No fui yo

Parte 13

Todos dirigieron sus miradas impresionadas a Wei Wuxian, el cual estaba inquietantemente silencioso y serio. Se dieron cuenta que el que estaba hablando no era el carismático omega que todos habían conocido en algún momento. El que hablaba era el terror del mundo de cultivación y del mundo en general, el Patriarca de Yiling.

–Jo-Joven Wei, ¿qué tiene que ver A-Yao en esto?–pero antes de que Wei Wuxian pudiera responder, la risa escandalosa y maníaca de Xue Yang los detuvo.

–¡Increíble, eres realmente genial, ya vi porque el bastardo del Jin te quería muerto y el puto Jin te quería en su cama!–eso último le hizo ganarse una mirada de muerte de Lan Wangji, cuyos ojos fríos como el hielo parecían lanzar dagas.–Sí, Jin Guangyao lo planeo todo desde las sombras, el bastardo es un genio y casi logra su objetivo, pero quien diría que no solo eres una cara bonita, ¡también sabes pensar!...–antes de que dijera algo más su boca se cerró y ningún sonido podía salir más que balbuceos. El hechizo silenciador Lan.

Nadie se molestó en preguntar cual de los dos hermanos había sido, era obvio que Lan Wangji había sido y eso era mejor a que el alfa volviera a patear a Xue Yang por insultar a su omega, incluso su frente empezaba a ponerse roja con la marca del zapato del Lan.

Lan Xichen se veía pálido y sus ojos no parecían ver a ningún lado en especifico, es como si estuviera perdido en sus propios pensamientos, lo cual, no estaba muy alejado de la realidad. Si bien sabía que Guangyao era un beta bastante ambicioso para obtener el reconocimiento de su padre –algo por lo que habían discutido en algunas ocasiones en el pasado– no pensó que podría llegar a tales extremos solo por complacer a los demás.

–Creo que es suficiente por el momento–dijo Wen Qing viendo de reojo a Lan Xichen.–Voy a ponerlo inconsciente hasta que continuemos con las preguntas...Líder Lan, Líder Nie, ¿podrían acompañarme por más hierbas?, no sé si el efecto desaparecerá si está inconsciente y quiero estar prevenida.–

Ambos alfas asintieron.

Mientras que Lan Xichen no podía procesar la noticia, Nie Mingjue no estaba tan sorprendido, se lo esperaba de esa pequeña rata escurridiza. Desde que su apellido se había convertido en Jin había algo en el pequeño beta que había cambiado para mal, algo en su mirada que lo hacía desconfiar de él, incluso caminar al lado le daba la sensación de que lo iba a apuñalar en el costado.

Wen Qing le puso las agujas a Xue Yang y siguió los pasos de los dos líderes que iban delante de ella. Obviamente sabía las reacciones y duración de cada medicamento que hacía, pero, debía de hablar con ambos alfas antes de que la inminente batalla iniciará.

No iba a permitir que su Ying-didi sufriera más de lo que ya había hecho.

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Lan Xichen iba caminando por un sendero siendo guiado por su Da-ge, el cual tenía asegurado su brazo con una de sus manos; ambos seguían a Wen Qing, la cual recogía algunas plantas mientras caminaba y las colocaba en una cesta que le había dado uno de los tantos omegas masculinos. Le dolió un poco el miedo en la mirada del chico cuando los vio, pero en esos momentos estaba más distraído por la nueva información.

Había algo dentro de él que le decía que debía de hacer justicia sin que los sentimientos fueran un obstáculo (esa voz dentro de su cabeza sonaba sospechosamente como la de su tío), pero había otra que le decía en susurros que esas acusaciones no eran más que calumnias en contra de su hermano jurado solo por su pasado.

Lo había conocido en el momento más difícil de su vida y su corazón no podía aceptar el hecho de que esa sonrisa que lo había acompañado durante su regreso a Gusu fuera solo una máscara para ocultar las intenciones del beta.

Estaba tan centrado en sus pensamientos que no fue hasta que sintió un apretón fuerte en su hombro que levantó la mirada del suelo para voltear a ver a Nie Mingjue.

–¿Da-ge?–preguntó en apenas un susurro.

Volteo a ver su alrededor y se dio cuenta que apenas podía ver el campamento Wen desde esa distancia. Estaban en un páramo de los Túmulos en donde no habían árboles, solo plantas que parecían estar cultivadas por Wen Qing, quien se movía sin dificultad recogiendolas.

–Se que es difícil para ti procesar todo esto...pero ya hemos cometido muchos errores con ese omega, debes de confiar en él por una vez en su vida–las palabras fueron dichas y se sintieron como dagas incrustadas en su alma.

Nie Mingjue tenía razón, había una inclinación en su corazón que quería creer que todo era una mentira y en realidad solo era Jin Guangshan el que estaba moviendo los hilos de todo ese desastre, quería creer que Jin Guangyao solo era una víctima más, pero las palabras burlonas de Xue Yang también se repetían en sus oídos como un disco rallado.

–Da-ge...¿y si nos equivocamos con A-Yao?–el miedo de traicionar a una persona que lo había ayudado tanto eclipsaba sus pensamientos racionales.

–Xichen...me gustaría decirte que hay una probabilidad de que Jin Guangyao es inocente y solo es una víctima de su padre, pero, desde la guerra contra los Wen y su reconocimiento como hijo del Líder Jin él cambió completamente de quien yo creía que era, algo murió cuando su apellido dejó de ser Meng–fue su declaración final.

Nie Mingjue vio cómo asesinaba a sus compañeros sin pestañear cuando Wen Ruohan lo capturó, no se tragaba el cuento de que había sido para mantener la farsa, había visto la satisfacción en sus actos mientras rebanaba sus cuellos con Baxia.

–Líder Lan, Líder Nie–la voz de Wen Qing los hizo elevar sus miradas encontrándose con dos perlas negras que los veían completamente vacíos de emociones.–¿Alguno de ustedes vieron el cadáver de Wen Chao?–