Antonella
Después de lo que parece ser una eternidad llegamos a... la verdad no sé, últimamente parezco no saber nada. Pero lo único que veo es un avión no demasiado grande esperando a que entremos.
—Camina Antonella—, me pide uno de ellos mientras trata de llevarme al avión.
—No hasta que me desaten las manos—, volteo mi cara en dirección contraria para no hacer contacto visual con ellos.
—Antonella...
—Te voy a atar las manos y luego voy a darte unas 5 nalgadas a ver si te gusta—, en parte hay que admitir que el ardor que provoco eso no fue desagradable.
—Bien, tú lo pediste—.Y de nuevo me cargan como un costal de papas.
Resoplo, ya me cansé de patalear.
Suben las escaleras y yo me aferro a la espalda del que me está subiendo como puedo, <una caída desde aquí no se ve nada bonita>
Me sientan y me ponen el cinturón, después de esto todos se acomodan también.
— ¿Nadie piensa desatarme?
No obtengo respuesta.
—Me duelen las manos, siento que la sangre ya no circula por donde está la soga, además parece que me estuviera quemando—, por fin Arseni me quita la soga—, gracias, que amable—, digo con ironía.
— Принеси нам аптечку —, habla uno de los 6, diciéndole algo a lo que parece ser una sobrecargo.
(Принести нам аптечку= Tráenos un botiquín de primeros auxilios)
— ¿Qué demonio acabas de invocar? — Me burlo mientras la señorita se retira.
—Bien, ve quitándote ese maquillaje—, me ordena uno de ellos mientras me pasa una toallita húmeda y es ahí cuando caigo en cuenta que debo parecer una puta por la forma en la que me organizó Elisabeth, a eso súmale que debo tener hojas y tierra por todas partes.
—No—, protesto—. Dijeron que en el avión hablarían conmigo, así que me van a dar una maldita explicación ahora mismo. Escuche que este viaje se demorara unas 4 horas, así que al parecer hay tiempo.
—Bien, te explicaremos todo—, habla Alexander.
—Oh gracias, que considerados.
—Como sabes hace unos 8 meses me ayudaste de una herida de bala.
—Si eso ya lo sé, ¿Qué es lo que quieres? ¿Un autógrafo? — Vamos Antonella, ¡mantén la boca cerrada!
— ¿Cómo esperas que te expliquemos todo si pareces una lora? — Cuestiona el mayor y por ende decido que me callare.
—Bien, después de eso quede fascinado contigo, bueno, no solo yo, todos mis hermanos—, continua explicando—. Yo estaba aquí por negocios con mí otro hermano cuando ocurrió el accidente, por alguna razón terminé en manos tuyas y tú decidiste ayudarme. Para en ese entonces tenías 17 años, así que empezamos a investigar toda tu vida y poco a poco nos interesábamos todos en ti cada vez más.
Mi cara en estos momentos es un poema.
— ¿Eso quiere decir que no van a vender mis órganos?
—No Antonella, no vamos a vender tus órganos. Te queremos como esposa.
Observo a todos por un instante, para después soltar una gran carcajada.
— ¿Yo? ¿Esposa de ustedes? — Digo en medio de un ataque de risa—, ay dios, que buen chiste—, empiezo a tomar de nuevo la postura cuando observo que ninguno de ellos se está riendo—. No están bromeando, ¿verdad?
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Conjuro de obsesión
Romance¿Cómo podríamos describir la vida de Antonella Rossi? Bueno, créeme que la palabra "fácil" no cabe allí. Antonella ha tenido que soportar maltratos psicológicos por parte de su familia. Toda la vida de Antonella da un giro drástico cuando a su vid...