Parte 15

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Wei Wuxian estaba increíblemente feliz por la situación actual.

No sabía si se debía a su omega interno o a su propio deleite, pero, estar entre los brazos de su alfa mientras este mismo lo arrullaba y lo besaba de vez en cuando en su coronilla lo tenía reposando como si estuviera en una nube.

Sabía que debería de estar en un estado más alerta por los sucesos que se estaban desarrollando en ese momento, pero quería sentirse egoísta por un momento y pensar en su propio bienestar por lo menos cinco minutos. Él siempre salía corriendo hacía el peligro evitando que sus seres amados salieran lastimados, pero ahora, su familia no solo eran los Jiang, ahora tenía un alfa y a su hijo, ya no podía ser tan despreocupado y querer resolver todo.

No había pensado con claridad cuando fue a la Torre Koi y casi no sale del lugar, de hecho, había salido herido y sin un núcleo esa herida pudo haberle costado la vida y una figura maternal para su pequeño A-Yuan.

Obviamente había visto a su Ning-didi entrar a la cueva y le pareció gracioso que fuera tan cuidadoso al tratar de no molestarlos en su momento especial, pero mucho que estuviera relajado sus instintos estaban al máximo con una posible amenaza tan cerca de su hijo, amenaza cuyo nombre era Xue Yang. Se veía tan jóven y ya estaba tan retorcido; temió un poco cuando vio al niño ya que se vio por un momento reflejo en esos ojos negros llenos de odio. Bueno, vio un reflejo en lo que podría haberse convertido si nadie lo hubiera rescatado de las calles. Si pudiera ayudar a ese niño a volver a un camino medianamente justo sería la persona más feliz... aún podía ver la grasa de bebé en sus mejillas.

–A-Niang–escucho la voz de su hijo en apenas un susurro.

Vio con ternura como estaba asomado entre una de las paredes de la cueva viendo con miedo el cuerpo inconsciente y un anhelo en sus ojos cuando esas lunas chocaron con sus ojos.

Conocía a su hijo y sabía que quería acercarse y sentarse en su regazo para estar más cerca de Lan Wangji. Sin poderle negarle nada le hizo una seña con la mano para que se acercara y apretó levemente el muslo del alfa para indicarle que su hijo estaba en el lugar.

Lan Wangji levantó la mirada para ver las cortas piernas de Wei Yuan acercarse a ellos con los brazos levemente extendidos hacia el frente. Vio con cariño como Wei Ying se inclinó levemente –con cuidado de su herida– para levantarlo y sentarlo en su regazo. Él mismo se acomodó para poder rodear el cuerpo de Wei Ying y, al mismo tiempo, ver al niño que le devolvía la mirada con esos hermosos ojos.

Terminaron acomodándose con Wei Ying sentado en el regazo de Lan Wangji de manera horizontal, con sus piernas estiradas y el brazo del alfa en su espalda baja. Mientras que A-Yuan estaba sentado en las piernas de Wei Wuxian con su espalda recargada en el pecho de Lan Wangji, el cual había colocando su otra mano entre las del niño, el cual, sin dudarlo, empezó a jugar con los dedos largos y delgados del alfa.

Habían cosas más importantes que hacer, cosas que necesitaban de su atención inmediata, cosas que tenía que planear para que todo no se fuera a la mierda...pero no podía pensar en nada más que su bebé jugando con las manos de Lan Wangji y la sutil sonrisa del otro que estaba casi seguro que no se había dado cuenta que tenía, incluso el sutil calor que desprendía la mano que se situaba en su espalda baja era un constante recordatorio de lo que estaba pasando en ese momento no era una alucinación de la energía resentida o de sus propios deseos.

Lo que estaba pasando era completamente real.

No había un truco debajo de todo esto, no había una ilusión que desaparecería tan pronto como sus dedos tocaran la suave piel de la mejilla de Lan Wangji y no había nada que le impidiera plantar un suave beso en la mejilla del otro viendo con deleite como sus ojos dorados se abrían más y una profunda inhalación de aire entraba por su nariz.

Río suavemente cuando la mirada sorprendida y un par de orejas sonrojadas lo voltearon a ver. No podía recordar la última vez que río o sonrío tan natural como lo hacía en esos momentos.

Tenía sus sonrisas reservadas para su hijo, sonrisas que trataban de enmascarar el dolor y la desesperación que recorría sus venas e infecta su corazón, pulmones, cerebro...todo a su paso estaba infectado. El dolor de la marca y la distancia era tan insoportable algunos días que sentía todo dentro de él romperse.

