Adela fue entrenada para causar caos y destrucción a su paso, no tiene límites. Ella quiso pertenecer a una de las fuerzas especiales más importantes de los Estados Unidos la UFMA (Unidad de fuerzas mundiales anónimas).
Con tan solo 22 años se ha c...
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Felices +10k de lecturas para mi bebé! Las amo mucho.❤️
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Adela G
EL frio de la punta de su glock sigue pegado a mi frente, su brazo derecho en la misma dirección que el mío, ninguno parpadea. Ambos estamos decididos a presionar el gatillo. Lo que paso hace unos minutos no cambia nada, porque ahora ambos hemos comprobado que ni el sexo es medicina para el odio. Él estaba en un momento de debilidad y yo también, ambos nos utilizamos como el ancla del otro.
— ¿No que muy valiente?—inquiere mientras embosca una sonrisa. —Dispara. —me reta.
Retiro el seguro de la glock y posiciono mi dedo sobre el gatillo, él no realiza ninguna expresión de duda, mientras se dispone a imitar mi acción al instante pero sin darle tiempo de reaccionar...Lo presionó.
El click se escuchó pero la bala nunca salió, rápidamente lo veo sonreír aún con la pistola en mi frente, reviso el cargador de balas del arma que se encuentra en mis manos, para darme cuenta de que estaba vacía.
— ¿Qué pensabas que no sería capaz?—digo arrojando el arma al suelo y llevando mis manos sobre el arma de él, para pegarla aún más a mi frente. —Ahora veamos si tú eres capaz.
La sonrisa desapareció de su rostro, lo que me dio a entender que esa arma, a diferencia de la mi si estaba cargada, mis ojos nunca se apartaron de los de él y cuando retiro el seguro y acerco su dedo al gatillo y la puerta del despacho se abrió de golpe.
—Parece que acaban de salvar tu vida. —dice bajando el arma, para prestarle atención a la persona que yace detrás de mí.
Giro sobre mis pies para encontrar a Codat observándonos a ambos de una manera diferente y extraña, pero al parecer solo le duro segundos porque inmediatamente volvió a su expresión seria, entonces él acorta la distancia que nos separaba y camina hasta detenerse a mi lado mientras Althol se posicionaba detrás del escritorio, logrando que Codat y yo quedemos al frente de él.
—Todos los Vor v zakone que enviamos, están muertos.—es lo primero que dice y noto como Althol se tensa.—Sus cuerpos quedaron calcinado, de los Navy Seals, algunos lograron salir ilesos, por lo que deben haber ido a informar a sus superiores, así que la seguridad y vigilancia por este lado estará intensa.
Althol comienza a observarme con el mismo odio de hace unos minutos, y yo no bajo mi mirada, la mantengo fija como él hace con la suya. Y mientras me está observando su boca se abre.
—Salga. —pronuncia sin dejar de mirarme.
Codat me mira y luego a en él en repetidas veces.
— ¿No escucharon?—añade. —Salgan ahora mismo, quiero estar solo.
Codat gira sus pies luego de darle un asentimiento y comienza alejarse, imito su acción pero antes de irme me dedico a ver a Althol nuevamente y noto cuando toma una botella de Alcohol y le lleva directo a su boca.
