y qué pasará con tu tienda? —preguntó, preocupado por la carga, que eso podría suponer para ella.

—Con Madeline trabajando en su corto, el trabajo ha estado algo pesado —comentó Sandy—, pero me las arreglé para contratar a una persona más. Así que ahora puedo organizarme mejor.

Chris asintió, relajándose un poco al escuchar eso.

—A mí me encantaría que volvieras a cuidar a James. Él te extraña mucho —dijo, con una sonrisa más genuina esta vez.

Sandy sonrió con nostalgia, claramente recordando los momentos que había compartido con el pequeño.

—Y yo lo extraño a él —respondió, con un brillo en los ojos—. De todos modos, entre Madeline, tu amigo y yo, nos la podemos arreglar sin problemas.

Chris se recostó un poco en su silla, considerando la idea.

—Tendré que hablar con ellos entonces —dijo, pero ya parecía inclinado a aceptar la ayuda de Sandy.

La conversación fluyó hacia temas más ligeros, y mientras comían y hablaban de cosas triviales, ambos notaron cómo el tiempo y las experiencias los habían cambiado. A pesar de las diferencias, algunas cosas seguían siendo las mismas. Sin embargo, en este momento, era como si se estuvieran conociendo de nuevo, redescubriendo detalles olvidados. Y lejos de asustarles, esa sensación de novedad les resultaba intrigante y fascinante, como si les diera la oportunidad de ver su relación con nuevos ojos.

The Girl Of My Dreams || Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora