Creémos un mundo donde estemos tu y yo

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La chica gato estaba despierta y estaba correteando por todos lados de su pequeño hogar, porsupuesto aproveche la oportunidad para esconderme en un montón de ropa, digamos que era bastante más grande que el pequeño montón así que se dió cuenta rápidamente y me tomo del brazo.

-Vamos tenemos que irnos-.

-¿Ir a dónde?-.

-Al festival, hoy inicia el ritual para pedirle a los Dioses ya vamos tarde para la ceremonia-.

-...

-¡Vamos!-.

-...

-...

-Creo que olvidas un pequeño detalle-.

-Oh cierto... No tendría mucha lógica que un dios se pudiera a si mismo ¿Verdad?-.

-Bueno puedes pedirme cualquier cosa-, dije mientras atrapaba su cola sorprendiendo la

-¿Podrías dejar de acariciar mi cola?-.

-...-, el Dios guardo silencio mientras seguía acariciando la cola del espíritu.

-¿No se supone que podía pedir lo que fuera?-.

-Lo pediste, no se concedió, quizás tú petición se perdió en algún lugar entre el remitente y el destinatario-.

-Estamos a 10cm de distancia-.

-Podríamos estar más cerca...-.

-Mejor dime, ¿Que plan tienes para hoy?-.

-Jugaremos a un legendario juego donde la vida y la muerte se juntan, cabalgar hacia el Mictlán y luchar contra las bestias malvadas para ir al límite sombrío y enfrentarnos a los grandes dioses del pasado-, mientras hablaba la chica gato se ponía palida

-¿Podemos hacer algo en lo que mi muerte no esté asegurada?-.

-¿Podemos pasar todo el día acariciando tu cola?-.

-¿Esta muy lejos el Mictlán?-, los dos nos miramos para después reír un rato, realmente era un sueño raro pero por algún motivo me sentía feliz por estar aquí.

-Okey, ¿Cuál será el plan hoy Quetzalcóatl?-.

-Hoy te mostraré un espectáculo que ningún mortal a visto, el poder divino en su máximo explendor, la creación... Debido a mis visiones decidí hacer un pequeño mundo separado de las realidades, el puente debería durar lo suficiente para que todos entren... Una semana más o menos-.

-¿De verdad creé que eso valla a pasar?-.

-No lo sé pero no quiero arriesgarme, además será un espectáculo como ningún otro-.

-Okey, ¿te sigo?-.

-Si, pero lo primero que  tengo que hacer es crear un instrumento, soñé con una canción, una melodía del futuro o quizás del pasado, incluso podría ser de otro mundo... Quiero replicarla así que mira pequeño espíritu, está es la verdadera esencia de un dios-.

Quetzalcóatl junto sus manos y de la nada un objeto empezó a ser creado, los ojos de Jagā alcanzaron a ver más haya de lo visible y noto como eran las propias partículas, los propios átomos, el propio universo el que se movía para cumplir los caprichos de un ser superior.

Al final el dios tenía una especie de instrumento de cuerda, Jagā se sintió mareada cuando su mundo se volvió borroso, todo alrededor suyo era oscuridad.

-Esta pieza... Aria para la cuerda de sol, es una pieza digna para la creación-.

-¡¿Donde estamos?!-.

-En la nada, en el vacío, en el todo, en un reino separado de cualquier otro reino, talvez fue creado por capricho mío o quizás ya existía incluso antes de que los dioses aparecieran... De hecho podría decirse que este es el antes de los dioses, el absoluto y abrumador vacío que es el infinito, un lugar dónde el tiempo, el espacio y otras limitaciones mortales no existen-, explique con tranquilidad mientras que una sonrisa tranquila adornaba mi rostro.

Jagā se quedó con la boca abierta mientras me miraba con admiración aunque realmente lo que le había dicho era una verdad a medias.

-La verdad me invente todo eso, no tengo ni idea de que sea esto o donde estemos, pero sonó increíble, ¿no?-.

-No se porque te creí-.

-Exacto, tal y como dice el dicho, espera lo mejor prepárate para lo peor-.

-En este vacío... ¿Usted va a crear todo?-.

-Yo lo haré o trataré, puede que olvide cosas como el oxígeno... ¿Por cierto como sigues viva?-.

-¡¡¡IDIOTA!!!, ¿Encerio pude haber muerto solo por estar aquí?-.

-Era broma, te lo dije prepárate para lo peor pero espera lo mejor, además aunque mueras yo mismo recorrería todo el Mictlán para traerte de vuelta... Probablemente lo haría por un solo beso-, la chica jaguar de nuevo tubo un poco de pena, supongo que se estaba acostumbrado a mi forma de actuar, ser mi verdadero yo sin miedo a ser juzgado es gratificante, aunque solo sea un sueño.

-¡Jagā!-, cuando exclamé su nombre ella se paró firme como soldado.

-¿¡hai!?-.

-¡Música divina!-, el violín que había creado se levantó y empezó a tocar una canción que recordaba en sueños, una interpretación divina.

Jagā me miró con asombro mientras varios violines tocaban las notas y yo imitaba una danza extraña, con cada paso algo era creado, parecía casi un chiste como un dios podría crear cualquier cosa con simples movimientos que se movían a un ritmo que imitaba al universo aunque quizás era el universo el que imitaba al baile.

Cada movimiento conto, pequeñas gotas cristalinas de mi sudor cayeron al vacío y así se formaron las primeras estrellas, con un pequeño salto de bajo de mis pies se formó la tierra y con mis pasos está se fracturó creando asi las islas, montañas, mesetas y llanuras, de mi boca salió mi aliento formando corrientes de las que algún día nacería el viento y de una sola lágrima se formarían los ríos, lagos y los mares, el baile hizo que un poco de la energía del dios se desprendiera de su cuerpo y así nació el fuego que se unió y ascendió al cielo creando el sol, la luz fue creada y a su vez el cuerpo del dios la eclipsó formando la primera sombra que se extendió al infinito formando la noche, la creación algo tan complejo y sencillo que había tardado una eternidad que solo duro un segundo, este era el poder de un dios, todo fue presenciado por una mortal que apenas podía tratar de comprender lo que sucedía, sucedió y sucedería.

Quetzalcóatl solo esperaba que Jagā no lo tratará diferente, ¿Quizás deba hacer bromas más recurrentes? Si definitivamente haría más bromas, después de todo era divertido.

-Bueno Jagā, ya viste el 10% de mi poder, si me das un besito puede que te muestre el 100%, aunque creo que con el 40% sufrías una divergencia con tu existencia, pero tranquila eso no pasará.... ¿Jagā?, ¿Jagā estás viva?-, el dios tomo con humor el hecho de que su sacerdotisa se hubiera desmayado, ojalá lo tratará igual que siempre aunque un poco de admiración y atracción no vendría mal.

Quetzalcóatl un dios en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora