𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 1

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~Mía Martínez~

Siento un brazo zarandear me, what? Miro hacia arriba y me encuentro la cara de una azafata.

Me sonrojo por la vergüenza, ¿me había quedado dormida?

-Señorita, es hora de bajar del avión, acabamos de aterrizar -me dice amablemente.

-Gracias señora -la digo en el mismo tono.

¿Cómo la llamás señora, pedazo boba? Te acaba de mirar fatal...

Y tiene razón, miro a la azafata y me mira con asco.

Bajo del avión y recojo las maletas en el aeropuerto. Allí veo aparcado un 4x4 negro, el coche de mi querido padre.

Ando con maletas arrastrando hacia el coche. Veo que del coche sale una persona que no conozco.

Llegó al coche y se acerca el señor que no conozco. Meto las maletas en el maletero y miro al hombre.

-Soy Jesús Casas y ¿tú debes ser Mía Martínez, no? -me dice.

-Si soy -le sonrío-, ¿Dónde está mi padre?

-Tu padre está entrenando -me devuelve la sonrisa-, ven que te llevo al estadio -me hace una seña para que monte en el coche.

Monto en el coche y Jesús pone la radio. En la radio empieza a sonar la canción:

"Ramenez la coupe à la maison"

Sonrío al recordar el mundial que ganó Francia. Escucho atentamente la canción hasta que sale mi parte favorita y no puedo evitar mover los brazos como mi maestro favorito.

-N'Golo N'Golo Kante -canto-, Maestro Kimpembe, Kimpembe, Kimpembe, Kimpembe, Kimpembe, Kimpembe, Kimpembe -hago el baile de Kimpembe.

-Me recuerdas a Pedri bailando con esta canción -le miro confusa.

-¿Quién es Pedri? -miro la hora en mi móvil.

-Es un jugador nuevo, ya le conocerás -me sonríe.

En el camino, estuve mirando los siguientes partidos con los que jugaría España. En siete días jugaba contra Suecia, en diez contra Polonia y en catorce contra Eslovaquia.

No me doy cuenta que llegamos hasta que noto una mano apoyarse en mi hombro, es Jesusito.

-¡Mía, vamos! -me dice sacándome del coche con cuidado-, tus maletas te las dejaré en el hotel, esta es la llave de tu habitación -me da una tarjeta con el número 213.

Me quedo empanada mirando la tarjeta.

-Con esto se abre la puerta, hay 18 habitación vuestras, es decir, desde la 200 hasta la 218 son vuestras -me da una bolsa de deporte-, aquí tienes la equipación de España, la especial para entrenadores. La tienes puesta con tu segundo apellido, como pediste

-Gracias Jesús, yo voy a dentro -me despido de él.

Decido entrar por la puerta de atrás, busco los vestuarios y los encuentro.

Suelto el móvil y la tarjeta encima de él banco que hay y saco la ropa de la mochila.

En primer lugar saco las calzonas blancas y rojas con el número 13, ya que es mi favorito, en segundo lugar, saco las medias blancas y rojas. En tercer lugar saco las zapatillas de tacos, de color blancas y de mi número de pie, el 36. Por cuarto lugar saco la chaqueta blanca y por quinto la camiseta blanca y roja, con mi segundo apellido Collins.

Así es, me llamo Mía Martínez Collins. No he hablado mucho de mi apariencia pero soy bajita, delgada, con buen cuerpo y tengo un pelo largo marrón y liso. De cara soy guapa, o eso creo. Tengo los ojos azules, como mi madre, pecas y pestañas largas. Juego al fútbol desde los 4 años.

Cállate ya, que al final tu padre se va a enfadar y te va a hacer volver a Asturias.

Déjame

Me visto ignorando la voz de mi conciencia, la equipación me queda genial. Me ato el pelo en una coleta y salgo hacia el campo.

Nada más salir al exterior veo a mi padre explicando algo a varias personas. Tres personas las cuales pude reconocer se giraron a verme, estos eran Jordi Alba, Koke y Unai Simón. Gracias a estos, todos fijaron su vista en mí.

Pude reconocer a unos cuantos, pero no a muchos. De allí los únicos que me conocían eran Jordi Alba, Sergio Busquets, Koke, Eric y Unai Simón.

El primero vino junto con Koke a abrazarme.

-te heché de menos Mía -me susurro Koke al oído.

-cuantos años sin verte, cuanto has crecido pequeñaja -me sonrió.

-yo también os heché de menos -me separé del abrazo.

He de decir que las caras de confusión ganaban, todos excepto los nombrados anteriormente y mi padre me miraban confusos. Se nota que su entrenador no les había dicho quién era yo. Aunque quitando eso... Casi sabe que Luis Enrique es mi padre.

Sin querer acabo uniendo mi mirada con un jugador, el 26...

¿Quién es?

Ayyyy ya está el primer cap <3

𝔽𝕒𝕝𝕝𝕚𝕟𝕘 𝕚𝕤 𝕟𝕠𝕥 𝕒𝕟 𝕠𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟, 𝕚𝕤 𝕚𝕥? -Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora