No fui yo

Parte 8

No sabían cuanto tiempo se habían quedado en esa posición, pero Lan Wangji ignoro el adormecimiento de su brazo y piernas por el peso contrario, sobre todo por que el otro se había quedado dormido y podía sentir su respiración calmada justo en su cuello.

Pequeños pasos se escucharon y vio con amor al pequeño niño que entraba al lugar con una charola que tenía tres cuencos de lo que parecía ser congee.

–Rich-gege, tía Qing dijo que hay dos personas que quieren hablar contigo, mando a A-Yuan con comida para A-Niang pero A-Niang está dormido sobre Rich-gege–el niño no sabía qué hacer, su tía Qing había sido muy insistente en que fuera por su Rich-gege para que atendiera a los dos hombres de afuera, pero no quería despertar a su A-Niang que se veía muy tranquilo a comparación de otros días. Incluso con sus tiernos dos años sabía que A-Niang estaba mal, había días que se quedaba viendo a la pared cuando no había nada ahí y llamaba a personas en sus sueños, sobre todo a su Rich-gege.

Lan Wangji no respondió con palabras, pero, con el mayor cuidado dejó al durmiente Wei Ying sobre la cama arropándolo con otra capa de su ropa. Ese día había ocupado diez capas, por lo que ocho capas aún eran suficiente para no sentirse muy expuesto.

Le quitó la charola con la comida al niño para dejarla sobre una de las rocas que funcionaba como mesa y lo cargó para acostarlo al lado del omega, el cual, de manera instintiva, lo abrazó provocando risas del niño.

–A-Yuan debe de quedarse con A-Niang en lo que Rich-gege vuelve– si bien no era alguien de grandes oraciones no podía evitar sentirse más libre con el niño.

–Mmh, A-Yuan se va a quedar con A-Niang...pero...Rich-gege– el tono dubitativo del final lo intrigo.

–¿Mmh?–

–Rich-gege va a volver, ¿verdad? A-Niang no lo dice, pero cuando Rich-gege se fue se puso muy triste y A-Yuan no sabía qué hacer para hacerlo sonreír.–

–Mmh, voy a volver– beso levemente la frente del niño y se dio la vuelta para ir con su hermano; sabía que era él una de las personas en la barrera, pero no se podía imaginar quién lo había acompañado, por cualquier cosa le pidió a Wen Qionglin que lo acompañara.

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Lan Xichen estaba teniendo problemas para retener al niño, era sumamente agresivo y no dejaba de soltar groserías al igual que patadas para tratar de liberarse, pero, si algo debía de reconocerle a su clan es que la fuerza en los brazos de sus discípulos no era una broma.

–¡Suéltame maldito Lan, jodida escoria, no tienes el derecho de tocarme!– no había cambiado su discurso en los minutos que habían pasado y mientras lo sostenía tenía que evitar que Mingjue le cortara la cabeza cada cinco minutos.

–Hermano– levantó su cabeza para ver a su hermano menor acompañado de Wen Qionglin. Le dolió un poco la mirada de desconfianza que le dedicó, pero tenía mayores problemas entre sus manos...literalmente.

–Wangji, se presentó como Xue Yang, dijo que estaba tratando de romper la barrera pero no pudo...suponemos que es el intruso, pero no sabemos quién es o quién lo envió– trato de hablar lo más calmado pero el niño entre sus brazos no dejaba de removerse y gritar.

–Genial, ahora hay dos Lan, escuche que la puta del Patriarca de Yiling se había aferrado a ciertos muslos dorados, carajo, el bastardo es tan inteligente pero aún así no puede hacer nada por él mismo, ¡fundador del cultivo demoníaco mi culo, seguramente lo aprendió de...!–no pudo terminar sus palabras denigrantes ya que un enojado Lan Wangji lo había pateado dejándolo inconsciente en el proceso.