Capítulo 23 "Tengo que ayudarlas"

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(Pov Mari)

Últimamente he estado hablando con un grupo del instituto, es interesante, no sabría decir si hay una líder en el grupo, todas destacan de alguna manera, me gustaría formar parte de algo así.

Siempre me han querido por mi dinero, mis amigos del colegio, las personas que me presentaban mis padres, ninguno me quería por ser como era, si no por el dinero que tenía. Kanan y Dia fueron mis primeras amigas reales.

Y este grupo no parece de personas que se interesan por otras personas por su dinero.

Me he hecho amiga de ellas en muy poco tiempo, Kanan y Dia también, pero yo soy más sociable.

Algunas de las personas del grupo me llamaron la atención, You y Chika, Riko y Yoshiko, aunque Ruby y Hanamaru también, pude imaginar algunas situaciones en mi cabeza, pero ninguna la podía confirmar, por lo que tuve que hablar con Kanan.

—Mari, deberías dejar de meterte en las vidas de otras personas así —me respondió ella.

—Pero Kanan, quiero ayudarlas.

—¿A qué?

—Me harías un gran favor si les dijeras que pueden hablar conmigo sobre lo que quieran.

—No te entiendo.

—Pues no lo hagas, no importa. —bajé la vista.

—Oye, ¿por qué que quieres ayudarlas?

—Ya lo sabes Kanan —dije yéndome de allí.

¿Por qué ayudarlas? Hace años tuve un sueño un poco raro.

Mis padres no dejarían que tuviera libertad, me casarían con un hombre y tendría que pasarme toda la vida con él.

Como todos los amigos que tenía eran falsos ninguno vino a intentar ayudarme. Estaba completamente sola, pero aparecieron ellas, si conseguía ayudarlas, ellas me ayudarían a mi.

Sé que es una tontería pensar que un sueño pueda hacerse real, en realidad ni siquiera lo pienso, pero quiero intentarlo, no pierdo nada por hacerlo.

Al parecer Kanan acabó diciéndoselo a algunas, la primera en venir a hablar conmigo fue You.

Es alguien que a primera vista puede parecer que es feliz, porque siempre está sonriendo, siempre intenta mostrar ese lado a alguien que no quiere que se preocupe por ella, pero por dentro está destrozada y su dolor aumenta al fingir que nada le ocurre.

Las personas a su alrededor intentan ayudarla, pero nadie es capaz de aliviar su dolor con solo palabras, yo no fui la excepción.
Intenté darle consejos como pude, pero ya lo había intentado todo, mi propósito resultó ser más difícil de lo que pensaba.

"También hay que saber cuándo rendirse You" eso quería decirle, pero sabía que no la ayudaría, al contrario, le produciría más dolor todavía. Por lo que solo le dije "intentaré ayudarte", creo que le di esperanzas, ahora me siento mal por haber dicho algo que no podré hacer por mucho que quiera.

La segunda en venir a mí fue Chika, a ella no le dolía el hecho de que no era correspondida, por lo que empezé a preguntarme si su amor era real o solo era un sentimiento que ella quería que fuera real.
Le di varios consejos, los mismos que a You, pero ella no había probado nada, al final llegué a una conclusión, por supuesto no se la dije, antes debería intentar comprobarlo.

Nadie más apareció hasta después de un rato, cuando ya era hora de irnos a casa, yo estaba recogiendo para salir del instituto, Kanan y Dia me esperaban y una persona apareció por nuestra clase y llamó a la puerta.

—Mari, quiero hablar contigo.—me giré para ver de quién se trataba.

—¿Riko?

En el psicólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora