Capítulo 49 "Lo haré todo por ti"

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(Pov Mari)
- Por favor Mari - me pedía Kanan de nuevo.
- ¿No vas a parar de insistir?
- Por favor - me pidió mirándome fijamente.
- Solo empeoraras las cosas Kanan, déjalo así.
- Si no hacemos nada te casarán en poco tiempo, ¿Prefieres eso?
- Sabes que mis padres te odian, da igual lo que intentes te seguirán odiando - intenté convencerla de nuevo, pero de nada sirvió el intento.
- Mari, debemos hacer algo, y si tú no vas a hablar con ellos lo haré yo.
- Seguro que encontramos otra solución.
- ¿Cuál?
- No lo sé...
- Además tenemos poco tiempo, no sabemos que hacer ahora, no sabremos que hacer en un futuro tampoco, ¿Dónde está la Mari que no piensa las cosas y sus consecuencias?
- Está aterrada por si sus padres le prohíben ver a su novia de por vida - le admití. Kanan cogió mis manos y entrelazó nuestros dedos.
- Eso no pasará, y si pasa ¿Que más da? Tienes diecisiete años Mari, a los dieciocho puedes irte a vivir por tu cuenta, tus padres no podrán obligarte a nada.
- ¿Y si me casan antes?
- Mari.
- Dime Kanan, ¿Que vas a hacer? ¿Ir a mi casa y hablar con ellos? ¿Lo ves tan fácil?
- ¡No es fácil! Claro que no lo es, pero eso lo sabíamos desde que empezamos a salir juntas.
- ¿Entonces?
- Iré a tu casa y hablaré con ellos - me dijo con seguridad.
- ¿Ya te dije que te odian?
- Entonces me odiarán más, eso da igual, les voy a dejar claro que puedes hacer lo que tú quieras.
- No te veo capaz de hacer eso my love.
- Ya verás, tu solo espera mi llegada esta tarde.
- I don't know...
- Confía en mi.

¿En que se supone que estaba pensando Kanan? ¿Que haré ahora con mis padres? Seguro que se enfadaran más y tendré que soportarlos, me casarán antes de lo pensado y tendré que soportar a alguien a quien no quiero durante años. De igual manera todo será horrible, ¿Es que Kanan no lo ve?

Entonces fue cuando oí el timbre y tras el a alguien abrir la puerta, ya había llegado. Corrí hasta la puerta de entrada donde mis padres se encontraban, y justo enfrente de ellos, parada en la puerta se encontraba mi novia.
- Buenas tardes - dijo formalmente.
- ¡Mari! - mi madre se giró a verme enfadada - ¿Que hace la hagu aquí en casa?
- ¿Kanan, que haces aquí? - le pregunté fingiendo que no sabía nada. Ella me miró molesta.
Luego volvió a mirar a mis padres con intención de decirles algo.
- Tengo que hablar con ustedes de un tema de suma importancia, más bien tenemos - dijo exagerando la última palabra mientras me miraba a mi.

Y así fue como acabamos sentadas en la sala de estar con mis padres delante de nosotras.

