Kaia Morana Morringan es hija de la grande casa Sallow, la cual está en quiebra. Su vida
dará un drástico giro cuando el destino haga cruzar su camino con el Príncipe Damen de
Atheya, quien se enamora perdidamente de ella desde el momento que la con...
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Probando mi nueva vida
Después de la tormentosa pero deliciosa cena, terminé en mi cuarto, aún es muy temprano para dormir, y se me ocurre la grandiosa idea de ir a la biblioteca, a buscar cualquier libro que me entretenga, me paro de la cama decidida a ir, pero justo cuando voy a abrir la puerta, la tocan.
—Buenas noches, señorita Kaia, ¿podemos pasar? — De inmediato reconozco la voz de Luna.
—Sí claro, pasen, pero no pueden tardar mucho, porque tengo sueño—Miento, pues quiero tener tiempo para leer.
Pasan mis tres damas de compañía, con semblante extraño, y ya sé la razón.
—Buenas noches ¿Qué necesitan?
—Esa pregunta deberíamos hacerla nosotras mi lady—Ahora habla Lea.
—Me olvidaba, bueno, pero por algo están aquí ¿no?, hablen ya, que me muero de sueño.
—Venimos a hablar con usted, señorita. Hace un rato estábamos pasando por el pasillo donde se encuentra el dormitorio de Damen, y escuchamos que estaba demasiado molesto, gritaba y rompía todo lo que se encontraba a su paso — Ahora habla Sofía, haciendo parecer que se turnan para hablar.
—Vinieron con la persona equivocada, yo no sé la razón por la cual su príncipe esté tan enojado— Digo con tal de que no sepan que yo he sido la causante de esto, pero después recuerdo que, en unas horas o días, yo seré una igual a ellas, y sabrán la razón por la que, su príncipe está tan enojado, entonces después de meditarlo rápidamente, decido decirles.
—Tal vez si sepa la razón por la que esté enojado, pero necesito que no le digan a nadie.
Hace un rato, me invitó a una cena sólo para los dos, todo estaba fluyendo normal, hasta que le recordé una conversación que tuvimos en mi primer baile, para resumir: él me dio a elegir entre casarme con él o ser parte de la servidumbre, como ustedes.
Finalmente, escogí servirle antes de casarme con él, pero pensé que se lo había tomado a bien, obviamente fue todo lo contrario—Termino de contarles y las tres tienen una expresión de sorpresa en su rostro.
—No puedo creer lo que me está contando, señorita Kaia—Dice Luna.
—No me digas así por favor que, en algunas horas o días, seremos iguales, dime Kaia, simplemente Kaia.
El cuarto se sumerge en silencio, pues las cuatro nos detenemos a pensar.
— Kaia, en el tiempo que llevo dentro de este castillo, nunca el príncipe, se ha comportado así, creo que el que lo hayas rechazado de esa forma, fue el detonante que hará que sufras por mucho tiempo— Dice la hermosa Luna — Si en cualquier momento me necesitas para algo, no dudes en decirme, no importa lo que necesites, yo te ayudaré.
— Les agradezco mucho a las tres, ahora si no les molesta, les pido que me dejen disfrutar el poco tiempo que me queda dentro de este cuarto — Digo con toda la sinceridad.
