Antonella
—Jamás pensé estar viva para presenciar la boda de mis nietos—, Irina suspira mientras dice esto.
—Ni que estuvieras tan vieja—, Aliona se acomoda en el asiento de copiloto mientras que Irina prende el coche.
— ¿Iremos a desayunar primero? Tengo hambre—, Laika pregunta mientras se sienta a mi lado.
—No suena mala idea. Vamos a la cafetería a la que fuimos hace unos días, Irina.
Después de conducir por un rato más, llegamos a una pequeña cafetería. Entramos, todo luce muy hogareño.
—Yo iré al baño, no demoro—, las tres asienten y camino hacia este.
Hago mis necesidades y una vez acabo me lavo las manos. Escucho la puerta abrirse pero no le tomo importancia hasta cuando veo a la misma chica que vi en la tienda de chocolates.
—Hola de nuevo—, me saluda sonriente mientras se hace a mi lado, lavándose las manos.
—Hola—, murmuro.
—Qué bonito—, arqueo mi ceja—, el anillo, me refiero, es un anillo hermoso. Se ve que es costoso.
—Oh, gracias.
—Es de compromiso, ¿no?
—Me están esperando, tengo que irme—, no respondo a su pregunta y salgo de nuevo, yendo con las 3 nuevamente.
—Te pedí un latte frio y un rollo de canela bonita.
—Está bien.
El resto de la mañana se pasó muy rápido. Por alguna razón no me puedo sacar a la chica esa de mi cabeza.
—Bueno, yo vendré mañana temprano—, Irina se despide una vez estamos en la casa de Aliona—. ¿Quieres que te lleve a casa, Laika?
—No gracias, ya me auto-invité y me quedaré a dormir hoy aquí. Será como una pijamada.
—Bueno, me retiro—. Irina se despide de cada una con un beso en la mejilla.
—Voy a hacer un par de llamadas para confirmar que todo esté listo para mañana. Estás como en tu casa Antonella.
Laika se tira a un sofá mientras que Aliona se va a lo que creo que es la cocina.
— ¿Qué pasó?
— ¿Qué pasó de qué? — Me hace un espacio y me siento a su lado.
—Estuviste algo pensativa desde que saliste del baño esta mañana.
— ¿Eh? Claro que no.
—Claro que sí, no soy tonta. ¿Sucedió algo?
—Nada de qué preocuparse. Pensamientos sobre mañana, es todo.
Asiente algo dudosa pero no pregunta más.
—Pfff, Aliona ya se tardó bastante. Vamos yendo a la habitación mejor.
Llegamos a una bonita habitación. Hay una cama amplia, un gran closet, dos mesitas de noche y una televisión grandísima.
Me recuesto en dicha cama, descansando un poco. A los pocos segundos esta se hunde, dándome a saber que Laika se ha acostado también.
— ¿Te molesta que me quede aquí?
—Para nada, un poco de compañía no me vendría mal—, respondo con honestidad. No conozco mucho a Laika, sin embargo no me da mala espina.
—Sigo sin creer que esa manada de bobos se vaya a casar contigo—, me hace reír un poco con su comentario.
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Conjuro de obsesión
Romance¿Cómo podríamos describir la vida de Antonella Rossi? Bueno, créeme que la palabra "fácil" no cabe allí. Antonella ha tenido que soportar maltratos psicológicos por parte de su familia. Toda la vida de Antonella da un giro drástico cuando a su vid...