Pero si tuviera que cruzar todo ese infierno otra vez solo para tener la oportunidad de estar entre los brazos de su alfa y con su hijo entre sus brazos...lo haría sin dudar ni una sola vez.

Se inclinó un poco más para darle un suave beso en los labios y esta vez río con más ganas ante el sonido de exclamación de su hijo y la sorpresa aún más clara en la mirada de su alfa.

–A-Niang, A-Yuan también quiere besos–dijo el niño con un puchero mientras ponía sus manitas sobre su boca.

La felicidad era tan tangible que tomó las manos de su hijo para besarlas causando sus risas y un suave apretón en su cintura que lo hizo levantar la mirada para encontrarse con una de las escenas más hermosas que sus ojos habían sido privilegiados de ver.

La sonrisa suave de Lan Wangji lo recibió como un manantial de agua después de haber recorrido un desierto por años. Sus ojos se veían más jóvenes y sus facciones se alzaban tanto que la azúcar se filtró por su sangre y llegó a su corazón ahuyentando cualquier negrura que pudo haber existido. Sus ojos dorados le recordaban a la miel y se sintió bañado por la curiosa sustancia que lo envolvía en una nube de amor. No era una sonrisa completa donde pudiera ver sus dientes, pero ahí estaba, esa inclinación en sus comisuras que habían atravesado su alma por completo. Ya la había visto en otras ocasiones...pero esta vez pudo ver el amor y anhelo en sus ojos.

Con solo ver esa sonrisa tomó una decisión, sabía que podría haber mejores momentos en el futuro, pero su boca no podía permanecer callada ni un segundo más.

–A-Yuan–su hijo volteó a verlo, el cual también se había quedado embobado por la sonrisa del alfa.–¿Te acuerdas cuando te hablaba de tú A-Die?–

–Si A-Niang, dijiste que A-Die estaba ocupado y que no podía venir a jugar con A-Yuan porque mucha gente dependía de él, pero que A-Die amaba mucho a A-Yuan y estaba dispuesto a esperarlo, ¿por qué preguntas A-Niang?–

–Wei Ying–la mirada anhelante le hizo doler el corazón por haberlo privado tanto tiempo de estar con su hijo, pero ya no podía pensar tanto en lo mal que había manejado todo ese asunto, ahora quería tener a su familia completa.

–¿Te gustaría conocer a tu A-Die?–los ojos del menor empezaron a brillar, pero con una mirada a Lan Wangji esos brillos se apagaron.

–No–la respuesta impresionó a ambos adultos y Lan Wangji empezó a temer, sobre todo cuando pequeñas lágrimas se empezaron a acumular en los ojos del pequeño.–¡A-Yuan quiere que Rich-gege sea su A-Die, no quiero a otro!, A-Niang, Rich-gege es muy bueno, huele rico y hace muy feliz a A-Niang, no quiero a nadie más, además, A-Niang quiere a Rich-gege.–

La pareja respiró un poco más tranquila y Lan Wangji sintió calidez en su pecho.

–A-Yuan... tu Rich-gege es tu A-Die–dijo en un suave murmullo con ternura ante la respuesta de su pequeño.

Wei Yuan inhalo aire por su boquita sorprendido por la información y se volteó con cuidado sobre el regazo de su A-Niang para ver cara a cara a su Rich... a su A-Die.

–¿A-Die ya no está ocupado?, ¿A-Die se va a quedar con A-Niang y A-Yuan ahora?, ¿A-Die va a hacer feliz a A-Niang?–

–A-Die se va a quedar por siempre con A-Yuan y Wei Ying, nunca los voy a dejar otra vez.–

El niño soltó las lágrimas que había estado reteniendo y abrazó con sus cortos brazos el cuello de Lan Wangji mientras colocaba su nariz sobre la glándula del alfa esperando oler el aroma de su A-Die, estuvo un poco desilusionado cuando no lo percibió, pero pocos segundos después quedó maravillado por el sándalo y las gencianas. El aroma de su A-Die era increíble, pero cuando olió el de su A-Niang y sintió la mano cálida de él sobre su espalda acariciándolo levemente se sintió completo y querido por sus dos padres, los cuales al fin estaban juntos.

Los tres se encerraron en una esfera donde habían las risas sinceras de Wei Wuxian, las sonrisas discretas de Lan Wangji y el entusiasmo de Wei Yuan por la atención de sus padres.

No fui yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora