Color de Rosas Vol.2 Omegaverse

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Luego de que Salem pasara a buscar a las hermanas Tomlinson dejaron a Olimpya junto con Lirio en su casa y emprendieron camino a la costa.
Leia no había hablado mucho, se había puesto nerviosa y prefirió firmar cosa que a Salem no le molesto ya que le contesto de igual manera.
Ahora se encontraban en el auto estacionado en la escollera mientras hablaban.

-Lo bueno es que ya no me molestan.- Firmo Leia con una sonrisa triste.

-Eso no debería ser "bueno", debería ser algo normal, nadie tiene porque molestarte.- Dijo Salem serio.

-Ya se pero es lo que hay.- El rodo los ojos.

-Muy cliché esa frase.- Leia rio.- ¿Te puedo preguntar algo? Si no queres responder está bien.- Dijo bajito.

-Pregúntame.- Respondió ella en un murmullo haciéndolo sonreír.

-¿Por qué dejaste de hablar? Ósea
¿Paso algo? Porque nunca lo hablamos y no entiendo muy bien que paso.- Dijo y Leia bufo.

-Y-yo umm.- Empezó a hablar haciendo que los ojos de Salem brillen.- No sé bien cuando fue en realidad, pero me empecé a sentir incomoda hablando supongo.- Bajo la mirada con vergüenza.- Y como mis papás me habían enseñado la lengua de señas empecé a firmar y supongo que después me acostumbre.- Salem asintió.

-Ósea ¿No pasó nada traumante digamos?- Leia rio.

-No, nada traumante.- Respondió sonriendo de lado.- Simplemente me dejo de gustar hablar. Es estúpido ya sé, pero bueno.- Se encogió de hombros.

-No es estúpido.- Dijo Sal.- Si vos estas cómoda está bien.- Leia sonrió.- Gracias por contarme.-

-De nada supongo.- Contesto y rio bajito.- Siempre me diste confianza para hablar.- Esta vez firmo.

-Me alegra que confíes en mi entonces.- Dijo y cuando quisieron darse cuenta la cercanía entre sus rostros se había cortado notablemente.- ¿Pu-puedo?- Pregunto bajando la mirada a los labios de Leia.

-S-si.- Susurro nerviosa y sintió los labios contrarios estamparse contra los suyos.

Y aquel beso fue el primero de muchos más que no sabían disfrutarían en un futuro.