Antonella
Dios mío, de verdad que muy cuerda no debo estar, han pasado aún más días y cielos, siento que los hermanos empiezan a gustarme algo más allá de lo sexual.
Nunca hemos estado del todo cuerdas, es normal.
—Linda, ¿Cómo vas?
— ¿Me ayudas con el broche del vestido, por fa? — Me giro a lo que él me ayuda.
—Listo. Te ves jodidamente preciosa.
Me doy la vuelta sonriente.
—Te daría un beso pero arruinarías mi pinta labios lindo—, le digo mientras le acomodo su corbata.
—Podré sobrevivir.
—Alexander pareces vieja también—, entra gruñendo Damien.
—Y tú estás peor que novio feo Damien—, le contesto y veo que tiene a Bimba en brazos—. ¿Qué haces?
—Saqué a pasear a la cosa—, ruedo los ojos, ya perdí la cuenta de cuantas veces le dije que el nombre era Bimba.
Una vez ya me he despedido de mi perrihija salimos del penthouse, de allí vamos al coche y no tardamos mucho en llegar al helicóptero.
—Hola querida, déjame decirte que te ves muy elegante—, me halaga Irina una vez aterrizamos.
—Tengo que decir lo mismo de ti.
—Mamá, ¿Qué es eso que tienes en manos? — Cuestiona Alexander al ver un sobre que lleva.
—La fórmula base de la Y-32. Ya sé, no me den sermones, tenía que trasladarla de sitio porque la policía últimamente ha estado jodiendo demasiado pero no me dio tiempo.
— ¿Estas loca? — Pregunta Vitaly.
—No uses ese tono conmigo, ¿Qué querías? ¿Qué lo dejara en el avión? Ni loca, prefiero tener esto todo lo que dure el evento este.
—Bueno, ya, entremos.
Bien, y si, estos últimos días me la he pasado ocupada en tres cosas; teniendo sexo con mis mafiosos, compartiendo tiempo con ellos y he estado manejando la organización. No ha sido fácil pero tampoco imposible, eso me agrada.
Personas que ni conozco me saludan al entrar, el tiempo trascurre y lo único que he hecho es beber y comer cosas que reparten por acá y por allí. Estamos aquí ya que unas personas un tanto importantes están anunciando su unión, al parecer esto es algo muy común cuando vas en serio con una persona, ya que esto indica que el que le ponga una mano encima termina muerto.
Suspiro algo cansada.
—Aburrido, ¿no? — Me sobresalto un poco cuando Aliona llega de sorpresa.
—Sí, algo. Pero al parecer Irina está feliz—, la señalo, está bailando con su esposo.
— ¿Me haces un favor Antonella?
—Claro.
—Cuida esto por mí un momento, tengo las manos sudando ya y me estoy haciendo pis.
—Vale—, recibo el sobre en manos a lo que ella se retira velozmente al baño.
Me acerco a una mesa donde hay puras copas de lo que parece ser champagne y tomo una. Mis maridos están con unos socios charlando.
Estoy a punto de beber el contenido de mi copa cuando las luces de todo el lugar se apaga, un jadeo resuena pero luego se convierte en un grito cuando se oyen unos disparos.
Lo primero que hago es sostener el sobre como si mi vida dependiera de ello. Me agacho cuando otro disparo resuena, camino lentamente a lo que parece ser la puerta.
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Conjuro de obsesión
Romance¿Cómo podríamos describir la vida de Antonella Rossi? Bueno, créeme que la palabra "fácil" no cabe allí. Antonella ha tenido que soportar maltratos psicológicos por parte de su familia. Toda la vida de Antonella da un giro drástico cuando a su vid...