Extra 2: mis hijos o sus hijos.

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Esta idea me la dio @gatitanegra1563 en un AU donde Qiren si haya podido cumplir su sueño de ser padre dentro de este mismo universo...espero les guste y si eres muy fan de Lan Xichen...sorry o(╥﹏╥)o.

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–A-Die, ya es el día.–

Lan Qiren vio con cariño a su hijo mayor, Lan Shun, quien tenía un rostro serio que enmascaraba su preocupación. Detrás de él venía su hermano menor, el cuarto y último de sus hijos, Lan Tai, una pequeña broma por parte de su esposa antes de fallecer durante la quema a los Recesos de las Nubes.

Se habían perdido muchas vidas importantes ese día, algunas que no le habían afectado mucho y otras que se sintieron como una apuñalada en su corazón.

La muerte de su sobrino Lan Huan le había dolido más de lo que esperaba. Había acompañado por un año al pequeño después de que su hermano entrara en reclusión, pero su hijo mayor había nacido y los ancianos habían decidido relegarlo de la obligación de cuidar al heredero de la Secta para que pudiera enfocarse en su hijo y sus alumnos.

Su segunda hija, Lan Tian, y su sobrino menor nacieron el mismo año, y tampoco pudo cuidar del pequeño bebé serio con ojos dorados pues sus responsabilidades habían aumentado con dos hijos pequeños, su puesto como Líder de Secta suplente y como maestro.

Claro que eso no evitó que pasara tiempo con los dos hijos de su hermano, trataba de incluirlos con sus propios hijos para que tuvieran una infancia relativamente normal, pero los ancianos estaban empeñados en hacer de los dos herederos la encarnación de las reglas para evitar que se cometiera el mismo error.

Lan Zhan siempre fue un niño serio, incluso los días que tenía libres prefería pasarlos en la biblioteca para leer algún libro de cultivo que ir a dar paseos por la montaña con su familia. Eso satisfacía bastante a los ancianos pero su esposa no estaba contenta de que un niño se recluyera de esa manera sin que le dieran la oportunidad de disfrutar algo más allá que las páginas polvosas de esos libros aburridos.

Por lo menos Lan Huan era un poco más abierto, con una sonrisa amable que inspiraba confianza a los de su edad y a los más pequeños. Su pequeño Lan Shun trataba de pasar todo el tiempo posible con su primo mayor, imitando su sonrisa calmada y sus pasos tranquilos. Ellos parecían más hermanos que Lan Xichen y Lan Wangji.

Su hija había sido enviada a vivir con su madre en el área de mujeres, pero la podía ir a visitar todos los días que quisiera siempre y cuando no perturbara su entrenamiento o el de las demás jóvenes.

Quería mucho a sus sobrinos, eran buenos niños y buenos jóvenes, pero sus hijos eran su adoración. Su esposa sabía que él se había casado con ella porque era un matrimonio arreglado y lo único que la había hecho candidata para ser su pareja era el dinero de su padre. Entre los dos no había amor o deseo, ni siquiera un lazo romántico. Su alfa no sentía nada cuando estaba cerca de ella y lo mismo pasaba con el de su esposa. Sus alfas se respetaban y se toleraban, pero no tenían la necesidad de reclamarse como pareja. Sus cuellos se mantenían limpios de cualquier marca, y si bien eso les había costado varios reclamos por parte de los Ancianos ni ella ni él cedieron a marcarse si no lo sentían apropiado. Lo único que los unía era su deseo de ser padres. Ella amaba la idea de convertirse en madre con la misma fuerza que él. Llegaron al acuerdo de tener cuatro hijos, ni uno más ni uno menos. Fue suerte que tuvieran dos niñas y dos niños. Él podía tener a dos niños bajo su tutela y ella también podía tener dos pequeñas bajo su cuidado.

Si bien no la amaba como a una compañera, si llegó a apreciarla como amiga y madre de sus hijos, por lo que su muerte le dolió bastante.

Esos malditos perros Wen le habían arrebatado demasiado ese día fatídico. Su esposa, su hermano y su sobrino mayor.

No fui yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora