Capítulo 14 🥀

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Antonella

Después de que llegamos a casa me quedo en la que momentáneamente es mi habitación según los Kiselev. Ellos dicen que después de la boda o cuando me sienta "a gusto" me repartiré entre todos para dormir y según ellos habrá una habitación "especial".

No pregunte más acerca del tema. En estos momentos me encuentro en mi habitación, son las 2 de la madrugada y aun no puedo dormir. Me giro mirando hacia la puerta, abrazando mi peluche gigante.

Cierro inmediatamente mis ojos haciéndome la dormida cuando la puerta se abre lentamente. Escucho como vuelven y la cierran, no sé si entraron o no pero me quedo con los ojos cerrados igualmente.

—No entiendo que vieron en ti sinceramente—, y es aquí cuando caigo en cuenta de que ninguno de los hermanos entró.

Sigo con los ojos cerrados pero me asusto cuando empiezo a sentir unas caricias en mi rostro.

—Supongo que lo que no vieron en ti—, me siento de golpe en la cama, haciendo que Lila se sorprenda—. ¿Cuál es tu plan? ¿Venir todas las noches mortificada a observar como duermo porque los hermanos Kiselev me escogieron a mí a pesar de todos esos años en los cuales trabajaste para ellos?

—No sabes en el mundo en el que te estas metiendo, no tienes lo que se necesita para trabajar en esto—, responde cólera.

— ¿Por qué lo dices como si tú lo hicieras Lila? ¿Por qué no vas y le dices todo esto a mis futuros esposos? Tranquila, yo te puedo responder; no lo haces porque piensas que diciéndome todo esto yo me voy a dejar pisotear por ti y eso no va a suceder.

—Ese puesto que tienes debería ser mío—, sus labios tiemblan de la ira—. Yo llevo más tiempo trabajando para ellos, yo sí soy una mujer, yo sé la clase de mundo que ellos manejan.

—Ya que llevas tanto tiempo trabajando para ellos, dime, ¿Qué quiere decir esto? — Un poco enfadada ya con ella le muestro el tatuaje reciente—, quiero ver dónde está el tuyo.

Trata de tomar mi brazo y lo quito velozmente, levantándome también de la cama.

—Deja de menospreciarte al compararte conmigo Lila. Y ahora muy amablemente te pido el favor de que te retires de mi habitación y no vuelvas a meterte a no ser que sea requerido si no quieres que en estos momentos empiece a gritar como una loca.

Sin saber qué hacer, suelta unos insultos murmurando y sale de aquí.

Respiro profundo acostándome nuevamente con mi peluche.

El tiempo sigue transcurriendo y no logro conciliar el sueño. Cuando menos lo espero vuelvo y miro el reloj y esta vez ya son las 5. Me siento en la cama sin más.

Los hermanos Kiselev hicieron, o, bueno, trataron de hacer un gesto bonito con aquel desayuno, ¿no? Y también hicieron algo lindo al llevarme al parque de diversiones.

Me debato unos segundos conmigo misma y al final decido que me levantare a hacerles el desayuno. Tal vez no sea la mejor cocinando pero si me defiendo mejor que ellos en eso.

Primero que todo tomo una ducha y me lavo los dientes. Observo en mi closet y saco de allí un vestido color turquesa corto manga larga de cuello cuadrado. Me calzo unas zapatillas blancas y ya estoy.

Me recojo el cabello lo mejor que puedo y salgo de la habitación. Una vez en la cocina reviso todo lo que hay para ver que preparo.

Empiezo sacando los huevos, el tocino y demás cosas que voy encontrando.

Después de una hora aproximadamente ya tengo casi todo listo; huevos con tocino, fruta picada y zumo de naranja. No es el mejor desayuno del mundo pero creo que es pasable.

Conjuro de obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora