Estoy en el bar con Pablo y Rosa. Hoy hay más gente, entonces Pablo atiende y yo preparo el pedido para que se lo lleve.
Cuando están todos los clientes atendidos se acerca a la barra.
— Hoy está siendo un día bastante largo. — se queja.
— Ya — le respondo.
Rosa nos mira a ambos.
— Sois muy trabajadores. — nos dice.
— Es lo que hay que hacer — dice Pablo.
La puerta del bar vuelve a abrirse dando paso a Jorge. Se acerca a la barra y me de un beso en la mejilla.
— Hola — saluda.
— Hola — dije Pablo observándolo embobado.
— Atrás, es mío, tú tienes novio — le digo.
Jorge sonríe.
— ¿No pensaste nunca en hacer un trío? — sugiere y Rosa le pega una colleja.
— Ya te lo dijo Iria, tu tienes novio y aunque a él le pareciera bien yo no dejaría que eso pasase. — le dice Rosa.
— ¿Porqué? — reprocha.
— Porque es tu amiga.
— Pero así se refuerza la amistad.
— Ya, pero dudo que a Iria le haga mucha gracia que beses al chico que ella besa.
— En eso Rosa tiene razón — añado.
— Y yo tampoco dejaría que la besaras a ella. — dice Jorge.
— ¿Y a tí? — le pregunta a Jorge haciendo que Rosa y yo nos riamos.
— No. Lamento decirte que para tu desgracia soy completamente hetero.
— Una pena.
Rosa niega con la cabeza como si no pudiera creer el personaje que es Pablo.
— Cada día vas a peor — le dice antes de que una chica se acerque a la barra.
— Una botella de agua — pide a la vez que se coloca al lado de Jorge.
Cojo la botella de agua y se la doy. Me paga y sigo limpiando la barra.
— Hola guapo — le dice a Jorge y hago como si nada. - , ¿quieres ir a dar una vuelta?
— No quiero, además estoy con alguien. — contesta Jorge sin tan siquiera darle un vistazo.
— No se tiene porque enterar.
La chica le pone la mano en el hombro y Jorge se lo aparta.
— Dije que no quiero no que no podía, ¿entiendes la diferencia? — recalca y la chica se marcha.
— Muy bien vecino de los tatuajes — le dice Pablo.
Me acerco a Jorge. Me mira a los ojos y me sonríe.
— No serás tú una celosa psicópata, no?
— No, tampoco estaba prestando atención a la conversación.
— Ya claro, lo que tú digas preciosa- me da un corto beso en la boca.
La puerta se vuelve a abrir y me separo para mirar quién es. Veo a mis padres y les hago una seña para que se acerquen.
— Hola — saludan y mi madre mira todo con una pequeña mueca de asco.
— Sentaros aquí, vamos a hablar. — les ofrezco.
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El vecino de los tatuajes
Romance"Las cosas no siempre salen como planeamos y eso puede ser bueno, a veces." Iria Rodríguez es una chica que sale de fiesta a escondidas para no arruinar la "perfecta" reputación de sus padres. Su madre siempre quiso controlar todo lo que hacía pero...