Parte 30

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La Conferencia en la Torre Koi se había atrasado unas cuantas semanas más ya que Wen Qing había hablado con Jin Zixuan, diciéndole que si bien su hermano ya despertó y se encuentra en buena condición de salud, Wei Wuxian quería que su alma tuviera unas cinco semanas más para adaptarse bien, por no decir que el joven omega estaba pasando por una segunda adolescencia ya que sus celos estaban un poco descontrolados.

Había veces que le empezaba un celo sin aviso, y lo menos que querían era que durante la Conferencia hubiera un accidente.

Jin Zixuan, a pesar de haber crecido con tantos omegas, siempre le daba pena el tema del celo, así que, al leer la carta de Wen Qing se sonrojo tanto que incluso su hijo empezó a reírse de su rostro, pero no dudo en responderle a la doctora que no tenía ningún problema en retrasar la Conferencia, y si había algún Jefe de Secta que se quejara por eso, él no tendría ningún inconveniente en recordarle amablemente que eran órdenes de Wen Qing y Wei Wuxian, y si tenía algún problema, podía hablar directamente con ellos dos.

Obviamente nadie tuvo las agallas para hacerlo, solo pudieron retorcerse las manos y aceptarlo. La Conferencia era una simple formalidad para hablar de la muerte de Jin Guangshan y como había sido (a pesar de que todo el mundo ya lo sabe).

Pero no era la única carta que le había llegado, había una que parecía una invitación de la Secta Gusu, lo cual lo extraño bastante. Que él supiera, no era el cumpleaños de nadie de la familia principal, el de Lan Xichen ya había pasado y para el de Wei Wuxian todavía faltaban varios días, así que decidió mandar a llamar a su esposa para que los dos pudieran abrirla juntos.

Su querida Yanli había estado muy ocupada en los últimos días con asuntos de la Secta y dudas de otros Líderes. También se había hecho cargo de investigar a la Secta Su; algunos discípulos habían participado en las fechorías del Líder, pero una gran mayoría no tenían ni idea de lo que había sucedido, por no decir que también había niños que no tenían a donde ir ya que Su She los había recogido de la calle.

Jin Yanli se estaba haciendo cargo de conseguirles una familia a los más jóvenes y reubicar a los discípulos inocentes en otras Sectas menores que los aceptarán para que pudieran reformar sus caminos y mejorar su cultivación.

Por todo eso, su esposa no tenía tanto tiempo como antes para cuidar de su hijo, por lo que él decidió hacerlo mientras estuviera en su oficina, donde habían puesto una cuna y un pequeño espacio para que el bebé pudiera dormir y jugar.

El alfa amaba esas horas largas de contestar cartas, ver las cuentas de la Secta, las investigaciones de los ancianos y otras cosas más, ya que eran horas de escuchar los ligeros ronquidos de su hijo, sus risas y el sonido de sus juguetes. Incluso había mandado a hacer con finas telas una especie de rebozo donde colocaba a sus hijos para tenerlo cerca y poder trabajar al mismo tiempo.

Su esposa se había burlado, con amor, los primeros días que había utilizado su rebozo. Se había sonrojado ya que pensó que se veía ridículo, pero ya después ella le explicó que se veía muy tierno con su hijo dormido entre las telas doradas.

–A-Xuan, ¿sucedió algo?– la voz de su esposa lo hizo despertar de entre sus pensamientos.

–Nada por lo que deberías preocuparte, pero me llegó una invitación de la Secta Gusu y creo que deberíamos verla juntos.–

Sin decir nada más, los dos abrieron la invitación y leyeron el texto.

Líder de la Secta Jin y Madam Jin, me complace invitarlos a Gusu para que sean partícipes de un anuncio especial de mi prometido, el cuál será en cuatro semanas.

Espero su comprobación lo antes posible para que nuestra recepción sea de su agrado.

También, el joven amo Jin está invitado si no hay problema en llevarlo a otro lugar, en caso de necesitar algo especial para su hijo, por favor, díganos.

No fui yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora