𝐓𝐀𝐋 𝐕𝐄𝐙 𝐌𝐀Ñ𝐀𝐍𝐀 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

35.

Capítulo 35.

Niall vuelve a la habitación con una toalla alrededor de su cintura. Su cabello aun está húmedo y algunas gotitas de agua se deslizan por su cuello.
Acostada bajo las sábanas lo observo pasearse hasta el closet y buscar unos bóxer.
La toalla que llevaba cae al suelo dándome una increíble visión de su trasero bien trabajado y algo pálido.
Sonrío mirando cada movimiento, en como desliza la prenda por sus muslos y lo acomoda bajo sus caderas.
Dándose la vuelta, me observa con diversión.

-¿Apreciando la vista? —Bromea.

-Sí, profesor.

Él sonríe.

-Date la vuelta, boca abajo.

-Amo el sexo contigo, pero estoy exhausta.

-Cariño, solo quiero poner una pomada de árnica en tu lindo culo —Se ríe —También me has dejado exhausto, eres una Diosa insaciable.

Se me escapa una tonta sonrisa. Me giro boca abajo sobre la cama y él se sitúa a mi lado.

-Tampoco está tan mal —Digo, pero en realidad si me arde un poquito.

Niall alza la camiseta que me ha dado para dormir y suspira.

-Nos dejamos llevar demasiado —Murmura deslizando suavemente la pomada.

-Se sentía muy bien —Admito recordando la forma en que le pedía azotar mi culo una y otra vez mientras me embestía duro —Me gustó mucho.

Niall se ríe.

-A mi también —Admite —Pero no soy yo quien termina así.

-¿Quieres que para la próxima se inviertan los roles? Puedo darte unos buenos azotes en ese trasero perfecto que tienes —Niall se ríe a carcajadas.

-Lo voy a pensar —Responde —Aunque sería extraño —Murmura más para si mismo.

Sonrío.

-¿Ya está?

-Sí, preciosa. Quédate así un rato, para que penetre en tu piel.

-Me gusta cuando penetra mi piel —Bromeo y él vuelve a reírse —Gracias, eres muy gentil.

-Anna, eres muy graciosa —Inclinándose besa mi hombro —Y no lo agradezcas, me preocupo por ti. Además, estos azotes de los di yo.

-Pero estuvieron muy bien —Susurro —Acuéstate, por favor.

-Sí, cariño.

Niall apaga la luz y se acuesta a mi lado. Aun boca abajo su brazo rodea mi cintura.

-Te amo mucho —Le digo —Me alegra que la cena te haya gustado, me había esmerado mucho.

-Estuvo exquisita, Anna. Si continúas cocinando así, ya no estaré en forma y no podré ser profesor de deporte.

Sonrío acercándome a su boca.

-¿Estás seguro? Pierdes calorías después del sexo, eso leí —beso sus labios suavemente.

-Mmm no exactamente, es más un mito.

-Pero podemos ponerlo en práctica, para saber si es cierto o no —Sugiero y él se ríe.

-Vale, pero esta noche tuvimos demasiado de eso, así que ya es hora de dormir.

-Está bien —Susurro acercándome a su cuerpo. Niall me cubre con las sábanas y besa mi mejilla —Buenas noches, dulces sueños.

-Dulces sueños, mi amor. Te amo.

Sonrío.

-Te amo también.