25.☁︎ Enamorándose ☁︎

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||Sebastian Stan||

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||Sebastian Stan||

20 de septiembre del 2022

Al abrir los ojos, me di cuenta de que estaba en mi departamento en Nueva York. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, y al mirar a mi lado, vi a Aiden dormida en la orilla de la cama. Me tallé los ojos para asegurarme de que no estaba soñando y noté que solo llevaba puesta su ropa interior. Yo, igualmente, estaba en una situación similar.

Me levanté con cuidado y me arrastré hacia ella, tratando de no despertarla. La tomé suavemente en mis brazos y le di un beso en el hombro, dejando que mis labios se movieran hacia su oreja, donde le di un mordisco ligero.

—Buenos días, linda —Le susurré, mi voz cargada de ternura.

Ella dejó escapar un suspiro que me hizo sonreír con satisfacción. Era una reacción que siempre me encantaba.

—Sebastian. . . —dijo, su voz aún somnolienta, mientras mi sonrisa se ensanchaba.

—Ven aquí —pedí, tomando su mejilla con ternura para que me mirara.

Aiden giró su rostro hacia mí, y luego se volteó por completo en la cama, lo que me obligó a moverme hacia atrás hasta quedar recostado. La cercanía de su cuerpo contra el mío era un contraste agradable con el frío de las sábanas.

Ella se recargó en mí, disfrutando del contacto mientras yo acariciaba su espalda con suavidad. La cercanía y el calor de su cuerpo me hicieron sentir un profundo sentido de calma. Al separarse del beso, me miró a los ojos con una sonrisa que me hizo sonreír de vuelta.

Aiden se inclinó para darme otro beso, pero luego se movió lentamente, separándose de mí. La vi buscar algo a su alrededor, y pronto se levantó para ponerse su blusa. Aunque su gesto era casual, no pude evitar fijarme en la marca de nacimiento en su hombro, la cual acaricié con la punta de mis dedos. Aiden giró su rostro hacia mí y me miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—No podemos dejar que Adina se entere de esto.

Mi mano cayó pesadamente sobre la cama, impactado por sus palabras.

—¿Qué? —murmuré, sin poder entender completamente lo que acababa de escuchar.

Mis ojos se dirigieron hacia su cuello, donde vi el collar de búho que había sido un regalo de Adina para Madeline. La visión del collar me sorprendió aún más, especialmente porque no lo había visto en ella antes. Me preguntaba cómo había llegado a estar allí y por qué lo llevaba.

The Girl Of My Dreams || Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora