CAP 25 Declaración de Guerra

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"Siempre que hablo contigo acabo muriéndome un poco mas".

[~Frida Kahlo]

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En los últimos días he comenzado a ver al fantasma del fénix allá a dónde voy me sigue, siempre anda susurrando cosas o comentando otras que no me interesan, es difícil lidiar con ella; agotador dirá yo. Los primeros días casi pegó el grito al cielo del impacto pero con los días me acostumbrado a lo que todavía no logro acostumbrarme es al incesante y molesto sonido de su voz cada cinco segundos.

Juro que estoy a nada de tirarme de un barranco.

¡Eso es contaminación auditiva!

Lo peor del caso es que no puedo simplemente decidirle vete tú por allá que yo sigo con mi vida bien lejos de ti, noooo porque literalmente estoy unida a ella hasta que ambas cumplamos nuestro trato. Me quiero morir... Me está volviendo loca, necesito silencio para pensar un momento, solo eso pido, un momento chiquito.

Es un dolor de cabeza tenerla en MI cabeza.

Bajo las escaleras de la casa de Eiden y los demás hasta llegar ala cocina donde los demás me esperan para desayunar. Veo la mesa y todas esas sillas vacías y me recuerda el vacío de mi corazón, recuerdo los momentos que pase con ellos en esta misma mesa; la primera vez que desayuné con ellos, nuestras cenas que se volvieron costumbre, las risas, los chistes, los insultos y bromas. Pensar en ellos me deprime, quien sabe que les estará haciendo Elena y los suyos, no quiero pensar lo peor pero no consigo traer un pensamiento positivo cuando literalmente todo está echo una mierda.

Todo está patas arriba. Estoy perdida no sé si debo atacar o si debo esperar a que me ataquen, no entiendo que pretenden.

Diana ojalá estuvieras aquí para aconsejarme. Te extraño.

Me siento en el lado derecho de la mesa entre Nolan y la Pixys. Todavía le sigue pareciendo raro que esos dos se miren tanto pero no sé hablen, además, he podido sentir la tensión entre ellos como sino se llevarán bien.

–—¿Dormiste bien? –—es Eiden quién rompe el silencio comenzando su desayuno ajeno a la situación y la tensión de esos dos.

–—Eh, sí. Gracias por preguntar–—como un bocado de mi comida y trago–—¿Alguna noticia?

No debo decir más porque Eiden comprende mi pregunta al instante en que la formulo, sus ojos verdes buscan los míos y los quedamos así por unos segundos solo viendonos en silencio mientras menda una respuesta silenciosamente dolorosa. No hay nada. No han dado señales o respuesta a nuestra declaración de guerra. Es una pena, la noticia me deja un sabor amargo en la boca y termino cerrando los ojos un segundo para procesar el dolor que me causa estar en esta situación sin mis queridos amigos. Como los extraño. Así y todo raros como son, con sus excentricidades, malos gustos, caras de culo, y sonrisas coquetas; jamás podría poner en un texto todo lo que ellos me hacen sentir porque no hay palabras que alcancen el nivel que ellos tienen en mi vida y tampoco hay lógica para lo que siento por todos ellos, están fuera de este mundo y de la lógica, pero son especiales y no lo digo sólo por sus dones especiales lo digo porque es cierto; son unidos, leales, atentos, lindos, tiernos, inocentes, pero sobre todo la cualidad que más he notado en ellos y de la que estoy muy orgullosa es que son una familia, se apoyan y se quieren sin importar nada y eso es lo más bonito del mundo.

Ellos son mi refugio. Mi lugar seguro. No es sola uno son todos, no son las partes buenas son las buenas y las malas, amo a esos chicos como no amaré a nadie se han colado en mi corazón y su huella es imborrable. Tuve la suerte de conocerlos y el privilegio de volverme una de ellos. Me mostraron que no importa la sangre para ser hermanos o familia, que no hay diferencia que no pueda unirte con los demas, que se apoyan por sobre todo. Esa es la clase de familia que quiero tener, la que elijo tener. Yo los elegí a ellos y ellos a mí ahora lo pienso dejarlos morir, eso jamás, pienso destruir a todos los que les hicieron daño.

Corazón De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora