Antonella
Me siento en el sofá mientras Damien me pone las zapatillas.
Tengo apenas 7 meses y medio de embarazo y ya me siento cansada por cualquier cosita. Además, los cambios de humor no hacen falta.
Los Kiselev se han portado demasiado bien. Aun me sigo haciendo la dura con ellos, pero cada vez es más difícil. Me han llorado como no tienen idea (cuando les dan sus ataques, la verdad parece que los que están embarazados son ellos).
Me hacen algunas comidas especialmente para mí y debo aclarar que han mejorado bastante. No sé si alguna chef los ayuda pero es lo más probable.
No hay día que no me recuerden que me aman, están pendientes a cada momento de mí y jamás me dejan sola. Sea lo que sea que tengan que hacer se turnan.
De verdad que se están esforzando, están cumpliendo su palabra de hacer que todo entre los 7 mejore. Y cielos, me siento un poco mal por ser tan dura con ellos.
Y probablemente muchas personas me criticaran por amarlos pero sinceramente ya no me importa eso demasiado. Ellos son míos y yo soy de ellos. Es fácil.
Si, son unos malditos imbéciles, pero son mis imbéciles. Si, les lloré demasiado, y sí, me hicieron sufrir, pero también ya los he hecho sufrir casi lo mismo que lo que estuve alejada de ellos.
Por eso, pienso decirles que les daré una segunda oportunidad después de que nazcan nuestros hijos.
Equidad ante todo.
—Aquí esta—, Alexander trae consigo un collar, el mismo que me quitó la loca de Elena—. Es mucho mejor que el otro—, me levanto y me retiro la mitad del cabello que tengo suelto para que pueda ponérmelo—. Perfecto.
— ¿Sabes cariño? — Los otros 4 hacen presencia—. El embarazo te sienta genial.
—Ya te veo queriendo decir lo mismo una vez nazcan y lloren por todo.
—Bueno, el auto nos espera. ¿Todos listos? — Inquiere Arman.
—Sí. Que no se nos olvide el regalo de bodas—, no hace falta mencionar esto ya que Damien lo lleva en manos.
—Ojala el regalo le guste a Irina. Es parte de la mafia, es difícil elegir un regalo sabiendo que puede tenerlo todo—, menciono una vez nos subimos al auto.
—Así le dieras un perfume económico le encantaría si va de tu parte, linda.
Sonrío ante sus palabras. Me recuesto en la silla, disfrutando del paisaje que me ofrece la ventana del coche.
La verdad cuando Irina y Artyom nos comentaron que querían hacer una renovación de votos todos nos alegramos demasiado.
Es tan tierno todo el asunto. Aparte de son técnicamente asesinos, claro. Pero no importa. Ahora también son mi familia.
Estamos llegando—, avisa Akim y me retoco por última vez el maquillaje antes de salir
—Te ves preciosa, diosa.
—Tú no te ves nada mal—, murmuro a lo que me termino de poner un poco de labial.
Cuando estamos todos listos, bajamos lentamente del auto.
Todos los presentes nos observan. Parecemos leyenda. Cuando regrese oficialmente a la mafia de nuevo algunos se sorprendieron, de verdad habían creído que estaba tiesa. A algunos les agradó la idea y a otros no tanto. Pero ya me importa 0 a quien le agrado y a quien no. No es problema mío.
—Luces estupendamente divina, bonita—, me halaga Laika, sin embargo, es casi imposible que no note la tristeza que esconde.
Por encima me he enterado del asunto; Faddei, (el padre de Laika) se enteró de que a ella no le atraían 100% los hombres y pues que también estaba en una relación a escondidas con Akira.
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Conjuro de obsesión
Romance¿Cómo podríamos describir la vida de Antonella Rossi? Bueno, créeme que la palabra "fácil" no cabe allí. Antonella ha tenido que soportar maltratos psicológicos por parte de su familia. Toda la vida de Antonella da un giro drástico cuando a su vid...