Antonella
—Llegamos querida—, Aliona estaciona el coche en lo que unos hombres nos rodean y me abren la puerta.
—Esta es una de nuestras bases más importantes—, Irina, como toda una diva menea su cabellera rubia mientras se pone unos lentes de sol.
— ¿Dónde hay armas y eso?
—También. Entremos, te contaremos a medida que avancemos—. Empezamos a ingresar; es como una bodega enorme, y cuando digo enorme es enorme. Está custodiada por demasiados hombres armados, sumémosle a esto que hay como un mini estacionamiento, solo que no de carros, ni de motos, sino que de avionetas.
—Aquí fue donde empezamos Artyom y yo. Actualmente, al ser nuestro fuerte por decirlo así, contamos en este mismo sitio con un laboratorio—, entramos, puedo observar que está dividido como en dos partes—. Como puedes ver, aquí fabrican la droga, y por allí están las encargadas de empacar todo.
— ¿Manejan su propia droga?
—Por supuesto, la Y-32—, Aliona sonríe orgullosa mientras empieza a explicarme—. Nosotros tenemos muchísimos sitios donde traficamos drogas, obviamente, pero laboratorios donde se fabrican únicamente existe este y otro. La Y-32 es una droga muy adictiva y un poco más fuerte que las comunes. El que prueba esto no sale de allí. La fórmula de la Y-32 es una de las cosas más valiosas de los Kiselev, muchos han intentado comprárnosla fallando en el intento. Nosotros, los Kiselev hacemos lo que se podría decir la base de la droga, y ya la mandamos así para los dos laboratorios que tenemos, donde estos se encargan únicamente de finalizar esto.
—Los laboratorios funcionan las 24 horas del día de los 7 días de la semana. Igual, los que están allí donde los ves no son cualquiera, ellos tienen claro su papel aquí, saben que todo es extremadamente confidencial para cualquier otra persona y también saben que si llegan a decir una sola palabra les espera una muerte dolorosa para ellos y para toda su familia.
—Entiendo—, empiezo a tomar nota mental de todo lo que me van explicando—. Pero, no solo trabajan con la Y-32, ¿verdad?
—No, traficamos Fentalino, AH-7921, Krokodil, Flakka, Whonga, Cocaína, Crack, Heroína y Éxtasis.
—Cielos, eso es bastante.
—Así es querida, pero obviamente no le vendemos esto a cualquier persona de la calle, no, esto va para otras mafias, no tan poderosas, pero sí. Vendemos por cantidades inimaginables. Nuestras entregas más frecuentes son para Grecia, para "la bestia".
Me rio ante el patético apodo.
— ¿La bestia? ¿Tiene complejo de lobo o algo por el estilo?
—No, pero sencillamente es muy reservado con su información, demasiado—, me explica Aliona—. Por cierto—, mira a Irina—, ¿te enteraste de que se casó?
—Si, por allí me entere. Es una pelinegra, hay que admitir que tiene muy buenos gustos. Quien sabe de dónde la habrá sacado, pero unos hombres de por aquí estuvieron en la ceremonia de ellos y dicen que no parece una mujer de burdel.
—Ja, tal vez también la secuestró y la chica ni siquiera es de Grecia—, niegan con la cabeza y seguimos el recorrido.
—Aquí querida tenemos algunas armas.
— ¿Algunas? ¡Son bastantes! ¿Las venden también?
—Sí, drogas, armas y órganos.
— ¿Órganos? — Abro mis ojos como platos.
—Bueno, también tenemos clubs en muchísimos países, burdeles, y así—, concluye ella.
— ¡Por favor, se los suplico, piedad por favor! — Unos gritos empiezan a resonar. ¿Qué putas?
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Conjuro de obsesión
Romance¿Cómo podríamos describir la vida de Antonella Rossi? Bueno, créeme que la palabra "fácil" no cabe allí. Antonella ha tenido que soportar maltratos psicológicos por parte de su familia. Toda la vida de Antonella da un giro drástico cuando a su vid...