Escuadrón Alacrán
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Adela G.
Las personas les temen a los alacranes, se alertan cuando ven uno cerca, de alguna manera lo considero extraño. Ellos están en su escondite, siendo inofensivos, pero cuando son alcanzados por su oponente ellos luchan incansablemente por su vida y se defienden hasta el último instante. Por ello elegí el nombre Escuadrón alacrán, una vez que nos atacas, te devolveremos el golpe 10 veces peor, como el veneno de un alacrán doloroso, agresivo y potente, capaz de causar mucho daño a todo el que tenga contacto con él.
Una vez leí en una revista, que la milicia y las fuerzas especiales, no son para todo el mundo, al principio no lo entendí, creí que solo era para subestimar o apagar el sueño de muchos, pero con el tiempo no solo me di cuenta de que era cierto, también lo confirmé. Nadie está preparado para matar y no sentir culpa. Entre la empatía y la ecpatía hay una sola diferencia, una la tenemos por naturaleza, la otra la adquirimos, tú decides cual es cual.
El amanecer llego y todos nos encontrábamos entrando al jet que nos llevaría a Alemania, Mark y Gunther serían los pilotos de las primeras cuatro horas, mientras Bennett y Simón se encargaban de terminar de transportar el armamento. Sasha y Miranda preparaban los equipos de seguridad y encendían los rastreadores que teníamos cada uno en la nunca.
Mientras yo conversaba con Fisher.
—Adela es muy importante que solo se comuniquen con la central si es una emergencia, de lo contrario, no puedes permitir que nadie nos contacte. —susurra solo para nosotros dos. —Sabes que confió en ti, pero todo está en riesgo.
—Entendido cero comunicaciones, ¿algo más que agregar señor director?.—le digo haciéndolo sonreír
—Cuídate, sabes que te quiero como a una hija, y trata de no hacer que Mark pierda la cabeza poniéndote de terca. —me tense un poco cuando escuche lo último que dijo y él lo noto. —Adela no es una sorpresa para mí, todo lo sabemos, hay algo entre ustedes y lo esconden demasiado mal. —me recrimina haciéndome reír.
—Solo con el hecho de querer estar conmigo, ya es un índice de que perdió la cabeza. —me limite a decir.
—¿Qué hare contigo Adela? —dice mientras ríe y se aleja de mi para subir al jet e imito su acción y comienzo a seguirlo.
—Buen viaje agentes, el éxito está en sus manos, la seguridad e integridad tanto del mundo como de la organización está en sus manos.
Dicho eso bajo del jet y todos se pusieron en posición, Bennett se encargó de cerrar las puertas del Jet y le indico a Mark y a Gunther que podíamos despegar.
Llevamos tres horas ya en el aire y el viaje era de diez horas, dentro de una hora nos toca pilotear a Bennett y a mí. El resto de los agentes estaba descansando a excepción de Simón que estaba configurando algunos aparatos de comunicación. Pasada la hora me acerque a Bennett, para indicarle que ya nos tocaba a nosotros.
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E X P U G N O ©
Teen FictionAdela fue entrenada para causar caos y destrucción a su paso, no tiene límites. Ella quiso pertenecer a una de las fuerzas especiales más importantes de los Estados Unidos la UFMA (Unidad de fuerzas mundiales anónimas). Con tan solo 22 años se ha c...