Olor a gato

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–¿Jagā, porque nos detenemos?–.

–Bueno... La comida es buena, realmente son los mejores mariscos que eh comido pero digamos que el local no es muy estético y bueno, no sé que opines–, pregunto la chica un poco avergonzada.

–Oh no te preocupes, no le tomo importancia a eso, después de todo como la comida no el local además eh pasado por mucho, incluso llegué a comer basura en un callejón, de hecho dormí en un callejón por algunos días...–, mientras hablaba la cara de la niña gato se llenó de horror.

–Pero señor... Cómo pudo tolerar eso, usted es un dios...

–Un dios también puede perder, también puede morir y también puede fallar, ser un dios no es un algo mágico que te hace mejor que los demás, solo es más poder–.

–Entonces espero que te guste la comida–.

–Claro pero si no me gusta te voy a comer a ti, considerando que eres una chica gato podría decirse que te voy a bañar jeje–, le susurré al oído.

–Pervertido, ¿por qué tienes que bromear con eso?–, dijo la chica gato mientras hacía pucheros.

–Es divertido ver cómo te sonrojas, además es divertido cuando no te golpean por decir eso... Oh cuando no te denuncian–.

La chica gato me tomo del brazo y me jaló por las calles secundarias, tenía la impresión que me iba a llevar a una comida callejera, bien por mi, los mejores tacos eran los de tres por cinco pesos y creo que como dios debería aguantar una intoxicación por pescado... ¿Verdad?

Por fin llegamos al establecimiento y debía decir que pensaba que sería peor, realmente era un establecimiento normal, platos de barro, sillas con almohadones rellenos de plumas, algunos platos con lo que parecía ser una ensalada, supongo que faltaban algunas cosas que estaban al otro lado del mundo, todo era normal si no contamos con el hecho de que habían personas con características no humanas y que curiosamente no se veían raras.

Supongo que tendría que hablar con el psicológico sobre eso en particular cuando le cuente mi sueño, aunque me da miedo que me diga que es un rasgo zoofilico, talvez lo sugiera o talvez pregunté sobre ese tema, claro eso suponiendo que recuerde que soñé esto... Mejor volvamos a la comida.

Me senté alado de Jagā y apoye mi cabeza en su hombro, ojalá el chico del restaurante no me tratara como todos los demás, al cerrar los ojos y concentrarme podía percibir el olor de la comida, cada esencia era totalmente diferente, incluso las especias, el polvo, las personas, cada esencia era diferente... Realmente me recordaba a la película de la rata cocinera... Talvez debería cocinar para salir del sueño, no eso no es lo suficientemente ridículo, creo que para salir debería bailar y bueno el festival estaba cerca, aunque no sabía cómo bailar, ¿Acaso mi ser inconsciente quería aprender a bailar?.

Mi mente se quedó en blanco cuando detecte el mejor olor que nunca antes había olido, no era un olor común pero me recordaba a algo, la esencia de ese olor tenía colores muy llamativos, un poco de rojo acompañado de amarillo y negro, sentía la necesidad de acercarme, concentrándome en el olor me moví un poco y abrí los ojos solo para ver qué estaba a centímetros del cuello de Jagā que me miraba algo incómoda... Creo que ya sabía de dónde llegaba el olor.

–¿Quetzalcóatl~sama ocurre algo?–, dijo la chica mientras desviaba la mirada.

–Tu olor es agradable... Creo que no debí decir eso, realmente soy malo con las palabras, digamos que todavía hueles al césped en donde dormimos... Supongo que fue un tipo de recuerdo nostálgico aunque realmente solo an pasado un par de horas, creo que después de comer deberíamos ir al templo a descansar–.

–Yo pensé que talvez...–, murmuró por lo bajo la niña, pude escuchar cada palabra pero en realidad no digo nada.

–¿Talvez?–.

–Bueno, como me contrataste necesito ir por mis cosas a mi hogar...

–Esta decidido entonces dormiremos en tu hogar–.

La chica gato parecía apunto de discutir sobre eso... Me alegra que alguien me lleve la contraria pero no tiene que llevármela en todo, es decir la abrazo mientras duerme me dice que no, la tomo de la mano me dice que no, le dijo que dormiré con ella y dice que no, seguro disfruta llevarme la contraria... Talvez debo usar psicología inversa o una bola de estambre.

Si al final no pudo discutir ya que llegó el cocinero que en realidad era una ella y valla ella, por qué todas las chicas parecen atractivas a su forma y el por qué todas tienen características de animales escapaba a mi comprensión divina, pero bueno al final casi le da un infarto al verme en su puesto de comida, siento que esto de ser tan importante me va a aburrir antes de que me termine de gustar, como sea la comida valió la espera y bueno terminando de comer nos dirigimos a la casa de la niña gato que al parecer entendió que es casi imposible hacerme cambiar de parecer.

Quetzalcóatl un dios en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora