Capítulo 10

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Este día terminó siendo totalmente diferente a lo que esperaba, pensé que sería un día aburrido y lleno de conocimiento de cómo es este pueblo, pero terminó en un momento lleno de sentimentalismo y ¿pasión?

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Este día terminó siendo totalmente diferente a lo que esperaba, pensé que sería un día aburrido y lleno de conocimiento de cómo es este pueblo, pero terminó en un momento lleno de sentimentalismo y ¿pasión?

Damen no entiende que yo en estos momentos me siento muy confundida, digo esto, porque no se quiere alejar de mí, después del beso. Por primera vez, me lleva hasta mi habitación, y yo lo único que quiero es escapar de ahí, para poner en orden mi cabeza.

Al estar ya en mi cuarto, descansando, y para mi agradable sorpresa las venenosas de Aris y Aura no están, un buen baño en la tina me relajará y me dará la paz necesaria para pensar.

Mientras estoy en la bañera, pienso en que lo que hice es de las primeras cosas que hago arriesgadas, para la sociedad no es bien visto que las mujeres le roben los besos a un hombre, y menos a un príncipe. Pero pues no había nadie que lo presenciara, entonces lo hice, el saber todo lo que le provocaba al príncipe me dio el suficiente valor para hacerlo.

Resistirse a alguien como él, es difícil, y pues bueno, sí le gusto al príncipe y tengo que aprovechar y vivir el momento.

Aunque aquel beso fue el primero, se sintió bien.

Paso mucho tiempo en la bañera, hasta que escucho que la puerta de la recamara se abre, y sé que es el momento de salir.

Eventualmente, cuando salgo recuerdo que una de las reglas para estar en esta habitación, es recogerla cuando sea nuestro día libre. No sé qué hora es, pero será mejor que me apure, para mi suerte la persona que entró solo entró y salió. Entonces me pongo a barrer y recoger todo el tiradero que tengo.

Por lo mismo que es noche, y, además, tuve que recoger el cuarto de último momento, al acostarme en la cama, quedo profundamente dormida en instantes.

Al siguiente día, como ya es mi costumbre, me levanto temprano para ir a mis clases de cocina que me dará la señorita Lily; Aura y Aris están en sus respectivas camas y a mi parecer, pasaron una noche muy alocada, seguramente fueron a una taberna a beber y divertirse, eso explicaría por qué llegaron tarde, pues se ven destruidas.

Me arreglo más de lo normal, aunque con mi traje de sirvienta no me veo mal, podría verse mejor. Los nervios los tengo a tope, no sé cómo tratar al príncipe después de lo que sucedió anoche, mi mejor idea es que lo voy a evitar lo más que pueda.

Las clases de cocina comienzan temprano, hasta ahora sé la diferencia entre varios vegetales, y cómo cocinar un huevo de forma fácil y sencilla.

El día de hoy, la clase trató sobre cocinar un huevo con espinaca y una crema de calabaza, Lily, como me ha dicho que la llame, es muy buena maestra, hasta podría decir que de las mejores que he tenido, siento que avanzo a pasos agigantados, en cuestión de técnicas culinarias y comida casera. Pronto cocinaré igual de rico que ella.

Después de la clase de la cocina, Cédric me asigna la tarea de hoy: lavar todas las ventanas del primer piso, al dejar de cocinarle al príncipe las tareas se vuelven más pesadas, porque tengo mucho tiempo libre.

El estar lavando las ventanas de todo el primer piso del castillo, me está dejando agotada, pero también me da el tiempo suficiente para pensar bien en lo que haré con el príncipe.

Y la mejor alternativa que encuentro es hablar con él, y aclarar que lo que pasó anoche no afectará nuestra relación, ni mucho menos mi trabajo.

Paso por una habitación donde hay un reloj lo suficientemente ostentoso, para todo lo que hay en este castillo, pero este no es como el de la habitación del príncipe, está colgado y es muy grande.

Marca las cuatro cuarenta y cinco de la tarde, a esta hora el príncipe está comiendo, y no me parece prudente ir y hablar con él de este tema tan delicado, enfrente de mis compañeros. Lo mejor será apurarme hasta que sea la hora de mi descanso, a las cinco supongo que el príncipe habrá acabado de comer y podríamos platicar en un lugar más privado.

El tiempo se me va muy rápido, y acabo de limpiar las ventanas que abarcan el primer piso de este castillo, voy al baño antes de aventurarme a hablar con Damen, el príncipe bipolar.

No sé exactamente en dónde está, seguramente en su despacho, que es en donde pasa la mayoría del tiempo cuando está en el castillo, o en su cuarto, esas son mis opciones para ir a buscarlo. Espero, que mínimo esté en el castillo.

Después de salir del baño, voy primero a buscarlo a su despacho, y efectivamente ahí está, su voz gruesa se escucha a kilómetros, está hablando con alguien, decido irme y regresar cuando esté desocupado, hasta que escucho que pronuncia mi nombre.

Al escucharlo, me quedo esperando para oír que es lo que más dicen, pero como estoy más alejada de aquella habitación, se distorsiona la información, me acerco y me posiciono justo a un lado de la puerta.

Pego mi oído a la puerta para escuchar todo de primera mano.

— Todo está saliendo como lo había planeado. Ya sabes, que todo lo que quiero lo obtengo, y Kaia es mi objetivo más importante por el momento — Distingo la voz de Damen, él es el que está diciendo toda esta tontería.

Al escuchar esto, siento como si me hubieran clavado una estaca en el corazón, mi corazón, se ha roto en mil pedazos.

Sin darme cuenta, las lágrimas salen de mis ojos como si de un diluvio se tratara. Quedarme ahí me destrozará aún más, pero una parte de mi aún no está convencida del disparate que he escuchado.

Me quedo a escuchar que más hablaba de mí, Damen.

— Desde el momento en el que vi a Kaia, supe que debería tener a esa mujer y su belleza inefable, y más cuando me rechazó, pensaba que se haría de rogar un poco pero no tanto, lástima que me gustan mucho los retos, y eso es lo que ella es. Terminó convirtiéndose en mi primera obsesión.

Esa estaca en mi corazón es removida, entra y sale de mí, para que duela aún más, ya no puedo escuchar, tengo que salir de aquí.

De las lágrimas, no puedo ni ver bien, todo es muy confuso para mí.

Choco con un jarrón que se encuentra como decoración y hago mucho ruido, lo detengo para detener más el ruido, y después salgo corriendo de aquel horrible lugar.

No sé ni la forma en la que llego a mi dormitorio compartido, pero lo hago. Al hacerlo me tumbo a mi cama boca abajo, llorando y repitiendo una y otra vez mentalmente las palabras que había dicho Damen.

«Solo soy un juego, un reto, un simple trofeo, y yo pensé que lo que sentía era real, lo que él sentía. Ahora entiendo que las lágrimas de desesperación de la noche pasada eran una simple actuación»

«Me siento como una estúpida»

Mi mente no me deja en paz, tampoco mis lágrimas.

«Lo mejor será escapar, tú eres una persona excepcional, podrás arreglártelas sola, y tendrás paz y libertad, tú puedes Kaia, hazlo»

Me levanto y sí, esta idea ya la había tenido un par de veces antes, pero no estaba tan decidida como ahora. Aún tengo el baúl con el que llegué a este castillo, tengo el tiempo necesario para escapar.

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