Parte 36

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–Por favor, les aseguro que no tengo ninguna intención de lastimar a mi shizhi, solo quiero verlo para llevarlo con mi Gran Maestra.

–Señor ya le dijimos que la entrada a los Recesos de Nubes está prohibida para cualquiera que no tenga una invitación o un pase de jade. Además, no podemos confirmar que lo que ha dicho sea verdad, muchos han tratado de dañar a nuestro Wei-qianbei en el pasado, hasta que no llegue él con el Segundo Maestro Lan no podemos dejarlo entrar–contestó el joven discípulo Lan, el cual estaba haciendo su guardía cuando dos figuras se habían acercado a la entrada principal de la Secta.

Por un momento pensó que eran Wei Wuxian y Lan Wangji por las ropas negras y blancas, pero rápidamente los descarto al no ver al Joven Amo Wei Yuan, por no decir que los ropajes eran más sencillos sin las partes rojas y azules que caracterizaban a la pareja.

Si bien la dupla no se veía como malas personas o que buscarán hacer un daño, uno nunca puede confiar demasiado en la gente que parece amable. El tal Meng Yao había sido bastante amable y siempre con una sonrisa carismática, pero mira donde terminó.

–Xiao Xingcheng, podemos esperar en una posada hasta que ambos lleguen, no te preocupes, volveremos mañana en la mañana para preguntar por tu shizhi.

El omega de ropas blancas solo pudo suspirar un tanto frustrado pero solo pudo asentir y agradecer a ambos discípulos por haberlos recibido (dentro de lo que cabía), por lo que tomó el brazo de Song Lan para empezar a bajar la montaña.

La verdad es que estaba gratamente sorprendido por la vista que había en la montaña puesto que le recordaba a su hogar, lleno de árboles y niebla, con un toque mágico que flotaba entre los muros y las enredaderas que resaltaban entre todo el blanco, acentuandolo. Aunque, si era sincero, esperaba ver muros más antiguos o con grietas que mostraran el soplido de los años, pero se sorprendió por ver varios pedazos de pared que parecían ser relativamente nuevos. Tal vez a los Lan les gustaba renovar sus edificios para evitar accidentes.

–No te desanimes, ya estamos aquí en Gusu, solo tienes que ser paciente– el alfa trató de consolar a su compañero de aventuras mientras trataba de no concentrarse demasiado en la mano que descansaba entre su brazo derecho.

–Song Lan, se supone que debería de haber llegado hace un mes, pero ya casi han pasado dos, ¿qué tal si algo le pasó a mi shizhi por mi descuido? Mi Gran Maestra no podría soportar la pérdida de su única familia.–

–Mm, pero el niño está bien, ya escuchaste al discípulo, él está a salvo y acompañado por el Segundo Maestro Lan, se nota que es querido entre las personas de Gusu.–

–Oh, vamos, apenas eres tres años mayor que él, no puedes decirle niño.–

–Por la forma en la que te preocupas de él no parece mayor a tres años.–

Xiao Xingcheng, a pesar de su obvia desilusión, no pudo evitar reír levemente ante las bromas de Song Lan, el cual se sintió mejor después de que el omega se relajara considerablemente. El alfa se había tomado su tiempo antes de poder hacerle unas cuantas bromas al omega, no estaba acostumbrado a eso debido a su educación, pero valía la pena si lograba escuchar reír a Xiao Xingcheng.

–Vamos, podemos rentar unas habitaciones en la posada de Caiyin, además, escuche que por aquí venden un muy buen vino llamado Sonrisa del Emperador– Xiao Xingcheng estaba considerablemente más relajado.

Si algo le hubiera pasado a Wei Wuxian lo habría sabido, esos discípulos se veían ferozmente protectores cuando menciona el nombre de su shizhi y no creía que esos jóvenes fueran a mentirle de su salud.

No fui yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora