CAP 7 Lo desconocido

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"Nuestras diferencias nos hacen especiales"

(Brandon)

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Jamás pensé que mi vida terminaría así: con cinco extraños escondidos como bandidos entre los arbustos esperando alguna señal de peligro para atacar. Lo único que me daba consuelo era que en cantidad éramos más que ellos.

Nos quedamos en silencio viendo las carpas de los amigos dementes de Diana, no sé si tenga que preocuparme porque no hay movimiento o alegrarme. Por lo menos no tienen a Diana atada mientras practican un ritual del mal. Eso sería horrible. Y además no les funcionaria, Diana no tiene nada de inocente o pura.

–—¿Segura que intentaron matarte? Yo veo todo muy tranquilo –—comenta Brandon mirando el panorama.

–—Estoy segurísima –—siseo en un susurro.

Asiente poniéndose en guardia. Los demás han rodeado el pequeño campamento para asegurarnos que no estén en otros lado queriendo pasar desapercibidos. Pero no todo está silencioso... De hecho está demasiado silencioso, ¿Dónde están lo animales? ¿Y los grillos? ¿Por qué hay tanto silenc...?

El sonido de una cacatúa nos alerta. Es una pésima imitación por parte de uno de los chicos pero ajá, no es el asunto. Nos miramos un momento y esto lo que necesitamos para comenzar a caminar sincronizadamente ocultandonos entre los árboles. Rodeamos el campamento y llegamos a dónde antes estaba la fogata, la cual vuelve a estar prendida, y todos están ahí...

Confundidos nos acercamos a los demás por detrás.

–—¿En serio pensó eso? Que va solo queríamos hacerle una broma. Ya saben como una iniciación –—comenta con humor Elena.

–—¿Ya ves, Alayna? Todo fue un mal entendido –—me dice Erick.

Frunzo el ceño.

Eso no se lo cree ni un niño de cinco años.

–—Para mi pareció muy real –—digo a la defensiva.

–—¿Alayna? ¿Que sucede? –—pregunta una Diana estrujando se los ojos mientras nos alcanza–—¿Quienes son estos chicos?

–—Somos...

–—Mis amigos –—corto cualquier bobada que diría Erick–— me los encontré cuando huía de tus amigos asesinos.

El aire se vuelve pesado al instante que suelto esas palabras. El José quién lo rompe el silencio riendo entre dientes, pero se que está siendo falso.

–—¿Qué? –—pregunta, Diana.

–—Es que tu prima cree que quisimos hacerle daño, pero en verdad solo queríamos hacerle una iniciación como parte del grupo –—se adelanta a decir José–— como lo hicimos contigo.

Diana parece no estar convencida.

–—¡Que yo sepa las iniciaciones se hacen con la otra persona de acuerdo, y que yo recuerde en ningún momento les di autorización para meterse a mi carpa a media noche con un cuchillo como jodidos asesinos en serie! –—digo, acribillando los con la mirada.

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