𝑯𝒆𝒂𝒗𝒆𝒏

2.4K 367 24
                                    

El joven príncipe rondaba sobre su río a altas horas de la noche, le gustaba caminar al rededor de éste y de vez en cuando cruzarlo hasta el otro lado, pero ésta noche en específico su deseo de convertirse era más fuerte, pues la luna lucía enorme y el río se había elevado y así como la marea era llamada por la luna, también los dragones celestiales podían ser tentados.

Las noches cómo éstas hacían que sus ojos y su cabello cambiasen de color de forma inconsciente mientras observaba el resplandor de la luna, justo cómo sucedía ahora, a veces Jeno temía ver su propio reflejo cuando esto pasaba, pues sus ojos brillaban tanto que su cuerpo parecía más bien una sombra detrás de ellos, incluso a veces lograba ver llamas en sus propios ojos sin explicarse el por qué de esto, sus pómulos comenzaban a marcarse con una piel escamosa y brillosa, los escalofríos comenzaban a recorrerlo y se podía escuchar el crugir de sus huesos cambiando, adaptándose a lo que estaba por suceder. 

Sus brazos se habían convertido en enormes garras de águila, su cuerpo había cambiado completamente al de una criatura que la gente en la ciudad llamaba Yong.

Sus ahora garras habían dejado de tocar el suelo, elevándose lentamente como si estuviese en un trance, su rostro ahora era el de una bestia y su voz ahora era un rugido.

El río había destellado.

Cómo si lo usaran para impulsarse Lee entró al río lentamente, sintiendo el agua fría recorrer su ahora largo y pesado cuerpo, cubriéndole por completo. Pronto la criatura ya estaba fuera de la vista.

Las aguas temblaron al igual que la tierra a sus alrededores, los árboles comenzaron a tambalearse al ritmo de un fuerte aire que calaba hasta los huesos y una luz empezaba a emanar de las profundidades de ese río.

El temblor paró en seco, los árboles y el viento volvieron a la normalidad y el silencio se hizo presente.

La bestia salió disparada del agua en línea recta al cielo, sin precaución, importandole poco si alguien le había visto, pues al empezar a ondear su cuerpo todo había quedado atrás y ahora lo único que sentía era libertad, el viento hacía que se sintiera fresco y su pelaje ahora seco ondeaba al ritmo de su gigante pero hermoso ser.

Reinaba la oscuridad con su esplendor y entre las nubes brillaban esos hermosos ojos azules. Él era conciente de lo que hacía ahora, era verdad que la luna le cegaba y le hacía tomar su mejor forma, pero después de convertirse era totalmente consciente de lo que debía hacer.

Normalmente el joven príncipe iría directo al reino secreto, pero por alguna razón y en vez de ello se fue a rondar por las nubes observando cada detalle de lo que había a su alrededor y debajo de él, podía ver las luces de la ciudad y como las calles estaban casi desérticas.

Su vista iba de un lado a otro sin importarle del todo lo que pasaba ahí abajo, sin embargo, no pudo retirar su vista cuando en las calles cerca del bosque, en el balcón de una pequeña casa para su perspectiva, se podía apreciar ese pequeño chico de cabellera oscura que tanto observaba en su río.

Su semblante era triste y se encontraba sentado a la orilla del balcón con la mirada al frente.

Lo que Jeno no esperaba es que aquel chico volteasce hacia arriba y su semblante cambiara a uno de total confusión hasta el punto en que se puso de pie sobre el balcón. A pesar de que Jaemin estuviese viendo el cielo Jeno pudo notar que no lo estaba viendo a él, si no detrás de él, muy pronto se dio cuenta que estaba dejando un rastro azul en cuanto su cola terminaba, sus escamas estaban liberando un líquido que se terminaba convirtiendo en polvo detrás de él. Lo peor de todo es que no sabía que era y él estaba rondando al rededor de Jaemin, dejándolo ver todo lo que sucedía.

"¿Que demonios es ésto?"

Apesar de ello no se alejó, pues vio como Jaemin se quedó totalmente hipnotizado al rastro del dragon que rondaba por los cielos.

El corazón de Jaemin latía sumamente rápido y sentía una atracción hacia lo que sea que fuese esa cosa en el cielo, deseaba saber que era, no podía explicarse por qué su alma lo llamaba a eso que estaba en el cielo, pero quería saberlo.

Sin pensarlo más subió tan rápido como pudo a la azotea esperando poder ver más de cerca lo que sucedía en el cielo.

Jeno vio lo que Jaemin trataba de hacer. No se alejó de Jaemin, solo se acercó más. Sin embargo, su cuerpo estaba reaccionando de otra forma a la que él deseaba y sus ojos brillaban más de lo normal.

Sin haberlo notado y estando totalmente sorprendido como el chico de cabellera oscura ya se encontraba frente a él.

Ni siquiera se había dado cuenta cuando bajó del cielo para estar cerca del chico. Normalmente los dragones si querían podían esconder su cuerpo de los humanos, pero al parecer su cuerpo quería que Jaemin lo viese.

Ambos se encontraban en el suelo de esa azotea viéndose el uno al otro, los ojos de ambos brillaban y en los de Jaemin se reflejaba mucho el brillo de los ojos de Jeno frente a él.

La diferencia entre ellos es que Jaemin estaba en una forma humana y Jeno tenía unos enormes bigotes de bagre sobresaliendo de su rostro que no lucía para nada como el de un humano o algo cercano a la especie.

Na apesar de estar frente a una criatura como esa no estaba asustado es como si ya lo hubiera visto antes, como si ambos se hubiesen visto de ésta forma.

Intentó acercarse a esa criatura la cuál su cabellera se movía lentamente con el viento al igual que esos bigotes de bagre y la cuál no quitaba su vista de él.

Jaemin no esperaba que la criatura se acercara a él, le causó un poco de temor pues el gigantesco ser podría aplastarlo y desaparecerlo en un solo movimiento.

Jeno solo observaba cada uno de los movimientos que hacía Jaemin, no sabía porque su cuerpo lo había conducido hasta donde se encontraba ahora, frente al chico, pero sabía que tenía que haber una razón para que su naturaleza le permitiste mostrarse frente a un hijo del hombre.

Después de todo Jaemin lo había visto bajar del cielo solo para encontrase cara a cara con él.



(🔥)

Yong: los dragones asiáticos son representados con el elemento agua y simbolizan serenidad y sabiduría. Este es el caso de los dragones coreanos, los cuales son vistos como seres benevolentes relacionados con el agua y la agricultura.

A menudo, son considerados portadores de la lluvia y las nubes. Por lo tanto, se dice que muchos dragones coreanos han vivido en los ríos, lagos y océanos o incluso en profundas lagunas de montaña.

(🌤️)

Solo vengo a explicar que Jeno es una mezcla entre dragón coreano y chino, aún así es más de descendencia china porque esa es su naturaleza.

Por otro lado, espero que les haya gustado el capítulo tanto como a mí escribirlo.

Recuerden no salir de sus casas con todo este problema de la pandemia, cuídense mucho y hagan caso las recomendaciones para evitar lo peor.

¡Nos vemos!.

- fishie

• Kingdom •/  NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora