𝐓𝐀𝐋 𝐕𝐄𝐙 𝐌𝐀Ñ𝐀𝐍𝐀 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

14.

Capítulo 14.

Definitivamente debo estar muy desesperada por pasar tiempo con él, que he aceptado ser una de las apoderadas que asistirá al paseo de curso de Amy.
Bien, supongo que la forma en que me lo pidió tampoco me dio muchas opciones. ¿Quién se resiste a esa cautivadora mirada? ¿Y quién se resiste a los ojos de mi sobrina también pidiéndomelo?
Alana por supuesto está preocupada, Joder siempre lo está. Pero ahora realmente está preocupada por nosotros, teme que seamos imprudentes.

-No vamos hacer nada, Alana. —Insisto. —Amy y todos sus compañeritos estarán allí. Es un museo.

-Yo también tuve 24 años, Anna. Casi 25. —Me recuerda.

-Sí no lo apruebas, deberías decírmelo. —Le pido. —Cada vez que nos ves juntos, estas quejándote. Tampoco es que me vaya alejar de él porque no lo apruebes, pero al menos dímelo. —Me quedo mirándola. —Quizás podría funcionar.

Ella suspira.

-Anna, te he dicho hasta el cansancio que no me molesta tu elección. Solo quiero que no sean imprudentes... —

-Vale, vale. —Ni siquiera la dejo terminar porque sé lo que va a decirme. —Temes que Amy salga perjudicada en el colegio.

-Exacto.

-Debes confiar en mi. Jamás haría algo que pudiera perjudicar a mi sobrina. —Respondo. —Ahora debo terminar de vestirme.

Ella asiente y luego sale de mi habitación. Sé que estar cerca de Niall me vuelve torpe, ayer cuando fui a buscar a mi sobrina me comporte como una verdadera estúpida, me tenía hechizada bajo su mirada y todas mis respuestas no eran más que un asentimiento. Solo me faltaba un gran letrero en mi frente que dijera ESTÁ LOCA POR ÉL.
Incluso él se dio cuenta de mi manera extraña de mirarlo, y es que no sé que ocurre contigo últimamente que cada vez que pienso en él, suspiro como una tonta.

Me hubiera gustado llevar un lindo vestido que muestre mis piernas, unos lindos tacones y un maquillaje más pronunciado, pero debo recordarme que no voy a tener una salida con él a solas. Mi elección no me hace feliz, él jamás me ha visto de una manera informal, con un jean y zapatillas bajas. Lo único que me gusta de mi atuendo es mi cárdigan rosa pastel. Mirándome en el espejo, suspiro.

-Anna, hoy te ves como una niña de quince años. —Murmuro. —Es mejor así.

Tomando mi mochila, la cual me hace parecer como si me fuera al instituto, salgo al salón. Alana está de lleno en su portátil. Al verme, sonríe.

-Vaya, pareces una niña buena. —Se burla.

-Ja ja. —Me acerco a ella y dejo un beso en su cabeza. —Cuidaré muy bien de Amy, mucha suerte en tu reunión.

-Gracias, Anna. De esa reunión depende nuestra ampliación. —Dice con un poco de nerviosismo.

-Sé que saldrá todo bien. Ya puedo imaginarnos en el futuro segundo piso del restaurante, al aire libre en el balcón. —Ella se ríe.

-Vete, no hagas esperar a tu profesor.

-¡Te quiero, nos vemos en la tarde! —Respondo saliendo de casa.

El aire es fresquito mientras camino hasta la parada del autobús. Hubiera preferido ir en mi auto, pero estacionar en el colegio será un caos.
No estoy familiarizada con paseos escolares, pero Amy dice que todos los padres van a despedirse de sus niños.
Sé que si yo no fuera parte de los apoderados asistentes, estaría triste porque Alana no pudiera ir a decirle adiós.
Ella es muy pequeña aún y no entiende algunas cosas.