Normalmente yo soy la directa, pero en esta situación es bastante difícil decir algo y no morir al hacerlo. Incluso Kanan que estaba tan segura ahora mismo se encuentra temblando.
- ¿Y bien Matsuura-san? - preguntó mi padre a Kanan al ver que esta no decía nada.
- B-bueno, queríamos hablarles sobre algo, el tema de que Mari esté prometida más específicamente.
- ¿Hay algún problema con eso?
- Bueno, si que lo hay - dijo Kanan con nerviosismo.
- ¿Cuál es? - preguntó mi padre tan serio como siempre.
- Creo que deberían pensar en lo que quiere Mari - dijo Kanan al fin con la misma seguridad que tuvo tan solo unas horas antes.
- ¿A que te refieres?
- Mari no quiere casarse con un desconocido solo porque a ustedes les venga bien, no tiene sentido usar a su propia hija en beneficio de la familia, solo revivis una costumbre antigua que por algo dejó de hacerse.
- ¿Dices que lo que hacemos está mal?
- Así es, deberían pensar en la felicidad de su hija, no en el dinero, al menos pregúntenle lo que ella quiere - Kanan me miró esperando algo de ayuda, y yo como su novia no podía dejarla en esa situación sola, tenía que ayudarla por mucho que no quisiera hacerlo.
- ¿Mari? ¿Que opinas? - me preguntó mi madre.
- No quiero casarme con un cualquiera y lo sabéis.
- ¿Cuál es la razón?
- Ya tengo alguien a quien quiero y con quien quiero casarme y pasar el resto de mi vida - cogí la mano de Kanan y entrelacé nuestros dedos, mis padres nos miraron atónitos.
- Genial, sabía que esa hagu acabaría lavandote el cerebro, Mari, no es buena para ti - dijo mi madre.
- Claro que lo es, vosotros no decidís lo que es bueno para mí o no, y Kanan es definitivamente mucho mejor que cualquier desconocido.
- ¡Mari! Basta ya, compórtate como una adulta, dentro de poco cumplirás dieciocho años, deja de hacer tonterías como estas. Ya lo decidimos, te casarás con un hombre millonario y guapo, ¿Que más puede pedir una chica de tu edad?
- No se lo que haría una chica de mi edad mamá, y no me interesa, Kanan es lo único que yo pido, si no es ella no es nadie - mi madre empezó a desesperarse entonces.
- ¿No podías haber desarrollado gustos normales? Tuvo que gustarte esa chica irresponsable y pobre - dijo señalando a Kanan.
- Ni siquiera conoces bien a Kanan, estoy segura de que si la conocieras-
- ¡Eso no quita el hecho de que no puedas estar con ella! Mari date cuenta, es una chica, como tú, ¿Como crees que dejarás la imagen de la familia después de estar con ella?
- ¡Me da igual la imagen familiar! - acabé gritandoles.
- ¡Mari no nos levantes el tono! - mi padre acabó uniéndose a la conversación después de un rato - Te hemos dado de todo, ¿No puedes hacer un esfuerzo por nosotros?
- ¿¡Para vosotros dármelo todo significan cosas materiales?! ¡Me estáis negando mi felicidad ahora mismo!
- Y tú a nosotros también, ¿De que nos sirve tener una hija feliz si no va a ayudar en nada? ¡Piensa en nosotros por una vez!
- ¡Parad ya! - volvió a entrar también Kanan - ¿Para que tenéis una hija si no queréis hacerla feliz? - les preguntó a mis padres - ¿Saben? No quiero la respuesta, solo piénsenlo, de que les sirve a ustedes la imagen familiar si morirán en un futuro próximo, que la familia Ohara sea millonaria siempre no os ayudará en nada ahora. Mari es vuestra hija, dejad que ella decida su futuro y el de la familia, pues ese es su deber como hija única, pero jamás le digais que hacer, esa es su decisión no la vuestra.
- Deberías dejar de meterte en cosas que no te incumben, vete de aquí antes de que te echemos a la fuerza - le dijo mi padre a Kanan en tono amenazante.
- Yo ya les dije lo que quería que pensaran, ahora solo deben hacerlo - se dirigió hasta la puerta con intención de irse - adiós señores ohara, adiós Mari - entonces sí que se fue, pero ese adiós no me sonó como un adiós normal, más bien fue como un hasta nunca.
- ¡Kanan! - tenía intención de seguirla hasta donde quiera que fuera, pero mis padres me detuvieron.
- Como salgas por esa puerta no volverás a salir de tu habitación en toda tu vida.
Sabía lo que venía luego, no me dejarían salir de mi habitación hasta que fuera mayor de edad, ya lo hicieron cuando era pequeña, estar en esa habitación mucho tiempo solo hacía que recordara momentos horribles de mi vida; pero también recordaba como Kanan venía todas las noches a visitarme.

Al final tuve razón, en mi habitación un año más, y con mi padre como director ni siquiera me dejarían ir al instituto.

Kanan venía siempre, supongo que ahora no podrá hacerlo, desde que tiene que encargarse de la tienda de buceo está ocupada en las noches también. ¿Porque no hacer algo yo esta vez?

