Capituló 19

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Ojo de Alcon ✍️

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Ojo de Alcon ✍️

ED Lee

Las cosas que hace cuando uno quiere a alguien son indescriptibles y si ella tiene un punto jamás he dicho te amo , no por que no quiera si no porque simplemente llegará en algún momento en el cual esté preparado , y estoy más que seguro que será con ella , porque por mucho que odie la idea de estar atrás de alguien siempre yo quiero estarlo .

Me he casado con ella de 2 veces y una me encanta más que la otra y aunque se que ella se merece algo más que esto algún día lo tendremos yo lo sé o almos espero eso .

La llevo al auto y me bajo en una gasolinera para poder tener combustible y no terminar en medio camino es lo menos que quiero, cuando me bajo ella hace lo mismo y la quiero detener a estas  horas ya es peligroso en altas horas de la madrugada y aún así no me hace caso desafiándome .

—Que Vuelvas al auto joder, puedes tener un resfriado después .

—No quiero —dice pícaramente mientras se despoja de la ropa y la arroja a un lado del auto viniendose contra mi que me agarra desprevenido —crees que tú eres el único que va a tener fetiches , la cancha del equilibrio y quiero que me hagas tu mujer aquí mismo .

—Tu estas loca , alguien puede venir —le digo y lo único que recibí es que se alce sobre mi sintiendo su piel en mis manos y no me controlo .

Viendo de reojo si hay alguna cámara de seguridad y parece que todas están desinstalabas porque  los cables están afuera , otras caídas y otras pintadas por los vándalos , la pongo de espaldas quitándole a la fuerza sus bragas , masajeo mi miembro hasta erectarlo y lo consigo en pocos segundos , mientras que el carro sigue cargando gasolina yo la empiezo a penetrar con todas las fuerzas que tengo , la deseo más que todo y es mi esposa , la sujeto por las caderas tratando de que ella se sienta cómoda , no me controlo y termino azotandola con mis manos hasta dejarle los glúteos rojos .

—Lo lamentó Perséfone si quieres que Pare lo hacemos —le digo con sinceridad.

—Cuando yo te pida que pares tu lo harás escuchaste bien —susurra con voz ardiente mientras que se da vuelta mostrándome los pechos que los tiene erectos, los succionó de manera descontrolada que terminó mordiéndolos suave pero que se siente.

Ella se apoya en el carro para no perder la cabeza , el grifo marca que está lleno y que es hora de irnos , ella se quiere mover pero no la dejo hasta hacerla que se venga que no demora segundos y yo hago lo mío viniéndome sobre su vientre .

—El bebé debe haber sentido tu pene , porque lo sentí hasta ahí —ríe pasando sus manos por mis mejillas.

—Mi ego es muy grande pero no más que mi pene.

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