Quetzalcóatl un dios en dxd

Un nuevo país un nuevo problema

No debes aprovechar tu fortuna para hacer lo que se te pegue la gana... Maldito viejo hipócrita, si no aprovecho su fortuna como logro que una escuela como está me aceptara a mitad de curso), pensó con rencor Ansorm mientras miraba hacia enfrente en dirección a los edificios de una escuela bastante grande.

(Al menos me dió un día para prepararme), pensó el chico para darse la vuelta, detrás de el estaba un Tesla último modelo, al menos su abuelo la había mandado algunas cosas, no podía creer que su padre pensará que alguien como el podía mantenerse con el transporte público.

El chico subió a su vehículo predilecto y empezó a conducir por las calles llamando la atención, un carro de lujo y sobretodo un carro americano destacaría ante el 90% de coches comunes de marcas estrictamente japonesas pero no era algo a lo que no estuviera bastante acostumbrado.

El sol fue poniéndose cuando por fin había llegado a mi destino, una pequeña casa de dos pisos probablemente el lugar menos lujoso al que había ido pero no estaba dispuesto a gastar mis preciosas joyas para conseguir un mejor lugar, no cuando no pensaba pasar mucho tiempo en casa de todos modos.

La casa estaba en orden, probablemente estaba en su mejor momento, es decir apenas sabía algo sobre la limpieza y estaba claro que ese poco no se compararía con esto, había un baño, un comedor con cocina integral en L, un estudio y lo que parecía ser un cuarto solo que no había cama o ese fue mi pensamiento original, casi muero de un infarto cuando una cama salió de un closet en la pared... Japoneses siendo como los japoneses son supongo, nunca entendí el por qué la gente seguiría teniendo hijos cuando es obvio que no solo en su casa si no su país se había quedado sin espacio.

Aún así esto me había desmotivado, podría jurar que algunos de mis carros eran bastante más espaciosos que mi propia recamara pero no importaba mucho, necesitaba comprar un celular nuevo y para mí mala suerte no recordaba ningún número que no fuera el de bueno... Digamos que no recordaba ningún número que me sirviera aunque podría distraerme mirando Twitter o algo así suponiendo que no me hayan borrado la cuenta.

Así que sin más me dirigí hacia alguna tienda cosa que era fácil de encontrar debido a mi capacidad innata de entender casi cualquier idioma, supongo que era algo de mi pasado o lo que sea que haya vivido antes de ser un Kramprad.

Sin más opciones y con poco efectivo me dirigí a una tienda con la esperanza de encontrar algún teléfono que entre en mi presupuesto, saliendo de la casa y conduciendo, comiendo barras de cereal, caminando por los pasillos y curioseando entra las tiendas raras que solo Japón podía ofrecer, solo para terminar con un teléfono humilde y un vaso de ramen sentado en una plaza viendo cómo los chicos señalaban mis tatuajes, mis extraños ojos y el color de mi pelo, casi me río cuando un grupo de chicas hablaron descaradamente sobre acercarse a mi y pedirme algún autógrafo, aunque fui interrumpido cuendo un hombre raro se sentó a mi lado.

–Buenos días, puedo ayudarte–, declaró el misterioso hombre que  aparentemente era ciego.

–No gracias, estoy algo ocupado–, contesté con un japonés perfecto tratando de usar una jerga coloquial para disuadir a un probable cazador de extranjeros.

–Sabes no importa como subes a la montaña, solo importa que harás una vez que estés en la parte de arriba–, menciono el hombre con traje blanco como el de un sacerdote.

–Dejame adivinar, frases de auto ayuda–, concluyó el chico.

–No, una alegoría sobre tu viaje a Japón y como terminaste aquí–, declaró animadamente el sacerdote.

–¿Me estás acosando?, Si sabes cómo llegué aquí debes saber quién soy y lo peligro que sería hacerme daño–.

–No estás asustado... ¿Por qué?–, pregunto el hombre.

–Un Kamprad no teme–.

–Ya veo, no, no te estoy acosando, simplemente escuché las sombras que están entre tu y yo, las sombras suelen decir mucho si sabes oírlas–.

–¿Oír sombras?, No querrás decir ver sombras–, se burlo el rubio.

–Jajaja, me temo que escuchar es el término más creíble debido a mi condición–, dijo animadamente el sacerdote mientras apuntaba a sus ojos.

–Lo siento–.

–No, tranquilo... De hecho es algo que me alegra, apesar de haber nacido sin la capacidad de mirar eh aprendido a ver más haya, es curioso que un ciego pueda ver más que otros, pero mi ceguera es solo física no espiritual como la tuya–.

–Si tratas de que patrocine alguna iglesia pierdes tu tiempo, no tengo efectivo, además dudo que haya muchos creyentes en Japón–.

–Oh pero no busco dinero, eso es algo mundano, sin embargo me gustaría poder ayudarte... Es triste ver cómo un alma camina a ciegas–, dijo el hombre antes de ponerse de pie.

(¿Dónde podré conseguir lo que se fumo este tipo?), Se pregunto el rubio mientras veía como el sacerdote caminaba fácilmente mientras apretaba unas cuentas en sus manos.

–Fue bueno verte por última vez viejo amigo–, susurro el sacerdote mientras desaparecía en una esquina.

Ansorm solo negó mientras se levantaba del asiento caminando hacia el estacionamiento, esa plática rara le había quitado el ánimo, de hecho tenía bastante sueño y mañana tendría que soportar su primer día de clase con todas esas personas tratandólo como una especie de animal exótico en un zoológico.

Así sin más se subió a su coche donde sintió un enorme deseo de maldecir a su padre y su propia estupidez solo para quedarse totalmente dormido en el asiento de su automóvil.

Escucho los lamentos de una chica, mientras miraba el infinito verde de las enormes llanuras que estaban frente a él, sintió como una gota se deslizaba por su mejilla izquierda mirando por instinto el cielo viendo directamente a la noche, el pálido brillo de la luna y las incontables estrellas  que adornaban la creación, detrás de el había una chica dormida en el pasto, su hermoso rostro y su olor distintivo llegaron hasta lo más profundo de su alma pero antes de poder acercarse un ruido seco lo saco de su trance.

Abrió los ojos de golpe mirando hacia los lados viendo como una joven y hermosa chica pelirroja tocaba la ventana de su auto.

♠️Nota del autor♠️

Rías Gremory aparece pero ¿Quién diablos es el sacerdote?...

No enserio si alguien adivina le hago tres capítulos de la historia que quiera o algo así.

Aún así en el siguiente capítulo empieza kuoh y la decadencia del protagonista, su punto más bajo solo para despegar y subir hasta lo más alto, tal y como si fuera un sol.

♠️Fin de la nota del autor♠️