Color de Rosas Vol.2 Omegaverse

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Leia estaba acostada en la cama de su habitación cuando la puerta se abrió revelando a un sonriente Salem que sostenía a una de las cachorritas en brazos.

-Buenas.- Saludo y ella lo miro sonriendo.

-Hola.- Respondió feliz.- No sabía que venias.- Dijo estirándose para besar sus labios.

-No iba a venir hoy pero termine antes en el laburo y te quería ver.- Explico sentándose junto a ella en la cama.

-Lindo que sos.- Dijo Lei tomando su rostro para besarlo.- Te amo.- Murmuro y el alfa sonrió.

-Te amo mas.- Contesto picoteando sus labios.- ¿Qué hacías?- Pregunto acostándose en la cama acomodando, a quien Leia ahora reconoció como Venecia, en su pecho.

-Tarea.- Respondió frustrada y Salem rio.- No te rías, odio el colegio.- Se quejó con el ceño fruncido.

-Ya sé, pero te quedan dos meses y pasas al último año.- Le dijo a la vez que movía sus cejas de una forma graciosa y ella rio.

-Igual.- Suspiro.- Odio el colegio.- Agrego acostándose a su lado.

Salem soltó uno de los brazos que tenía sobre el pequeño cuerpo de su cuñadita y lo uso para envolver la cintura de Leia y pegarla a su cuerpo.
La omega acaricio la mejilla de Venecia, sin intención de despertarla, y luego tomo la manito que descansaba en el pecho de su novio. Acaricio los diminutos nudillos y luego sus deditos. Se quedaron en silencio.
El alfa la observaba con amor y lo comprobó cuando alzo su mirada, encontrándose con los ojos de Salem fundiéndose en sus propios ojos azules, regalo de su papá Louis, y sonrió.

-¿Nosotros vamos a tener cachorros?- Pregunto sin estribos después de apoyar en mentón en el pecho de su novio. Salem suspiro y le sonrió.

-En un futuro, si, no veo porque no.- Respondió con delicadeza.

-¿En un futuro?- Pregunto y el asintió.

-Sí, si queres obvio que si.- Dijo acariciando su mejilla.

-Si quiero.- Hablo ella.- Pero ¿Por qué en un futuro? ¿Por qué no ahora?- Salem sonrió aún más.

-Porque sos chiquita para una responsabilidad tan grande. Los dos somos chicos, no estamos preparados.- Leia bufo.

-¿Cómo sabes qué no? Mira, cuidamos a mis hermanos siempre, sabemos cómo hacerlo.- Replico ella.

-No es lo mismo mi amor.- Respondió el.- Hay mil cosas que tenemos que hacer antes de tener un bebe, ni siquiera te marque Lei.- Explico y ella rodo los ojos.

-Sí, porque sos re lento hermano.- Bufo acostándose en su pecho y Salem jadeo.

-¡¿Hermano?!- Pregunto sorprendido y la sintió reír en su cuello.- Créeme que si fuésemos hermanos no haríamos todo lo que hacemos.- Dijo y Leia golpeo su hombro.- Aia.- Se quejó y ella rio nuevamente.

-Igual es verdad.- Murmuro la omega.

-¿Qué no somos hermanos?- Pregunto el confundido y ella negó. Alzo la cabeza y lo miro.

-Que sos un lento.- Explico y Salem trago saliva.

El chisto su lengua y sin decir nada se levantó ajustando a Venecia en sus brazos. Cuando llego a la puerta se dio vuelta y sonriendo hablo.

-No me voy eh, voy a dejar a Venu, ahora vuelvo.- Explico y su novia sonrió.

Leia luego de que se fue rodó los ojos y se dejó caer en la cama.
Momentos después escucho la puerta abrirse y sintió la cama hundirse a su lado. Luego Salem en un audaz movimiento se posiciono sobre su cuerpo, dejándola de espaldas a la cama para estar enfrentados. Se sostuvo con sus codos a los lados de su rostro y se miraron a los ojos.