Capítulo 15: Ojos sin Rostro

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La Ciudad

El público estaba bastante animado ante la pelea que estaba por llevarse a cabo. En la jaula estaba una mujer de cabello corto y negro, peinado casi al estilo de "hongo" y con un leotardo deportivo verde, guanteletas negras y botines de mismo color. La mujer tenía una sonrisa socarrona y se relamía los labios bastante seguido.

-... Y desde Santiago de Chile, entrenada en la inhóspita Cordillera de los Andes, una mujer que ya ha demostrado que no tiene piedad sobre sus oponentes, dispuesta a brutalizarlos hasta que no quede competencia: ¡Slayaaaaaa!

-Joder, este combate será muy bueno –decía un hombre en el público-.

-Y que lo digas... ya fue la primera en sacar del torneo a una de las competidoras al romperle el brazo...

-Yo sí creo que gane este combate. Es una puta máquina.

-Yo aposté 10 grandes por la otra...

Entre el público, Viktoria, solitaria, observaba el evento; en ese momento, alguien se sienta a su lado.

-¿Está ocupado aquí?

Viktoria voltea a ver a su invitado: era Armando Cabrera.

-No, puede sentarse –responde con indiferencia-.

-Perdón, pensé que podían estar sus dos amigos con usted.

-Se tomaron el día.

-Ah –suspira el nombre-... uno que es joven puede disfrutar de esos pequeños momentos de mejor manera que nosotros los adultos.

-No sea tan así con usted, fiscal, que no es un anciano; yo tampoco.

-Aunque me pregunto, ¿no estará tratando de evitar que sus jóvenes amigos estén bajo la mira de la que está por entrar?

Cabrera señaló la pasarela, de donde salía nada más y nada menos que Esther "Ishtar" Cohen, quien salió con una canción que comenzó con un intro de sintetizador ominoso, mientras una voz femenina recitaba algo; tras ese intro, y un beat de batería que daba entrada a una canción Darksynth, la voz femenina comienza a cantar: "A Dismal confrontation, a hell on earth; where do we go now? Where is our sanctuary?". La mujer salía con una boina militar, un leotardo de cuello alto color verde-gris, rodilleras negras, botas cortas de combate de corte militar y un par de guantes de combate.

Viktoria, tras la evidente puya de Armando Cabrera, voltea a ver lentamente a su acompañante.

-Le recomiendo que disfrute el combate –le sonríe jovialmente-, es lo mejor que podemos hacer los dos. Además, aproveche que tiene buena compañía.

Armando Cabrera sonríe, no sabía si por encanto o por intimidación. Total, ¿qué más daba?

-Tomaré su recomendación. Será un combate duro: esa mujer, cuyo nombre es Marta Núñez Alvarado, perteneció a la 1era Compañía de Comandos Iquique; tuvo experiencia en la guerra fronteriza y fue enviada para capacitar a las fuerzas rebeldes opositoras a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua. Estuvo por ser promovida a Mayor, pero fue dada de baja después de un escándalo en el que se le relacionó a ella y a su compañía por participar en operaciones Clandestinas sin autorización en los países antes mencionados, llevando a cabo asesinatos a líderes políticos que iban en contra de los intereses de Chile.

-Sí supe de eso; eso provocó que Chile estuviera bajo el escrutinio internacional; además de que arruinó los planes de Estados Unidos para alimentar a las fuerzas rebeldes.

-Los juegos políticos de toda la vida...

-Y terminó aquí, partiéndose la cara con sus semejantes.

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