SOUL| Levi Ackerman.

✿0.4✿

꧁༒☬ LOST SOULS ☬༒꧂

La primera noche fuera de casa fue la más difícil para Levi. El pelinegro estaba sumido en la preocupación y la incertidumbre, sin saber nada de Fiorella desde que se separaron. Su mente se llenaba de escenarios catastróficos y temía perderla en cada uno de ellos.

Cada vez que cerraba los ojos, se veía a sí mismo deambulando por un mundo devastado, buscando desesperadamente a Fiorella entre los escombros. Su corazón se encogía al imaginar su cuerpo ensangrentado y sin vida. El insomnio volvió a acecharlo, a pesar de que creía haber superado esa etapa oscura de su vida.

La noche estaba envuelta en sombras, y Levi permanecía sentado junto a la fogata, observando con intensidad a Zeke. Sus ojos se mantenían fijos en él, evitando perder cualquier detalle de sus movimientos y expresiones.

—Explícalo —exigió el pelinegro, con una mezcla de frustración y determinación en su voz.

Zeke soltó un pesado suspiro y se quitó los anteojos por un momento, llevando una mano a sus ojos cansados.

—Es un arma de gas —comenzó a explicar—. Contiene un fluido extraído de mi médula ósea. Cuando es liberado, petrifica a cualquier persona del pueblo de Ymir que lo inhale. Los inmoviliza y los deja inconscientes. Después, al dar una orden, el poder del titán viaja a través del camino hacia la Coordenada, permitiéndome controlar a los titanes de ese pueblo.

La mirada de Levi se intensificó aún más, escudriñando cada gesto de Zeke mientras asimilaba la información.

—No es ese pueblo. Es Ragako. Recuerda el nombre de la aldea que exterminaste, barbudo.

Zeke pareció reflexionar por un momento antes de continuar con una calma aparente.

—Habría preferido evitarlo, pero no podía permitir que descubrieran mi plan para restaurar Eldia. Si lo hubiesen sabido, no habría podido traer esperanza a esta isla —explicó, sin apartar la mirada del Capitán—. Pero ya te conté todo esto cuando llegué, ¿por qué lo preguntas de nuevo?

—Puedo ver que no tienes ni un rastro de culpabilidad. Es por eso que no sé si realmente quieres salvar a Eldia, porque es obvio que su gente no te importa.

—No debes ser muy popular —comentó Zeke con un atisbo de ironía—. Así que no des por hecho que entiendes lo que sienten los demás.

— Lo entiendo —responde a la vez que desvía su mirada a otro punto— Y sí que fui popular.

—Como digas, después de todo, estás al lado de la reina de las murallas —Levi se cruzó de brazos, advirtiéndole con la mirada que no se atreviera a mencionar a Fiorella—. ¿Cuándo me dejaran ver a Eren para empezar con los experimentos?

—Yo no lo decido. Espero órdenes de arriba.

—¿Qué? ¿No se supone que ahora eres una especie de rey? De todos modos, si creen que tenemos todo el tiempo del mundo, ve y diles que se equivocan.

—En eso coincidimos.

—¡Capitán Levi! —uno de sus subordinados se le acercó. Traía información desde Sina, pero lo que más lo había dejado petrificado fue que había llegado acompañado por Klein.

—Vigílenlo —les ordenó a los demás mientras él se retiraba con el soldado hacia las alturas. Allí en un árbol y de espalda estaba Klein.

Al sentir la presencia del Capitán, Klein se giró sobre sus talones y con un rápido saludo le entregó la carta.

Levi.

Las cosas dentro de la muralla siguen algo tensas, por lo que decidí retirarme hacia el escondite de Historia para cuidar de ella durante el parto. No te preocupes por nosotros, estaremos bien.