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-¡Masta Sal!- Gritaba Inti corriendo alrededor de la mesa.

-Veni porquería vamos a comer.- Dijo Salem riendo al verlo correr desordenadamente.

-¡Noo! ¡Ejame!.- Grito mirando por sobre su hombro y choco con algo delante de el.- Aia.- Se quejó y comenzó a llorar.

-¿Qué dijimos de gritar y correr así cachorro?- Hablo Louis tomándolo en brazos, pues el había chocado con sus piernas.

-Me luele papi.- Se quejó con un puchero y se acurruco más cerca.

-Le hubieses hecho caso a Salem.- Dijo el ojiazul y miro al chico que estaba parado frente a el.- ¿Mi hija?- Pregunto curioso.

-Se está bañando.- Contesto y Louis asintió.

-Seguime entonces, no te voy a dejar solo hasta que termine, depravado.- Le dijo y Salem rodo los ojos pero camino tras él.

Llegaron a la cocina y el alfa abrió la heladera buscando lo necesario para la mamadera de Inti. Balanceo al cachorrito en su cadera y comenzó a prepararla a la vez que Salem los miraba desde la silla alta en la barra.
Justo cuando le pasaba la botella a Inti sonó su celular. Se aseguró de que el cachorrito la tomase bien y saco el celular de su bolsillo.
Vio que era un número desconocido pero atendió de todas maneras.

-¿Hola?- Hablo e Inti apoyo la cabecita en su hombro.- ¿Q-quien?- Pregunto nervioso ganándose la atención de Salem.

Sin decir nada se acercó a él y dejo que tome al cachorro en sus brazos. Le hizo señas de "ya vengo" y salió de la cocina.
El chico acomodo e Inti a lo largo en uno de sus brazos y con su mano libre lo ayudo a sostener la mamadera.
Leia apareció momentos después con el cabello mojado y el piyama puesto. Sonrió al ver a su novio embobado con su hermanito y lo abrazo por la espalda. Salem se enderezo y volteo la cara para darle un beso haciéndola sonrojar.

-¿Subimos?- Pregunto ella y el asintió
parándose y acomodando a Inti contra su pecho.

A mitad de la escalera la puerta de entrada se abrió y a su lado bajo Louis prácticamente corriendo.
Ellos no le dieron mucha importancia y siguieron el camino hasta la habitación.

-

Luego de terminar aquella llamada Louis escucho la puerta de entrada abrirse y sabiendo que era su esposo corrió a verlo.
En el camino Leia, Salem e Inti subían a la habitación de la menor pero poco le importo en aquel momento.
Cuando llego hasta Harry este estaba sacándose el abrió dejando bolsas de compras a su alrededor.

-Ey.- Saludo el omega y se acercó a abrazarlo pero freno de golpe.- ¿Qué paso? ¿Porque estas así? ¿Estás bien?- La cercanía hizo que sienta todo más fuerte a través del lazo.

-N-no, tenemos que hablar.- Balbuceo el alfa y Harry asintió preocupado.

Louis tomo su mano y lo dirigió en silencio a la pequeña oficina a un lado de su habitación. Entraron y cerró la puerta largando un suspiro pesado.

-¿Qué pasa amor? Me estas asustando.- Hablo Harry nervioso.

El alfa no dijo nada en cambio se acercó al cuerpo de su esposo y lo abrazo por el cuello, a diferencia de siempre, y el omega respondió rápidamente envolviendo su cintura, quedando así en las posiciones habituales invertidas.

-¿Estas bien?- Pregunto luego de un momento de silencio en el que solo acaricio su espalda. Louis negó.- ¿Me queres contar que paso?- El alfa no respondió.

No sabe cuánto tiempo más estuvieron sin decir nada pero el ojiazul movió su cabeza recostándola sobre el pecho del omega y hablo.

-M-me llamaron hoy.- Empezó bajito.

-¿Quién?- Pregunto Harry acariciando su cabello.

-Yo umm.- Tartamudeo y alzo la vista para encontrarse los ojos brillantes de preocupación del omega.- M-mi hermana.- Agrego y Harry frunció el ceño.

-¿Lo-lottie?- Louis asintió con pequeñas lágrimas en sus mejillas.- ¿Qué paso? ¿Está bien? ¿Qué quería? ¿Vos estas bien? ¿Qué te dijo?-
Pregunto nervioso pero hizo silencio cuando las manos de Louis acunaron sus mejillas.

-Murió mi papá.- Dijo juntando su frente con la de Harry.- Pe-pero hace unos años al parecer.- Agrego y su esposo lo abrazo más fuerte.- M-me llamo po-porque dice que me extraña.- Conto y rompió en llanto.

Poco importaron las castas en aquel momento ya que esta vez fue Harry quien tomo a su esposo en brazos y camino hasta el pequeño sillón en una esquina, dejándolo sobre sus piernas y pegándolo más cerca.

-¿Qué le dijiste vos? ¿Hablaron algo?- Pregunto meciéndose en un lento vaivén como si se tratase de sus cachorros quien estaba en sus brazos.

-Yo umm y-yo le corte.- Lloro en su cuello.

-Está bien, shh, está bien mi amor.- Acuno su mejilla con una mano mientras que con la otra acariciaba su espalda baja.

Color de Rosas Vol.2 OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora