𝐓𝐀𝐋 𝐕𝐄𝐙 𝐌𝐀Ñ𝐀𝐍𝐀 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

11.

Capítulo 11.

Las nubes grises en el cielo son una señal de que no dejará de llover. Mientras Niall conduce rumbo a mi casa pienso en lo que ocurrió anoche.
El dolor que sentía hace una hora atrás al despertar poco a poco comienza a disminuir.
Podría quejarme, pero no tiene sentido. Fui yo la que le pidió follarme por el culo, me sentía tan caliente que no lo pude evitar. ¿Volvería a repetirlo? Sí, no cabe duda de que lo haría otra vez, o quizás muchas más hasta que ya no sea doloroso.

-Entonces, te esperaré aquí. —Dice cuando aparca afuera de mi casa.

-Sí quieres, puedes pasar. —Le ofrezco. —Mi hermana y Amy no están, me envió un mensaje diciendo que estaría donde una amiga.

-¿Estás segura? —Me pregunta.

-Solo si tú quieres pasar.

Él me sonríe.

-Te esperaré en el salón.

-Sí, por supuesto.

Juntos bajamos de su auto y caminamos hasta la entrada de mi casa. Cuando ya estamos adentro, él se sienta en el sofá.

-Anna. —Me llama.

-¿Sí?

-Usa algo abrigador. —Me pide y yo le sonrío.

-Lo haré.

Durante diez minutos corro de un lado a otro. Mi habitación es un desastre, tengo un montón de abrigos, vestidos de invierno y blusas sobre la cama.
Odio estar contra el tiempo, soy una persona organizada con los tiempos, y esto me estresa.
Al final me decido por una falda corta de cotelé color burdeo, es mi favorita.

-¿Anna? —Niall llama a la puerta.

-Adelante, estoy casi lista. —Le explico, aunque en realidad solo estoy en mis pantys negras y la falda.

Cuando él abre la puerta y observa el caos sobre mi cama suelta una risita.

-Creo que estás teniendo problemas con la elección de atuendo. —Me dice con diversión mientras observa como termino de ajustar mi brasier.

-Resulta que toda mi ropa de invierno estaba guardada. —Le explico mientras me pongo la blusa negra.

Él asiente.

-¿No será muy poca ropa la que llevas puesta?

-No es poca ropa, además usaré mi abrigo. Cubre casi todo mi cuerpo. —Le explico e intento comprender su preocupación por mi. —No pasaré frío.

-Bien. —Él sonríe. —Te vez muy bonita.

-Gracias. —Susurro sintiéndome un poco cohibida. Sé que es ridículo sentirme así después de todo lo que hemos echo, pero él está mirándome de una manera demasiado extraña. —Voy a buscar... Mis botas.

Él asiente y yo espero que él salga de mi habitación, pero en vez de eso, lo veo caminar hasta mi cama y sentarse en un espacio libre. Sus ojos continúan en mi cuando termino de ponerme las botas negras y alistar mi cabello.
El silencio en la habitación se prolonga por lo que escapo al baño para realizar los últimos retoques en mi rostro, que son básicamente un poco de corrector para eliminar mis ojeras y rimel en mis pestañas.

Cuando vuelvo al cuarto, él está doblando mi ropa, la que había dejado sobre la cama.

-Niall. —Me acerco a él sintiéndome muy avergonzada. —Deja eso ahí, no es necesario.

-Está bien, me gusta el orden. —Me dice mientras deja mis blusas perfectamente dobladas sobre mi cama.

-Gracias. —Respondo con una pequeña sonrisa en los labios. —Por casualidad ¿No estas buscando un trabajo extra? Mi closet es un lío.