____

(Pov Kanan)
Sabía lo que le harían a Mari entonces, y fue culpa mía, por pensar que podría solucionar algo. Al menos espero haberles hecho ver lo malos padres que son.

La semana siguiente sabía que no me encontraría a Mari en el instituto, y tenía razón, era la última semana y mucha gente faltaba, pero Mari no era de esas personas, nunca lo había sido.
- Oh, Kanan-chan, ¿No has venido con Mari-chan zura?
- Parece que hoy no podrá venir por unos asuntos con sus padres - intenté evitar la verdadera razón.
- Oh... ¿Pero mañana vendrá cierto? - preguntó Ruby un poco decepcionada. Organizar quedadas en un grupo de nueve personas era algo bastante difícil, entonces el hecho de que acabara el instituto sin estar todas allí no era algo por lo que alegrarse.
- Aún no estoy segura de eso... Por cierto ¿Y las demás?
- Están hablando de un tema "importante" - dijo Yoshiko bastante molesta.
- Solo te molesta que Riko-chan no te lo quiera decir zura.
- ¡Claro que no!
- ¿Que me he perdido? - pregunté confundida.
- El gran ángel caído Yohane consiguió un alma nueva.
- ¿Que?
- Que conquistó a Riko-chan y ahora son novias zura.
- ¡Cállate Zuramaru! - gritó Yoshiko poniéndole una mano en la boca a Hanamaru.
- Y ahora Riko-chan fue a contarle algo a You-chan y Chika-chan, pero no quiere decirle nada a Yoshiko-chan - siguió Ruby.
- ¡Sileeeencio! - gritó Yoshiko ahora con sus dos manos callando a sus amigas.
- Uhm, está bien, no te preocupes Yoshiko-chan, te lo acabará diciendo - le dije tratando de animarla.
- ¡Yohane!

Al parecer las cosas seguían como siempre, pero no podía parar de pensar en Mari y en lo que estaría haciendo allí en su casa.
- Definitivamente hoy ha sido el peor día de toda mi vida - dije en voz baja.
Me encontraba en la tienda de buceo arreglando algunas cosas, era de noche y tenía algo de sueño, pero eso nunca puede conmigo, me tomo muy enserio el trabajo aquí.
- Como me gustaría que ella estuviera aquí - dije cruzandome de brazos y poniendo mi cabeza sobre una mesa que había allí fuera.
- Vaya Kanan, espero que hables de mi, porque si no no sabría que hacer - oí la voz de Mari a mi lado.
- Genial ahora también te escucho, ¿Que puedo hacer con mi obsesión por ti Mari? - entonces escuché a alguien riéndose a mi lado, ahí fue cuando levanté mi cabeza y la miré - ¿¡Mari?!
- ¿Kanan? - fingió sorpresa.
- ¿¡Que haces aquí?! - me levanté para abrazarla fuertemente.
- Solo pensé en cuando te escapabas para verme de noche.
- ¿Te has escapado?
- Yes... And it's not a joke.
- Deberías volver antes de que tus padres se den cuenta.
- No quiero, me quedaré aquí contigo.
- ¿Porque te autoinvitas? Mari este lugar solo tiene una habitación y cuando mi padre se recupere de su lesión tendrá que volver aquí, y tu tendrás que irte.
- Está bien, pero por ahora me puedo quedar ¿O no?
- Si pero ...
- ¿Que? ¿Es por mis padres?
- Si, es por eso, ¿Como crees que te recibirán cuando vuelvas?
- Eso da igual ahora, solo quiero estar contigo - me abrazó incluso más fuerte - no te voy a soltar nunca más, te prometo que no lo haré.

(Perdón estaba escuchando namida ga Yuki y me emocioné x'D)

- Yo tampoco, quiero estar contigo Mari, siempre, aunque tus padres no lo quieran.
- I love you Kanan.
- Yo también.
No esperaba que Mari llegara en aquel momento, pensé que tendría que ir a verla a su casa, y me sentía mal por el hecho de que fuera culpa mía, pero como siempre ella llegó para hacerme sentir bien de nuevo.
- ¿Entonces si que estaremos juntas siempre? - le pregunté.
- Nunca incumplo mis promesas Kanan, siempre lo estaremos.

En el psicólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora