𝐓𝐀𝐋 𝐕𝐄𝐙 𝐌𝐀Ñ𝐀𝐍𝐀 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

13.

Capítulo 13.

Quisiera que Alana no estuviera mirándome con ganas de matarme. No estaba en mis planes que ella llegara al mismo tiempo que nosotros.
Mi sobrina abraza a Niall y lo llena de preguntas al ver que está conmigo.

-Nos hemos encontrado por casualidad y me ofrecí a traerla a casa. —Le explica él.

-Entonces ¿son amigos?

-Sí, lo somos. —Responde él sonriendo.

-¿Va a entrar a mi casa? —Pregunta la pequeña llena de ilusión.

Alana nos observa y luego suspira.

-Sí, profesor. Podría entrar un momento. —Le dice mi hermana, Niall vuelve a sonreír.

-Lo agradezco mucho, pero debo organizar algunas cosas para el día de mañana, quizás en otra oportunidad. —Responde éste.

Mi hermana le sonríe.

-Claro. Amy, despídete.

-¡Pero mamá! —Ella se queja mientras toma la mano de Niall. —¡Por favor, solo un momento, para enseñarle mi trabajo de Artes!

-Y puede tomarse un café. —Le ofrece Alana.

Sé que su repentina simpatía no es porque sí, la conozco.

-Esta bien. —Responde Niall relajado.

Amy lo instala en el salón mientras corre hasta su habitación para buscar sus trabajos.

-Volvemos enseguida. —Le dice mi hermana. —Póngase cómodo. —Agrega sonriendo.

-Gracias. —Niall también le sonríe.

Ella desaparece dentro de la cocina y yo me acerco a él para decirle que lo siento mucho, debe sentirse incómodo. Pero mis palabras se quedan al fondo de mi garganta cuando Amy aparece con una carpeta roja, donde guarda todos su trabajos de arte. Niall me observa y me guiña un ojo.

-¡Anna, ven! —Me llama Alana.

-Ya voy. —Respondo alejándome del salón. Cuando entro en la cocina ella está dejando las tazas sobre una bandeja. —Oye, él solo venía a dejarme, y tú apareciste.

-¿Te he dicho algo? —Ella me observa.

-Te conozco, vi tu cara de ogro. —Digo y ella sonríe levemente.

-¿Y que querías que hiciera? Te pedí discreción, pero ya entiendo que no conoces ese término. —Se burla.

-Ya te dije, solo me traía de vuelta. —Digo. —Además, tú le ofreciste un café.

-Sí, porque tampoco puedo ser descortés. Sigue siendo el profesor de Amy. —Me explica. —Ahora ven, ayúdame.

-Sí. —Murmuro.

-¿Ya te pidió ser su novia? —Me pregunta.

-No.

-¿Y lo hará? Porque si lo hace debes saber que Amy no puede saberlo, no todavía. Ella no guardará el secreto. —Me explica.

-No somos nada, Alana. —También le explico.

-¿Siguen conociéndose? Porque estoy segura que ya lo conoces demasiado y me refiero a físicamente. —Dice llevándose la bandeja fuera de la cocina.

Suspiro.

Cuando vuelvo al salón Niall está mirando los trabajos de Amy, preguntándole sobre algunas técnicas de pinturas que debieron utilizar en clase.