SOUL| Levi Ackerman.

❀ 0.1 ❀

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Año 850.

Apenas amanecía. Sin embargo, dentro del cuartel de la legión de reconocimiento ya había bastante movimiento. Los soldados corrían de aquí para allá cargando provisiones y repuestos mientras que otros se alistaban el uniforme o el equipo de maniobras. 

El capitán soltó un suspiro mientras su pie golpeaba el suelo constantemente. Su mirada se dirigía a la entrada del cuartel de vez en cuando, esperando ver una melena rubia con una ridícula cola de caballo mal hecha en ella. 

— ¿Estás seguro de que estaba despierta? —preguntó Mike a su lado después de notar la ausencia de la fémina al lado del capitán. 

—Si. 

—Tal vez se volvió a dormir —respondió encogiéndose de hombros —. Iré a verla antes de que Erwin note su retraso en la formación. 

Levi lo haló de la capa impidiéndole avanzar un paso más. 

—Iré yo. 

Mike suspiró y sacudió la cabeza.

—Bien. Como quieras. 

El capitán caminó a grandes zancadas al cuartel y fue directo a la habitación de ella. Dio tres golpes en la puerta pero no hubo respuesta alguna. 

Su paciencia estaba llegando a su límite. 

—Voy a entrar —avisó para no encontrarse con algo que no debía ver. Contó hasta cinco y abrió la puerta revelando el desastre de la habitación —. ¿Fiorella?

— ¡Por aquí! —respondió una voz debajo de la cama —. ¡Lo encontré por fin! 

Finalmente la fémina salió de debajo de la cama alzando un calcetín como trofeo. Su cabello estaba revuelto y su uniforme estaba arrugado. 

—¿Es enserio? 

Levi quería abofetearse a sí mismo. ¿Cómo fue que en poco tiempo hizo un desastre? Cuando vino al amanecer a asegurarse de que estaba despierta, aprovechó la oportunidad para ordenar el lugar y dejar listo lo que necesitaba para evitar que perdiera el tiempo, pues Fiorella era extremadamente desordenada y lenta por las mañanas. La formación siempre solía retrasarse por que la sub capitana no estaba en su lugar habitual, lo que provocaba el mal humor de Erwin y el de él, por supuesto.

—¿No crees que es muy temprano para estar de mal humor?

Levi simplemente ignoró su pregunta.

─ Jodida desordenada  ─Levi estaba nuevamente guardando la ropa que la rubia había desparramado por toda la habitación─. Había dejado este lugar impecable por la mañana y solo una hora después ya está como un basurero.

─ No encontraba el otro calcetín. No puedo usar diferentes pares ¡Haría el ridículo! ─se defendió, enseñándole sus pies. Levi la observó con fastidio, dejó escapar un suspiro y continuó con su labor.

─ No se te perderían si los dejaras juntos apenas los cambies.

─ Lo sé pero a veces no tengo tiempo ─Fiorella se colocó las botas dando un pequeño saltito para acomodarlas. Su energía demostraba cuan ansiosa estaba por la nueva expedición hacia la muralla María. El plan era bastante fácil, solo debían armar una ruta segura para llegar a Shiganshina e idear la forma de cerrar ambas entradas ─. Te comportas igual que una madre, quizás ahora debería llamarte mamá y no Levi.