Capítulo 51 "Fingiendo ser amigas"

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- Mis padres me lo dijeron ayer - siguió diciendo Riko - hoy íbamos a pasar la tarde en tu casa, pensé que tus padres te lo habrían dicho.
- ¿En mi casa? ¿Y eso porque?
- Nuestros padres perdieron el contacto durante algún tiempo, pero últimamente han estado hablando de nuevo. Así que mis padres me dijeron que hoy iríamos a vuestra casa. Supongo que será porque ahora tengo "novio".
- ¿Y porque no me dijeron nada?
- A lo mejor es porque nunca les dejas entrar a tu habitación - la volví a mirar molesta sin decir ni una palabra.
- ¿Y porque se lo decías a Chika y a You? - acabé preguntándole.
- Porque estoy nerviosa Yocchan, tengo miedo de que pase algo malo.
- ¿Que podría pasar?
- No lo sé, pero ir a tu casa no me parece buena idea.
- No te preocupes, podemos fingir ser amigas por un día, ¿No hemos estado haciendo eso? - intenté animarla. Riko parecía preocuparse demasiado por una tontería así.
Al parecer todo acabo siendo muy diferente a lo que yo pensaba y me alegro por ello. Aunque debería hablar con mis padres sobre esa visita de Riko y sus padres a nuestra casa.

- ¿Que es eso de que Riko vendrá a casa hoy? - les pregunté a mis padres una vez estuve en mi casa con ellos.
- Oh ¿Te has enterado? - me preguntó mi madre sorprendida.
- ¿Como no enterarme si Riko es mi n-amiga?
Estuve apunto de fastidiarlo todo, debo tener más cuidado con lo que digo.
- Que raro, pensé que ya no hablabais.
- No hablábamos, pero hace algunos días volvimos a hacerlo.
- Está bien saberlo, y ¿Cómo se encuentra?
- Perfectamente, ¿Porque?
- No lo sé, aún me pregunto que haría una chica como ella en un psicólogo, de ti se espera Yoshiko, pero de Riko me pareció demasiado raro - últimamente he estado intentando controlar a Yohane, con mis padres por supuesto, ya que quiero dejar de ir al psicólogo antes del próximo curso, es mi objetivo personal.
- ¿Raro porque? Lily es igual que todos los seres humanos, también tiene problemas ¿Sabes? - me molestó volver a oír eso de su parte, habla como si Lily fuera completamente perfecta y diferente a los demás.
- ¿Lily? ¿No era así como la llamabas cuando erais más pequeñas?
Dije su apodo sin querer, por suerte mis padres no se tomaron mal que tuviera un apodo para ella, más bien sonrieron.
- Supongo que hablar de ella me devolvió al pasado, lo siento.
- Luego por fin podréis estar juntas de nuevo, recuerdo que os llevabais genial, estabais muy unidas.
- ¿A que hora vienen?
- Aún les falta una hora para venir; arréglate un poco Yoshiko, y deja de ponerte ropa negra siempre.
- Solo tengo ropa negra.
- Bueno está bien, pero no uses nada raro.
- Claro que no, ¿Por quién me tomas?
Ya hace bastantes días desde que no me comporto de manera extraña frente a mis padres, solo espero que se hayan dado cuenta de ello.

Estuve en mi habitación pensando en como debería saludar a los padres de Riko sin mirarles con odio y desprecio, la verdad es que no se me ocurrió nada, ya que llegaron antes de que pudiera concienciarme de que tenía que sonreírles.
Al oírles llegar fui corriendo hasta la puerta de entrada para saludar y estar con Riko, por un momento pensé que no sería tan malo, pero al verles no pude evitar cambiar por completo mi expresión a una de odio.
- Hola señores Sakurauchi - les saludé forzando una sonrisa.
- Hola Yoshiko, has crecido mucho desde la última vez - me dijo el padre de Riko.
- Si...
Nuestros padres enseguida fueron a la sala de estar y se pusieron a hablar, así que estábamos nosotras dos solas.
- ¿Prefieres ir con ellos o nos vamos a mí habitación? - le pregunté.
- Creo que primero deberíamos saber de qué hablan, vamos con ellos un rato Yocchan.

- Bueno Riko-chan, ¿Como te van los estudios? - le preguntó mi madre a Riko.
- Bastante bien, gracias por preguntar.
- Nuestra hija es la mejor de la clase en todas las materias - presumió su madre.
- Yoshiko ¿Porque no aprendes un poco de Riko? - me preguntó mi madre. ¿Como no? Algún comentario de ese tipo siempre hacia aparición cuando se hablaba de Riko.
- Creo que a Yoshiko no le hace falta ser la más inteligente de la clase, tienen a una gran persona como hija, diría que con eso es suficiente - me defendió Lily. Yo le sonreí.
- En eso tienes razón. Por cierto Riko, ¿Puedo preguntarte algo?
- Claro, pregúnteme.
- Perdona si es una pregunta muy incómoda, pero me gustaría saber qué hace alguien como tú yendo a un psicólogo.
¿Es enserio? ¿No tenía otro tema del que hablar?
- Bueno, voy a dejar de ir ya, así que no hay problema alguno.
¿Que?
- Oh, está bien, lo siento por la pregunta.
¿Va a dejar de ir? Es decir, ya sabía que pasaría algún día, pero no sabía que sus padres se dejarían convencer tan pronto.
Ella aún seguía sonriendo, verla así me hacía recordar a cuando pensaba que era perfecta, la verdad es que prefiero a la Riko imperfecta, fue ella la que me enamoró después de todo.

- Fue horrible - me quejé a Riko cuando por fin estábamos solas en mi habitación.
- No te pases, no estuvo tan mal.
- ¿Y que es eso de que vas a dejar de ir al psicólogo? Me dejas sola en el infierno.
- Pronto tú también dejarás de ir, ¿No era ese tu nuevo objetivo antes de que llegue el curso que viene?
- Si pero no sé si mis padres se habrán dado cuenta de que ahora me comporto normal.
- Lo habrán hecho Yocchan, solo que aún se estarán pensando el hacer que dejes de ir.
- Espero que sea eso. Y me alegro por ti Lily, de que ahora seas libre digo, me gusta verte feliz.
Riko y yo comenzamos a acercarnos con intención de besarnos pero entonces alguien interrumpió abriendo la puerta y nos alejamos lo más rápido que pudimos.
- Yoshiko esta noche Riko se quedará a dormir contigo - me dijo mi padre apareciendo por la puerta - Riko lo hemos hablado con tus padres y hoy pasaréis la noche aquí, ya es tarde y aún nos quedan cosas de las que hablar. Yoshiko por favor prestale un pijama y haz espacio en tu cama. Y será mejor que no vayáis a dormir muy tarde, mañana tenéis instituto ¿No?
- Da igual si faltamos mañana, es la última semana.
- Bueno entonces no habrá problema si os dormís tarde, hasta mañana - dijo desapareciendo de allí y cerrando la puerta tras de él.
Lily y yo suspiramos aliviadas.
- Hemos tenido suerte - dije.
- Y que lo digas.
- Mejor no intentemos nada mientras estemos aquí.

En el psicólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora