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𝑹𝒆𝒎𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒊𝒎𝒆

JAEMIN

La vaga sensación de tristeza estaba inundando mi alma, no sé en qué momento simplemente mis sentidos dejaron de reaccionar.

El sueño que tuve fue más como un recuerdo, estaba junto a alguien, no veía su rostro, solo escuchaba su voz algo lejana hablarme con cariño, era un chico.

Su dulce voz me hacía sentir relajado pero lo que me desconcertaba era el lugar donde al parecer estábamos, era  la cima de una montaña, podía ver un pequeño pueblo a lo lejos y podía escuchar el agua del río cayendo por las rocas.

Una cálida mano se posó sobre la mía usando ese mote cariñoso que recordaba solo haberlo escuchado veces anteriores en mis sueños más profundos.

- Nana.

Podía sentirlo, su corazón y el mío latían al mismo ritmo y sentía mi pecho hundirse en una oleada de calor que recaía también por mis mejillas, el sentimiento familiar me hizo titubear pero la persona que era en mis sueños se sentía segura en el momento en el que pensé en esa palabra "amor".

¿Como puedes amar a alguien quien no conoces? o más bien ¿como puedes estar enamorado de alguien que no puedes ver ni en tus sueños?.

La angustia que habitaba en mi mente estaba siendo casi borrada por el suave toque de ese chico al que no conocía, ¿por qué me sentía tan intranquilo pero a la vez tan lleno de paz?.

Una vez más como ya casi era normal que me pasaba, mis labios susurraron ese nombre que parecía haberse grabado en mi ser, "Wu Xiang", solo que esta vez estando en el sueño las palabras fueron demasiado lejos, "te amo".

La oleada de calor subió de forma repentina por todo mi cuerpo y un escalofrío recorrió mi espina dorsal cuando sentí los labios de aquel chico sobre los míos en ese hermoso pero a la vez muy confuso sueño.

Nuestras miradas finalmente se conectaron, como si eso fuera lo único que pudiera ver de él, sus hermosos ojos azules que brillaban con la luz de la luna me atraparon en una promesa que dictó con sus labios después de pedirle no me abandonase. 

- Na MinSeo, no te abandonare aunque esperar tu regreso me tome miles de años, te lo prometo.

Escuchar ese nombre fue como un golpe que me llevó hacia la realidad.

- ¿Na Jaemin? ¿Jaemin?.

La voz suave de una mujer terminó por despertarme en ese preciso instante, descubriendo así que me encontraba en una camilla con un olor a medicamentos.

- ¿Jaemin como te sientes?.

La mujer que ahora reconocí como una enfermera me tocaba la frente con una toalla tibia y húmeda en vista de que había empezado a sudar un poco.

- ¿que pasó?.

- Tenias la presión baja y tu amigo te trajo cargando hasta acá cuando te desmayaste.

¿Amigo? ¿Jeno me ayudó?.

- Pero dime Jaemin ¿como te sientes?.

- Me siento un poco mareado.

- Es totalmente normal, toma reposo un rato, en cuanto te sientas mejor dime, firmaré un permiso y se lo llevaré a tu tutor de aula.