Adela fue entrenada para causar caos y destrucción a su paso, no tiene límites. Ella quiso pertenecer a una de las fuerzas especiales más importantes de los Estados Unidos la UFMA (Unidad de fuerzas mundiales anónimas).
Con tan solo 22 años se ha c...
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Althol K.
Con el pasar de las horas ya habíamos aterrizados en Rusia, la llegada al aeropuerto privado fue en total anonimato, solo pocas personas tenían conocimiento de que aterrizaría en territorio ruso, sabiendo como están las cosas a mi alrededor no quiero que exista una mínima de posibilidad, de que la información sobre mi llegada a Rusia se esparciera.
No por el momento.
Los ataques sorpresivos llegan hacer más peligrosos, que aquellos que parecen directos o avisados.
Codat, el resto de mis hombres que me acompañaban ya llevábamos horas en la mansión de los Ferrum Hominum aquí en Rusia, la llegada causo revuelo no solo en la mansión sino también en el pueblo, que nos rodea, donde la gente me es leal.
Mis hombres se encontraban entrenado y mostrándome los armamentos que teníamos almacenados aquí, tenemos aproximadamente veintiocho horas para entrenar y preparar un plan de ataque como elemento sorpresa, para la gran fiesta de revelación de Nikolai.
Dejar Sudáfrica ocupada por gente que no confió, a lo mejor no fue la mejor decisión que he tomado en estos días, pero tengo prioridades. Mientras Codat se dedica a entrenar con el resto de hombres que nos acompañara, yo me dedico a planificar la entrega del cargamento de armas que saldrá de aquí mañana hacia Francia.
Una de mis facciones siempre será la creación de armamentos, aunque ya no le dedico el mismo tiempo que antes, saber que puedo crear las cosas que la gente considera imposible, es un privilegio con el que tendré que vivir hasta el día de mi muerte
—Todo listo. —informa uno de mis hombres cuando me ve salir de la mansión.
El lugar donde crecí, donde está mi historia, el lugar que mi padre, siempre considero como seguro. El pueblo que rodea la mansión, nos considera como dioses, nos considera su salvación, la policía nos rinde homenajes y Nikolai lo sabe, es por ello que mientras mi padre no este aquí para defenderlo siempre estaré yo.
Empiezo a dar pasos firmes, en camino a la sala de entrenamiento, donde debería estar Codat con los hombres escogidos para el atentado. Cuando finalmente entró, la sala está rodeada de hombres observando una pelea desde lejos, doy pasos y al muchos notar mi llegada empiezan abrirme camino, para llegar adelante, cuando me adentro a la el camino rodeado de personas, lo veo.
Codat peleando con tres de los Vor v zakone, me detengo entre la multitud y comienzo a observar la pelea, los golpes de cada uno de mis hombres son firmes, pero ejercen toda la presión y fuerza en sus brazos, mientras que sus piernas no tienen la fuerza suficiente para mantenerlos de pies y Codat lo sabe.
Es por ello, que no devuelve ningún golpe, solo los esquiva, quiere que se cansen, al punto de aprovechar la oportunidad que ellos mismos le están dando de derrumbarlos.
