VALENTINA POV
Eres una cobarde, nadie te quiere, una mujer rica y sin gracia, sin corazón, una patética repugnante. Todos los comentarios que había escuchado de mí, daban vueltas por mi cabeza mientras corría por los pasillos de ese maldito aeropuerto. No podía soportar más esta escena, estaba huyendo de algo desconocido para mi, de algo que me sacó de mi zona de confort. Era una verdad, nos to misma me soportaba. ¿Era eso? ¿Ya no me gustaba como era? ¿En que momento pasó esto? Pero, ¿alguna vez me ha gustado como soy o simplemente me he dejado llevar? Mi cabeza estaba hecha un lío y cuando llegué a la puerta de salida me paralizé. No quería regresar a casa, no quería ser yo por una noche, quería ser otra persona. Quería no tener que defender a un bandido después de haber sido amenazada, no quería ser responsable de mi madre, tener dos hermanos inútiles que no hacían más que molestar, quería que mi padre volviera. Quería ser feliz. ¿Por qué no lo conseguía? Ni siquiera estaba segura de cuál era ese concepto, y recuerdo haberme burlado de todas las películas de adolescentes que veía cuando era joven, ya que todas implicaban que la felicidad solo podía suceder con el amor. Y ni hablar de mi familia, el amor siempre venía en segundo plano. ¿Y no era así cómo debía ser? ¿Las metas primero?
Cuando me di cuenta, había estado parada en la salida del aeropuerto durante al menos 20 minutos sin saber exactamente qué hacer conmigo misma. Fue entonces cuando la vi salir por la puerta, hacia la parada del transporte público. Sin pensar o simplemente dejándome sentir, caminé hacia ella. Ya era tarde y sin darme cuenta la seguí manteniendo la distancia, solo mirándola. De lo que no me percaté, es que parecía una psicópata persiguiendo a una mujer sola por la noche. Aceleró el paso, sin mirar atrás, sintiendo claramente la presencia de alguien. Yo también apresuré estúpidamente el paso, sin decir nada y ella reaccionó. Se detuvo abruptamente y gritó al presunto agresor:
- Gritaré si no dejas de perseguirme. ¡¡¡Voy a llamar a la policía!!!
- No, Juliana. ¡Soy yo!
- ¿Valentina? Abrió los ojos y se acercó lentamente, asustada y sorprendida. - ¿Qué haces aquí a esta hora, sola? ¿Me estás siguiendo?
- Si. No ... no exactamente. Yo no sé....
- No sabes si me estás siguiendo, ¿es eso? - Ella se rió y me puso aún más nerviosa.
- Lo siento, me voy. - Iba a dar la vuelta y ella me detuvo.
- No espera. Tranquila. Respira primero. - ambas manos sostuvieron mis hombros para obligarme a respirar mientras hacía el movimiento conmigo. Pero ella me soltó cuando notó un ligero malestar por mi parte. Llenó su pecho, dejó entrar el aire y luego volvió a dejarlo salir con calma. Eso era bueno. Me estaba calmando y pensé que podría intentar responder.
- Discúlpame. No te estaba siguiendo, no como un loco o un violador.
- Realmente espero que no. - De nuevo se rió en mi cara.
- Es solo que no sabía a dónde ir. Y te vi marchar. Y lo que me pasó allí fue intenso y no sé bien qué decirte.
- ¿Qué tal si empiezas a ser honesta conmigo? - y ahí estaba. Directa y recta. La sinceridad no solía ser un problema para mí, especialmente cuando se trataba de identificar un problema en alguien mas, ¿pero en mí misma? Eso era una debilidad y nunca había podido ser eso en mi vida.
- No ... no sé qué decir ... lo siento.
- No más disculpas. Y ya me di cuenta de que hablar de sentimientos no es tu fuerte. Esta bien. Dejémoslo así entonces, ¿qué te parece? Te llevaré para que puedas tomar un taxi, ven ... - y decidió pararse y caminar frente a mí, tomando el camino opuesto que habíamos tomado, para llegar al lugar donde los taxis hacían parada, pero yo no no quería ir allí. No quería regresar a casa.
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Tu Toque I Juliantina I Terminada
RomanceAmbición. Esa fue la palabra que definió al heredero del legado de Carvajal. Ningún obstáculo la alejaría del inevitable destino de convertirse en la principal abogada criminalista de Nueva York. Ninguno más que ese toque. Esta historia no es mia. L...