CAP 11 Lluvia

10 4 0
                                    


"Algunas personas caminan bajo la lluvia, otras simplemente se mojan"

<<Roger Miller>>

©

Entro en silencio para evitar llamar la atención del ogro dentro del despacho, camino de pinturas y me escabulló para meterme en la oficina de mi tía, sus está justo al lado de cueva del ogro. Solo espero tener la suficiente suerte para no encontrarmelo. Tal vez es un poco ridículo evadir a mi padre pero todavía no estoy lista para esta conversación, a tal vez si, pero no quiero afrontarla porque si lo hago lo haré más real.

Consigo los documentos por los que vine y me dispongo a salir, cierro la puerta de la oficina con más delicadeza de la necesaria para evitar hacer ruido. En medio del proceso un carraspeo me alerta haciéndome saltar de la impresión.

Papá...

–—Eeh... ¿Hola?

–—Que bonito de tu parte evitar a tu padre –—ese su mejor saludo. Pongo mala cara–— entra, tenemos que hablar–—me hace un gesto para avance a su despacho pero no me muevo lo miro de brazos cruzados y mirada desafiante. Arquea una ceja–— bien, no entres. Ya estás grandesita para esta gracia.

–—Y tú demasiado viejo para tus ambiciones –—contra ataco.

Frunce los labios con disgusto pero se muerdo la lengua. Puedo ver lo difícil que le resulta no callarme de una bofetada por mi insolencia.

–—Deja de jugar, Alayna, todo lo que hago es por ti...

–—¿Por mi? –—inquiero asombrada de su descaro–—¿Cuando te pedí yo esto? Eres tú y tu cochina ambición la que quiere que reclamé ese poder, ¿y sabes qué? no lo haré porque no pienso ser tu experimento. Es mi decisión y yo decido no hacerlo.

–—¿¡Por qué tienes que complicarlo todo!? –—se exaspera–— eres una mala agradecida te crié durante años y ahora me pagas de esta forma, te creía mejor Alayna, pensé que tenía una mejor hija, deshonras a tu clan y a tus antepasados.

Reprimir las lágrimas en mis ojos se vuelve difícil con cada segundo, siento el nudo en mi garganta.

–—¡Bien! No me importa, pero no haré lo que me pides para destruir todo lo que un día fue mi hogar. El hogar de mamá...

–—No sabes lo que dices, no conoces las capacidades que puedes alcanzar si tú...

–—Conozco la historia perfectamente–—lo corto–— un ave legendaria de fuego y un humano que se enamoran, al final el ave muere para regresar al humano a la vida. Conozco la historia de mi pasado, papá, pero no pienso dejar que me uses. Soy una chica normal, déjame vivir como tal –—doy media vuelta pero me detengo–— ah, otra cosa, cuando quieras volver a ser un padre de verdad estaré lista recibirte.

Me marcho. Dejando atrás las duras palabras que le dije a mi padre y el sabor amargo de las suyas sobre mí. No le tengo miedo a la muerte pero le temo a lo que se ha convertido mi padre, ¿Dónde quedo el tierno, comprensivo y atento padre que tenía? Siento que ha pasado siglos desde que no nos sentamos hablar sobre nuestros intereses y no sobre esta basura del pasado.

Huyó de ese lugar y arranco el coche antes del anochecer, sin embargo, nunca termino de llegar a casa de mi tía, me quedo unas cuadras antes de llegar y apagó el coche. Me quedo ahí, sentada, solo escuchando las gotas impactar contra el vidrio y mis propios sollozos de fondo.

Con el corazón en la garganta y sin poder respirar, abro la puerta del coche y salgo al exterior dejando que las gotas de lluvia bañen mi rostro y ropa por igual, miro al cielo y cierro los ojos entrando en calma; se sienten tan bien las gotas de la lluvia en mi rostro que apenas recuerdo lo que antes me estaba consumiendo, es relajante y liberador como si mundo se hiciera conocedor de mi tristeza y decidiera llevársela con cada gota sobre mi piel. Esto es lo que provoca la lluvia, liberación, libre expresión y un sentimiento de paz.

Corazón De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora