No fui yo

Parte 24

Varios Líderes de Secta ya se habían retirado hacía LanglinJin para informar a sus discípulos lo que habían descubierto, se había acordado que en una semana se haría otra conferencia para aclarar lo que se iba a hacer con los Remanentes Wen, Wei Wuxian, Jin Guangshan y Jin Guangyao, el cual acababa de renunciar a su apellido Jin, volviendo a ser Meng Yao. Aún no se sabía dónde sería la conferencia, pero los Líderes de las Grandes Sectas habían prometido mandar una carta lo antes posible aclarando las cosas.

Los únicos que se quedaron fueron los dos hermanos Nie, Jin Zixuan, Jin Yanli, Jiang Wanyin, Lan Qiren y Lan Xichen. Todos ellos mandaron una mariposa mensajera a cada uno de sus discípulos principales para que se dirigieran a sus respectivas Sectas y empezaran a transmitir el mensaje a los demás.

Wei Wuxian impidió que se llevarán a Jin Guangshan, todavía tenía preguntas y nadie le impidió continuar con él. A muchos les hubiera gustado escuchar lo que el otro tenía por decir acerca de sus fechorías, pero confiaban que en la conferencia serían informados de todo.

Los Remanentes Wen habían regresado a su vida normal mientras que los demás fueron a la Cueva Mata Demonios para tener privacidad. Wei Yuan había sido enviado con su abuelita para evitar que escuchara algo que no debería, de igual manera, le habían dado túnicas a Xue Yang, el cuál se había maravillado con la comida y la amabilidad de Abuelita y Wen Qing.

Wen Ning se había encargado de amarrar las manos de Jin Guangshan en frente de su cuerpo, eso era para evitar que sacará algo de entre sus túnicas y que no lo notarán.

Ahora Wei Wuxian estaba sentado en frente de Jin Guangshan, el cual se retorcía por las varias miradas que estaba recibiendo en ese momento.

Los únicos que no estaban en el lugar eran Meng Yao y Wen Qing, quienes habían ido a la cabaña donde estaba Meng Shi para empezar a hacer el medicamento.

–Entonces– empezó a hablar Wei Wuxian.–¿Cómo conseguiste las matrices para el camino Qiongqi?–

–¿Qué te hace creer que te dire la verdad?–

–Confió en que aprecies tu vida lo suficiente como para evitar mentir– Wei Wuxian estaba disfrutando ver retorcerse al otro, no era muy bueno para interrogar a las personas ya que siempre saltaba a la acción o simplemente hacía conjeturas de las acciones de otras personas, pero ahora tenía la oportunidad de saber las cosas con más claridad.

–¿Y si usara mi voz de mando sobre ti?–

–¿En serio quieres saber lo que pasaría si hicieras eso?, puedes intentarlo, eres libre de hacerlo. Solo te digo que mi alfa no estará muy contento con eso, sería una lástima que Bichen tenga que mancharse de tu asquerosa sangre, pero no creo que sea algo que lo moleste, ¿verdad amor?–

–Mm, no es problema– y para reforzar su punto, Lan Wangji desenvainó un poco a Bichen, apenas mostrando la hoja de la espada.

Todo el mundo había recuperado sus armas una vez que los Líderes se fueron ya que tan solo se habían quedado gente en los que confiaban.

–Antiguo Líder Jin, podemos estar todo el día aquí, pero mi paciencia es limitada y conozco algunos fantasmas que estarían encantados en participar en este momento.–

Jin Guangshan sintió una brisa en su espalda y juró haber sentido una mano posarse en su hombro, pero al voltear no había nadie ahí.

–Está bien, carajo, fue Xue Yang el que las inventó, Guangyao había logrado robar algunos de tus inventos que olvidaste en YunmengJiang cuando acompañaba a Zixuan para que cortejara a su esposa. Debo de agradecerle al Líder Jiang por no haber tirado nada de su hermano, sin esas pistas tendríamos que haber empezado de cero.–