𝐓𝐀𝐋 𝐕𝐄𝐙 𝐌𝐀Ñ𝐀𝐍𝐀 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

8.

Capítulo 8.

Afuera de la habitación puedo escuchar los pasos de mi hermana y mi sobrina levantándose. Maldita sea ¿Porqué nos tuvimos que quedar dormidos?
Niall continúa durmiendo plácidamente, mi sábana cubre su cuerpo desnudo solamente hasta donde comienza su V, haciéndolo ver tan sexy.
Sí no fuera porque estoy sumamente preocupada de que mi hermana se entere que él está aquí, ya estaría acariciando su abdomen.

-¿Niall? —Susurro acercándome. —Oye, debes despertar. —Mi mano acaricia su mentón suavemente y él se remueve, pero no despierta. Joder, sí que tiene el sueño bastante pesado. —¿Niall? —Repito y esta vez sí comienza abrir sus ojos.

Sus intensos ojos azules me observan un poco confundidos y tensos al principio, pero luego se relaja y una pequeña sonrisa atraviesa sus labios.

-Buenos días. —Me saluda. Su voz es baja y gutural.

-Buenos días. —Repito al mismo tiempo que ambos escuchamos el sonido de mi puerta.

-¡Anna, por favor levántate! —Me pide Alana. —¡Necesito saber como te fue ayer!

Me quedo callada durante algunos segundos.

-¡Ya voy! —Grito. —Mierda ¿Como diablos te sacaré de aquí? —Susurro.

Niall sonríe.

-No lo sé. Pero al medio día tengo una reunión con la junta directiva del colegio. —Me informa.

-Joder.

Me levanto de la cama sintiendo sus ojos sobre mi cuerpo desnudo. Me pone nerviosa, sobre todo porque soy un manojo de nervios intentando pensar como haré para que mi hermana y sobrina no sepan que él está aquí.
Mientras deslizo un pantalón de chándal por mis piernas, la puerta vuelve a sonar.

-Tía ¿Tienes un cargador? —Es Amy.

Niall me observa. Me pregunto porqué está tan relajado y ni siquiera se levanta de la cama.

-No Amy. —Respondo.

-¡Pero si tú siempre tienes uno!

-¡Pero ahora no! —Le grito de vuelta mientras intento poder ponerme el maldito brasier bajo la mirada de él.

-¡¿Porqué tienes la puerta cerrada?! —Continúa insistiendo mientras gira el manojo de la puerta con brusquedad.

Estoy estresada.

No respondo y ella no vuelve hablar. La escucho alejarse.

-Niall, levántate.

-¿Ya pensaste como me sacaras de aquí? —Susurra con diversión. —Podría saltar por la ventana, pero temo ser visto por alguien allá afuera.

-Que gracioso. —Digo tomándome el cabello en un moño alto. —No hagas ruido, iré afuera unos minutos.

-Sí señora. —Él no deja de sonreír. Cabrón.

Cuando salgo cierro con seguro y me llevo la llave. Alana está en el salón y al verme sonríe de oreja a oreja.

-Cuéntame como te fue con el bombón. —Me pide.

-Cállate. —Le pido. —Amy podría escuchar.

En realidad, no quiero que él escuche.

-¡Vale, vale. Ven aquí! —me pide.

Me siento a su lado y me quedo mirando.

-¿Quieres saber como me fue en la reunión? —Ella asiente. —Me fue bien, anoté todo en el cuaderno. Ah, y el profesor de Amy me entregó algunos exámenes, bastante buenos.