Estos días con Jorge fueron geniales. Estuvimos viendo películas, salimos a dar paseos con Toby, a comer por ahí y hasta quedamos un día con mis amigos.
Hoy es fin de año, apenas quedan unos minutos para Año Nuevo y estamos viendo una película en el salón.
De la nada noto la mirada de Jorge.
— ¿Qué?— le pregunto girándome hacia él.
— Nada. — su mirada a de mis ojos a mis labios.
Paro la película porque sino me la voy a perder por estar hablando.
— ¿Entonces porque no miras la película?
Extiende un brazo y me acaricia la cara.
— Porque te puedo mirar a tí— dice como si fuera obvio.
— ¿Vas a ver la película?
— No.— niega mirándome a los ojos.
— Pues está interesante, la protagonista... — me corta cuando estampa sus labios contra los míos.
Exclamo con sorpresa pero le sigo el beso.
Todavía me sigue besando despacio, lento, entonces decido cambiar yo el ritmo a uno más rápido y excitante.
Le coloco las manos en la mandíbula y él me las pone en la cintura.
Me subo a su regazo y nos separamos por falta de aire.
— Eh — Jorge apoya su frente en la mía. — ¿estás segura de esto? Es decir, ¿tienes confianza en mí?
— No tengo casi nada — admito — , pero si la suficiente como para tener sexo.
— Me parece justo — dice haciendo una mueca. — ¿Entonces subimos?
— Vale.
Me levanto de su regazo y me pongo de pie. Jorge también se levanta.
Entrelaza nuestras manos antes de empezar a guiarme hasta su habitación en la mansión.
Al entrar en la habitación cierra la puerta tras nosotros.
Me acorrala entra la puerta y su cuerpo. Acerca su cara para besarme pero lo paro antes.
— ¿Tienes preservativos? — le pregunto seria.
Separa nuestras caras para mirarme a los ojos.
— Sí. ¿Vamos a usar? Es decir, antes no...
Lo interrumpo antes de que continúe.
— Sin preservativo no hay sexo. ¿Lo tomas o lo dejas?
— Como tú quieras preciosa. — acepta antes de besarme.
•••
Después de terminar, Jorge se levanta de la cama y tira el preservativo en la basura.
Vuelve a la cama y se acuesta a mi lado.
— Genial como siempre, preciosa. — me da un beso en la mejilla. — Me gustan los tatuajes que tienes.
Me agarra el brazo donde tengo la enredadera de rosas y las mira.
— ¿Puedo intentar adivinar el significado?
— Si quieres — me encojo de hombros.
— Seguro que es por Rosa, digo yo. Es algo que te recuerda a ella, seguramente por su nombre. — dice acercando a la primera.
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El vecino de los tatuajes
Romance"Las cosas no siempre salen como planeamos y eso puede ser bueno, a veces." Iria Rodríguez es una chica que sale de fiesta a escondidas para no arruinar la "perfecta" reputación de sus padres. Su madre siempre quiso controlar todo lo que hacía pero...