Quetzalcóatl un dios en dxd

Aprendiendo a ligar

–Bueno eso aclara nuestra misión, tenemos todo el día de hoy para que Jagā-sama atraiga la atención de nuestro señor–.

–¡¡Hai!!/¡¿Que?!–.

–Okey, lo primero que necesitas hacer es coquetear con el, necesitas hacerle ver qué le interesas pero sin ser descarada, con eso como base solo necesitamos un poco de ligoteo y estaremos listo para la noche–.

–¿Espera que?, ¿Pero porque?–, Jagā estaba bastante desesperada cuando las sacerdotisas empezaron a planear cosas.

–Facil, lo quieres y el te quiere solo necesitas mostrar que lo quieres y bueno los dos estarán juntos... ¿Oh acaso no quieres estar con el?–.

–...

–...

–Lo intentaré–.

–Bien la primera parte es dar el primer paso–.

Jagā había vuelto con Quetzalcóatl pero esta ves tenía algo en mente, quería tener la luz que la había salvado... Si de verdad quería tener esa luz debería de tomarla, si definitivamente lo haría, sería fácil y sencillo, simplemente tenía que decirle lo que sentía y se acabaría, levanto su mano derecha y tomo el hombro de Quetzalcóatl.

–Hola Jagā ¿Como te fue con las demás chicas?–.

–B-bien–, Jagā se sentó a lado de su señor mientras miraba el suelo.

–¿Estas bien?–.

–Si simplemente estoy un poco ansiosa de este banquete, es la primera vez que voy con alguien–.

Quetzalcóatl vio hacia enfrente mientras empezaba a jugar con su magia, Jagā no podía entender de como se había congelado frente a su amigo, solo tenía que decir dos palabras pero no pudo hacerlo.

Talvez si necesitaría seguir los planes de las sacerdotisas, ¿Cuál era el primero? ¿Hacer que me note?, ¿Cómo me va a notar?.

Las sacerdotisas llegaron con bandejas de comida mientras Quetzalcóatl se levantaba de su asiento y decía unas palabras, alzando las manos su poder se manifestó con mesura mientras cientos de miles de bandejas se elevaban y se esparcían por las mesas, talvez debería a esperar hasta que la comida acabará.

–Jagā, ¿Podrías pasarme la salsa?–.

La chica jaguar tomo la taza y se lo paso a la sacerdotisa, pero hubo un pequeño problema, la sacerdotisa no se levantó para recibirla, eso significa que Jagā tendría que levantarse y estirarse para pasársela, así lo hizo pero se sintió un poco rara cuando vio la sonrisa de la sacerdotisa.

Abrió los ojos cuando se dió cuenta, al estirarse había colocado sus pechos en el hombro de Quetzalcóatl el cual se quedó totalmente quieto con el tenedor a unos pocos centímetros de su boca, la chica se sentó rápidamente mientras se servía comida rápidamente.

¿Esto había sido planeado?.

Quería que el me notará pero no así, que pasaría si empieza a pensar que trato de seducirlo, "No pensé que la gatita fuera tan traviesa, aunque me gusta" dijo un Quetzalcóatl sexi y con poca ropa mientras se acercaba a su sacerdotisa la cual también tenía poca ropa, Jagā casi se atraganta con el agua cuando pensó en eso, Quetzalcóatl-sama pervertido.

Espera pero yo fui la que pensó en eso, talvez se me estaba pegando lo pervertido, pensó mientras hacía caras raras que sin duda entretuvieron a todos los presentes en la mesa, que básicamente eran el Dios y sus sirvientas.

La comida paso y con ella pasaron varios intentos de coqueteo fallidos, como por ejemplo, las sacerdotisas felicitaron al Dios por su buena apariencia, Jagā realmente no pudo hacerlo... Cuando hablaron de lo bien que Jagā se veía con el uniforme de sacerdotisa Quetzalcóatl la comparo con un clavel que había florecido en la punta de una cascada.

Jagā sonrió cuando recordó que los claveles representaban el orgullo y la belleza pero su sonrisa cayó cuando recordó que los claveles amarillos representaban desagrado, sabía que no le desagradaba a Quetzalcóatl pero también sabía que el clavel representaba muchas cosas, talvez era una indirecta extraña oh solo estaba pensando demasiado las cosas.

Al final entre las sacerdotisas convencieron a su Dios para que bailará, el debería abrir la pista de baile, Miko lo había tomado de las manos y estaba por ir a bailar con el cuando decidió que lo mejor sería que la suma sacerdotisa fuera la primera en bailar, Jagā tomo con vergüenza las manos de su señor y fueron empujados a la pista de baile.

–Jagā ¿Te sientes bien?, As actuado extraño últimamente, ¿Miko o alguien más dijo algo que te pusiera incómoda?–.

–Eh, no, no es eso, es que siento la mirada de todos y no soy muy buena bailando–.

–Si definitivamente no soy el mejor en esto pero el chiste es divertirme y bueno mientras estés conmigo se que la voy a pasar bien–.

Jagā sonrió levemente mientras se movían, Quetzalcóatl-sama tenía razón, un festival era para divertirse, entonces debería disfrutarlo, al menos disfrutar su primer baile, los dos amigos se tomarían de las manos y empezarían a bailar al ritmo de la música, poco a poco la pista se llenó pero no importa, para ellos la pista seguía vacía, en este momento solo importaban ellos.