Pasaron 5 años desde que la familia Van Zeller perdió a uno de los suyos. Ante la incompetencia de los policías y detectives, y ante la desesperación de Dedrick Van Zeller de no encontrar a su hija menor, recurre a su yerno favorito, Sebastian Stan...
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18 de agosto del 2022
Bajé las escaleras de la casa de Chris, donde había pasado el día jugando con James y viendo una película con él antes de que se durmiera. Ahora, me dirigía a la cocina para cenar algo.
Al entrar, vi que Chris estaba cenando con un amigo. El amigo estaba de espaldas, pero cuando Chris me indicó que me sentara, me di cuenta de que el hombre se estaba girando hacia mí. Aunque no pude ver su rostro claramente, lo que alcanzaba a distinguir era lo suficiente para darme cuenta de que tenía una forma ovalada con pómulos marcados, dándole un aire atractivo y casi etéreo.
No pude evitar sentir una chispa de interés, a pesar de que su rostro seguía borroso en mi mente. Me hizo reflexionar sobre cómo, aunque no lo veía con claridad, sentía que él era el hombre de mis sueños.
—¡Oh, Maddie! Te presento a mi amigo. Él se quedará unos días aquí —anunció Chris mientras me dirigía hacia la mesa. Estaba tan nerviosa que ni siquiera pude saludarlo como es debido. ¡Qué idiota soy!
—Hola —dije, intentando mantener la compostura.
—Hola —respondió él con una voz melodiosa y calmada, que me sorprendió por su suavidad. Esperaba no olvidar esa voz al despertar.
Nos sentamos a la mesa y comenzamos a cenar tranquilamente. A pesar de que su rostro seguía borroso, me encontraba intrigada por otras partes de su cuerpo que eran más visibles.
Lo observé de cabeza a pecho. Su cabello estaba algo largo y su rostro, aunque borroso, parecía limpio y bien afeitado. Llevaba una cadena de oro en el cuello y su traje le quedaba a la perfección, resaltando sus bíceps. Bajé la mirada a sus manos, notando que sus venas resaltaban prominentes. ¡Oh Dios! Sus venas me fascinaban. Llevaba un par de anillos, uno cuadrado con una piedra negra y otro circular de plata.
Me estaba quedando mirando demasiado y noté que él empezó a reírse, dándose cuenta de mi curiosidad. ¡Qué vergüenza! Pero al mismo tiempo, sabía que esto era un sueño, así que no importaba demasiado. A mi lado, sentí la mano de Chris jalándome suavemente...
☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎
Parpadeé varias veces al sentir que realmente me estaban jalando del brazo.
—Maddie, ¿estás ahí? —cuestionó Chris, sacándome de mis pensamientos.
—¿Eh? —respondí, tratando de enfocar mi atención en mi hermano.
—¿A dónde te fuiste?
—No fue nada —dije, desviando la mirada hacia mi comida—. Perdón, ¿qué era lo que me decías?
Me pregunté si lo que había soñado podría hacerse realidad. ¿Qué estoy pensando? Esto es la vida real, no una historia de Wattpad.
—Te decía que un amigo va a quedarse a dormir aquí unos días.
